El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó este miércoles a Minsk, Bielorrusia, en una aeronave IL-96 de Cubana de Aviación, según mostraron imágenes de la estatal Venezolana de Televisión (VTV).
Pese al desastre de la compañía aérea estatal cubana, los frecuentes retrasos y las suspensiones de vuelos, el régimen suele desviar aviones comerciales para sus propios fines o los de su aliado venezolano.
Maduro ha utilizado esta vez el IL-96, fabricado por la compañía rusa Ilyushin, para viajar a Argelia, Rusia y Bielorrusia, como parte de una "gira relámpago", que también incluirá Turquía y en la que lo acompaña su esposa, Cilia Flores, a quien el oficialismo llama "primera combatiente".
En octubre de 2016, Maduro utilizó también un IL-96 de Cubana de Aviación para su gira por Medio Oriente con escala en el Vaticano.
Son cuatro los aviones rusos IL-96 que opera Cubana de Aviación. No existen datos públicos sobre la naturaleza de la "colaboración" aérea entre Caracas y La Habana.
En Minsk, Maduro se reunió con el autoritario presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, y otros altos cargos del país. En el aeropuerto lo recibió el viceprimer ministro Vladímir Semashko, informó la agencia local Belta, reportó EFE.
Según un comunicado de la Presidencia bielorrusa, Lukashenko y Maduro trataron la cooperación bilateral en los ámbitos de la economía y el comercio, incluida la realización de varios proyectos conjuntos.
De Bielorrusia, el mandatario venezolano viajará a Turquía para presidir la Comisión Mixta Intergubernamental entre ambos países y fortalecer la cooperación en el campo financiero, energético, agroindustrial y militar.
Pdte. @NicolasMaduro arriba a segunda parada de esta Gira Relámpago Internacional: Rusia, para fortalecer lazos de cooperación pic.twitter.com/kyszAAbPLI
— Prensa Presidencial (@PresidencialVen) 3 de octubre de 2017
En Moscú, Maduro participó en la Semana Rusa de la Energía, un foro internacional, y mantuvo un encuentro con el presidente Vladímir Putin en el Kremlin.
Maduro agradeció el apoyo de Rusia a Venezuela en los "momentos difíciles" y, ante numerosos responsables de naciones petroleras, pidió "construir una nueva formula" a partir del acuerdo alcanzado en noviembre de 2016 por los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y no-OPEP para reducir la producción mundial de crudo y estabilizar los precios.