Un talento de la mano equivocada
José Luis SerranoHolguín'Cardos que atravesar hasta el castillo./ Torres que descender hacia el pastor.'
'Cardos que atravesar hasta el castillo./ Torres que descender hacia el pastor.'
'Las cenizas de los parques viajan./ Se meten debajo de las uñas./ Entre los dientes./ Por los ojos.'
'La mujer del Sephora me mira, penetrante. Su ojo/ profesional intenta adivinar mi edad.'
'Oh señor/ de los dientes filosos/ como dagas,/ avatar/ de los ríos encontrados...'
Los poemas de la intelectual, parte activa del sistema cultural del régimen, se suman a otros 21 que la institución nortamericana incluyó en 1979.
'Las cafeteras con patas/ que pintó Acosta León./ Las llaves./ Los neumáticos./ Los viejos en sus bancos.'
'Descubrir la manera en que Andrés Conde recuerda su muerte es entender que estamos en presencia de uno de esos extraños paisajes donde finalmente avistamos al Poeta.'
'me llevó a una pendiente/ para espiar el sacrificio de la guanábana,/ ya estaba preparado ante/ una lluvia pegajosa'
'a causa/ de asumir/ genio y figura/ evolución/ fatal/ y legítima/ fruta'
'Esa niña que fui me saca el dedo/ corazón. Y con rabia me lo muestra.'
'falsas promesas de amores escolares/ marcados con tizas que se borraban rápido/ al gotear un termo encima:/ leche agria.'
'Allí a lo lejos, más allá del río y del mar, de Francia/ y Alemania, queda Polonia. Arrinconada como una isla/ al extremo del mundo, a punto/ de caerse del planeta. Allá lejos queda el hambre'
'A mi espalda estaba Chicago,/ la ciudad donde más colillas de cigarros se aplastan./ Tal vez por eso decida mudarme a Chicago/ y porque cada baldosa tiene su desesperado.'
'No es mucho, si lo piensas,/ uno se puede morir treinta veces/ sin terminar de hacerlo/ y doce veces en un año incluso si lo intenta.'
'el fiñe gamer tiene los/ ojos verdes como/ dos limones recién cortados/ la pupila de la mantis/ el cabello, un trigal/ un corazón solitario e impuro/ propulsado por electrodos/ y una furia innata como la/ tiniebla'
Después de reunir en un volumen la poesía perdida de Virgilio Piñera, Enrico Mario Santí entrega en un libro las piezas teatrales suyas que faltaban.
'Yerra a peróxido y rubia termina por devastar consigna/ como añicos contra lóbulo definitivo [aplicable tanto a/ pernos y similares como a suculentas, oh]...'
'Y otra vez y otra vez/ En el soplo inalcanzable/ (que vuelve)/ Y otra vez y otra vez/ como una música avara'
'Cuando volvían de visita/ no había más conversación que aquella:/ Desde cuándo. Hasta cuándo./ Por qué entonces. Por qué otra vez./ Por qué nunca.'
'Cantó merluza respondió/ noctiluca los abuelos se/ fueron en silencio a/ procrear en nombre/ de Dios Shemá...'