La activista Lía Villares entregó este lunes una denuncia en la sede de Atención a la Ciudadanía del Ministerio del Interior (MININT) en La Habana en reclamación por las tres últimas prohibiciones de salir del país que le ha hecho el régimen, según informó en su cuenta de Twitter.
La solicitud fue recibida por una funcionaria que no rellenó en la documentación los apartados de "nombre y cargo" en los que solo consignó: "Agente 018".
En este documento Villares pidió que se "investiguen los hechos, se someta a los funcionarios actuantes a los procedimientos que por razón de la ley correspondan, y se pronuncie mediante resolución sobre las violaciones de los derechos humanos aquí denunciadas".
Mi #denuncia entregada ayer en #AtenciónALaCiudadanía del #MININT. El campo del "nombre y cargo" fue dejado en blanco por la #agente018. pic.twitter.com/R1qS0SRPOY
— #Libertad (@liavillares) 8 de agosto de 2017
En la solicitud al MININT la activista le recuerda a este organismo que les dirige la petición de revisar su caso "como órgano del Estado al que corresponde como objetivos fundamentales, el control y la preservación de la legalidad, con facultades para examinar reclamaciones y denuncias de violaciones de los derechos humanos cometidas por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley".
En los últimos meses, el régimen ha impedido en tres ocasiones salir del país a Lía Villares.
En junio Villares tenía previsto asistir al IV encuentro "Caminos hacia una Cuba Democrática", patrocinado por la Fundación Konrad Adenauer, y en el aeropuerto de La Habana le impidieron abordar su vuelo y la Policía llegó a abofetearla.
El 17 de junio, tampoco pudo asistir a un foro de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia (JuventudLac) en Cancún, México. Y en mayo, tampoco pudo viajar a EEUU a participar de un concierto.
"Hoy es la tercera vez que no me dejan salir del país. Que me niegan mi libertad de movimiento. Mi derecho a transitar libremente dentro y fuera de esta Isla, teniendo todos mis papeles en regla y sin orden judicial o notificación legal alguna que complemente las regulaciones migratorias vigentes y establezca tal castigo y prohibición, arbitraria, ideológicamente discriminatoria, restrictiva y violatoria de mis derechos civiles y políticos", condenó la activista el pasado 28 de julio en su cuenta de Facebook, cuando nuevamente no pudo viajar fuera de Cuba.
Sobre estas prohibiciones de salida, la activista afirmó: "'Tú tienes que ser alguien importante', dijo el oficial de inmigración, que se preocupó de hacerme saber que no era su culpa. Ya quisiera yo. Para que la impunidad de la dictadura no fuera tan contundente sobre mi personita, y sobre todos los cubanos, que han desarrollado esa especie de indefensión aprendida y se petrifican a la hora de reclamar nada, con la dignidad tan pisoteada".
Villares sostuvo tras su última negativa de viaje: "Por lo pronto solo soy una pasajera en trance, una viajera inmóvil pero no por deseo sino por decreto del tirano, el castigo por el gran atrevimiento de querer/ soñar ser una cubana libre".
"El Estado aún se reserva el derecho de negar la entrada o salida del país a sus ciudadanos (por
'Defensa y Seguridad Nacional' e 'interés público') y mantiene intactas las facultades discrecionales del Ministerio del Interior para decidir qué cubano entra o sale de Cuba. El estado aplica restricciones de tipo políticas a los que abiertamente se manifiestan contra él, haciendo caso omiso a las disposiciones internacionales de derechos humanos", condenó Villares.
DIARIO DE CUBA intentó hablar con la activista en horas del mediodía de este miércoles, pero no pudo comunicar con ella.
Las restricciones de movimiento son una práctica frecuente del régimen que suele impedir a activistas de derechos humanos y a periodistas independientes viajar fuera del país. El modus operandi es comunicarles en el propio aeropuerto que están "regulados" sin darles explicaciones.