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Venezuela

Especialista: Maduro 'desconfía de su Ejército y recurre cada vez más a oficiales cubanos'

'Siempre se han mantenido un poquito en la sombra, pero ahora interrogan a oficiales, dan órdenes dentro de los cuarteles', dice Sebastiana Barráez.

Caracas

"Como confía cada vez menos en su propio Ejército, [Nicolás] Maduro ha redoblado la presencia de oficiales cubanos en los cuarteles", afirma Sebastiana Barráez, la periodista con más contactos y conocimientos dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela, según el diario Libertad Digital.

En una entrevista con el medio, la especialista en temas militares y frontera apunta que los enviados de La Habana "siempre se han mantenido un poquito en la sombra, sobre todo después de la muerte de Hugo Chávez (cuando) bajaron la intensidad de la visibilidad que tenían, especialmente en el caso de la fuerza armada".

Sin embargo, "ahora interrogan a oficiales, dan órdenes dentro de los cuarteles", dice.

A estas alturas la presencia de oficiales cubanos en el aparato del régimen venezolano es un secreto destapado.

Por estos días, testimonios de soldados desertores han alimentado este hecho. Periodistas de Univision que fueron deportados de Venezuela tras ser retenidos en el palacio de Miraflores por una entrevista que molestó a Maduro también lo corroboraron.

Miembros del equipo de Jorge Ramos identificaron a cubanos por su acento entre el cuerpo de seguridad del gobernante.

Sobre este aspecto, Barráez sostiene que "la desconfianza hacia los militares ha provocado también que Maduro y algunos de sus ministros cambien de guardia de corps".

De acuerdo con Libertad Digital, la periodista ni siquiera conocía a los agentes que rodearon a Maduro para protegerle cuando se le fue la luz durante una rueda de prensa celebrada este mes en Miraflores.

Cuando Maduro fue víctima de un ataque fallido con drones, quienes corrieron a rodearle eran militares, algo que no ocurrió el día del apagón. Los agentes eran esta vez civiles, y muchos vieron en los rasgos y ademanes de algunos de ellos la posibilidad de que fueran cubanos, dice.

"Y creo que lo mismo está ocurriendo con el ministro de la Defensa [general Vladimir Padrino López]. Creo que su custodia en estos momentos no es venezolana, no son militares nuestros". Barráez menciona una aparición pública reciente en la que Padrino estaba custodiado por dos civiles y no por militares, como es habitual.

Barráez por otra parte cuenta que "están proliferando las visitas de los comandantes a las diferentes dependencias militares" para alimentar la propaganda antimperialista.

"Están tratando de enfocar el discurso en lo que significaría para el país que EEUU interviniera militarmente", cuenta. "Los discursos se basan mucho en tratar de levantar un sentimiento patrio por la defensa del territorio y la soberanía".

El descontento e incluso la indignación ante el uso que Maduro ha hecho de la institución es algo común en toda la fuerza armada, con excepción del "alto mando" y el "alto mando militar ampliado".

El medio recuerda que los estamentos más altos están compuestos por menos de un centenar de oficiales, que son los más beneficiados por la corrupción y prácticamente los únicos que tienen algo que perder con el cambio de régimen.

"El número de oficiales molestos, inconformes e insatisfechos es altísimo", dice Barráez sobre los militares de más rango que no forman parte de la cúpula.

El problema, continúa la periodista, es que estos militares tienen largas carreras a sus espaldas y "familias establecidas", lo que hace mucho más improbable que se atrevan a rebelarse o desertar, razona.

El riesgo más concreto al que se enfrenta Maduro son las fugas de militares a los países vecinos, añade.

"Fue muy evidente que en los pasos fronterizos el primer cordón de la línea de seguridad no eran militares", señala Barráez sobre el dispositivo contra la ayuda humanitaria del pasado sábado 23 de febrero.

En algunos casos, recuerda la periodista, eran policías mujeres y muy jóvenes "que demostraban no tener ningún tipo de entrenamiento" y estaban mucho menos preparados para sortear los obstáculos y plantarse en Colombia.

"La idea era que los militares no se acercaran a los puentes". Después de las primeras tres deserciones, "los guardias [de la Guardia Nacional Bolivariana] fueron replegados hacia los comandos". El trabajo de los militares pasó a ser desempeñado a partir de ese momento por "unos grupos de civiles armados que salieron a las calles a enfrentar a los manifestantes", cita.

Se trata de los llamados "colectivos", que son bandas de delincuentes que se desplazan en motos y fueron armadas por el Gobierno venezolano desde los tiempos de Hugo Chávez para defender la revolución en momentos difíciles como el actual.

Al contrario de lo que suele ocurrir cuando actúan las fuerzas de choque chavistas, el despliegue de colectivos en las localidades fronterizas de San Antonio del Táchira y Ureña no dejó muertos ni heridos de gravedad, observa la especialista.

"Estos colectivos no eran cualquier colectivo. Se veía que tenían entrenamiento militar, y yo estoy casi segura de que son integrantes del grupo Los Pelusos y del Ejército de Liberación Nacional, que funcionan desde hace tiempo en la zona", afirma Barráez.

La periodista se refiere al Ejército Popular de Liberación (EPL, cuyos miembros son conocidos como pelusos) y al ELN, dos grupos insurgentes colombianos de izquierda con presencia en Venezuela.

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