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POLÍTICA

Demócratas cristianos de Cuba piden 'un texto constitucional que responda a los intereses de los ciudadanos'

El OCDH llama a los cubanos a 'no permanecer inmóviles y apáticos, mientras otros diseñan nuestro futuro'.

Madrid

El Partido Demócrata Cristiano de Cuba (PDC) pedirá "el NO en la papeleta" en el referéndum que decidirá sobre la nueva Constitución de la Isla si el Gobierno no escucha las opiniones de los ciudadanos, declaró este jueves la organización con sede en Miami.

"Como habíamos anunciado, el Partido Demócrata Cristiano de Cuba (PDC) decidió participar en el proceso de consulta sobre el texto de la reforma constitucional y ha invitado a los ciudadanos, en especial a aquellos que tienen una sensibilidad humanista cristiana a que lo hagan también", señaló.

El PDC añadió que en las próximas semanas presentará "un conjunto de propuestas de cambios al texto constitucional, entre los cuales se incluyen transformaciones sustanciales al acápite de los derechos políticos, económicos y electorales, incluyendo la eliminación del nefasto artículo 5 y el restablecimiento del pluripartidismo político".

"Será en función de la voluntad política del Gobierno cubano para escuchar las opiniones de los ciudadanos, que decidiremos la postura a recomendar ante el referéndum, siendo, en el supuesto de que el Gobierno insista en su proceder antidemocrático y en el clima de violaciones a los derechos humanos, la de pedir el No rotundo en la papeleta, con la exigencia de que se presente un texto que responda a los intereses generales de los ciudadanos", añadió la declaración.

"Estamos en contacto con nuestros aliados internacionales de la Internacional Demócrata de Centro y de la Organización Demócrata Cristiana de América para que soliciten al Gobierno de Cuba participar en el referéndum como observadores internacionales", sostuvo.

Por otra parte, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) dirigió "una declaración a la nación cubana, para llamar la atención sobre la importancia para nuestro futuro, de la participación responsable y reivindicativa en el proceso de modificación Constitucional".

"Estamos ante la disyuntiva de, por una parte, permanecer inmóviles y apáticos, mientras otros diseñan nuestro futuro, o, por otra parte, convertirnos en los protagonistas de nuestro destino", indicó.

"En el año 2002, el Gobierno, enfrentado por la  iniciativa ciudadana conocida como el Proyecto Varela, que  llevó ante la Asamblea Nacional del Poder Popular cubana más de 30.000 firmas exigiendo reformas que aún hoy están por hacer, tomó la decisión de modificar la Constitución, en un intento de hacer imperecedero su régimen", agregó.

Recordó que "por aquellos días, la esperanza tenía un asidero. Se sentía ese espíritu entre quienes gestionaron la iniciativa y en las personas que, en medio de un ambiente hostil, decidieron firmar y arriesgar por el cambio".

Para el OCDH, "existe ahora una oportunidad para recuperar ese momento y espíritu, y para dejar constancia de nuestra decisión soberana. Es el momento de retomar la conducción de nuestras vidas y de nuestra nación".

Ante lo que define como "dilatada experiencia sobre el comportamiento del gobierno y sus medios de comunicación", el OCDH llamó a no dejar "en sus manos el manejo de nuestras opiniones".

"Esta vez las publicaremos en medios alternativos y en redes sociales, las escribiremos en mensajes de texto, las compartiremos con todo cubano y persona de buena voluntad a nuestro alcance, y entonces les será muy difícil silenciarnos. Tienen todo el poder y los instrumentos represivos, pero no contarán con nuestra apatía ni con nuestro silencio. Si el gobierno sigue por ese camino, lo hará en contra de nuestra opinión y voluntad manifiesta, porque nuestra decisión es ser libres", manifestó.

La organización prometió estar muy atenta a este proceso, "que debería arrojar un texto respetuoso de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y de las libertades individuales".

"Si el Gobierno no tiene en cuenta las reivindicaciones y los legítimos intereses de los cubanos, entonces, la única alternativa frente al proyecto de Constitución será el NO, que significa un SÍ al futuro", concluyó.

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