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Sociedad

Estudio: El 60% de los negocios privados en Cuba solo emplean a una o dos personas

Una encuesta del IRI ofrece un vistazo inédito al desarrollo del cuentapropismo en la Isla e indaga en lo que quieren sus trabajadores.

Madrid

Una reciente encuesta sobre los trabajadores privados en Cuba, realizada por el no gubernamental International Republican Institute (IRI), con sede en Washington, reveló que más del 60% de los negocios en la Isla solo cuentan con una o dos personas empleadas y el 55% ha comenzado a operar en los últimos cuatro años.

El estudio, el primero de su tipo en Cuba, según destaca IRI, busca "proporcionar una comprensión más matizada de quiénes son, cómo operan y la perspectiva" de este sector, a cuyos empleados el Gobierno ha bautizado eufemísticamente como cuentapropistas.

La ONG los describe como emprendedores de negocios "pequeños, frágiles y altamente informales".

El 60% de los encuestados por el IRI afirmaron además no saber lo que ganan o no informaron sobre las ganancias, "lo que podría ser un indicador de un seguimiento deficiente de los ingresos, o una tendencia a reportar menos debido al régimen impositivo punitivo de Cuba".

La encuesta destaca que al menos uno de cada cinco cuentapropistas opera sin licencia, es decir, de manera informal.

"Como el comercio independiente o las asociaciones profesionales son ilegales, muy pocos (17%) pertenecen a tales organizaciones, y la mayoría (72%) no forman parte de ninguna organización sindical".

De acuerdo con el IRI, un 70% de los cuentapropistas dicen que su clientela principal consiste en turistas extranjeros; solo el 28% vende u ofrece sus servicios a otros cubanos. El 40% obtiene sus materiales y suministros de las tiendas minoristas del Gobierno, donde las existencias son inciertas y costosas, y el 21% compra en el mercado negro.

El desglose racial de los encuestados arrojó que un 44% de los cuentapropistas en Cuba son blancos; un 30%, mestizos, y un 26%, afrocubanos.

El estudio revela que la mayoría de los que trabajan o son dueños de casas particulares para la renta de habitaciones son blancos (22%) comparado con los afrocubanos (7%).

En cuanto a género, los hombres llevan la preponderancia con un 67%, mientras las mujeres solo el 33%.

Por edades, los que más se dedican al cuentapropismo (31%) tienen entre 30 y 39 años. Los que menos, las personas que tienen más de 40 años.

Lo que quiere el sector privado

Según la encuesta aplicada por la ONG, "los cuentapropistas quieren impuestos más bajos, más acceso a internet, menos inspecciones, acceso a crédito y financiamiento, y un acceso más fácil a las licencias".

En este sentido, una de las conclusiones del estudio es que "a medida que (el Gobierno de) Cuba emprenda su transición de liderazgo, sus acciones hacia este sector emergente serán un indicador clave de la apertura del régimen al cambio económico".

A una pregunta sobre el futuro como cuentapropistas, el 45% contestó que no estaba ni pesimista ni optimista; el 37% se mostró optimista, un 6% pesimista y un 11% no supo o no quiso responder.

La encuesta del IRI cobra relevancia teniendo en cuenta que si bien su número de trabajadores privados ha crecido significativamente en los últimos años debido a la creciente incapacidad del Estado para proporcionar empleo, la información sobre este sector sigue siendo en su mayoría anecdótica.

En 2010, el Gobierno de Raúl Castro permitió que el sector cuentapropista se expandiera a 201 ocupaciones autorizadas, que iban desde la reparación de muñecas y la preparación de alimentos hasta la conducción de taxis y la cosmetología.

Como bien señala el IRI, la mayoría de estos puestos de trabajos son actividades que requieren de baja cualificación y ninguno corresponde a la industria o a actividades profesionales.

Según datos oficiales, el número de cuentapropistas con licencia se expandió a aproximadamente 580.000 en 2017.

"Estas pequeñas empresas están fuertemente gravadas y reguladas, y muchos cubanos (especialmente los disidentes) no pueden recibir licencias", advierte la organización, enfocada en la promoción de la democracia.

Al considerar que el empleo informal es tan prominente en la economía cubana, el IRI aplicó una interpretación amplia del término cuentapropista e incluyó a individuos sin licencia en la muestra.

El verano pasado, el Gobierno de Raúl Castro lanzó una ofensiva contra algunos negocios que las autoridades declararon sospechosos de realizar actividades ilegales y cerraron varios restaurantes privados.

Mientras anunció que se redactaban nuevas regulaciones, interrumpió la emisión de nuevas licencias para restaurantes, casas particulares y numerosas otras categorías de trabajo privado.

La encuesta promovida por el IRI fue aplicada por una firma de investigación con sede en América Latina bajo la supervisión del Centro de Información sobre Investigación de Encuestas (CISR), entre el 26 de octubre y el 15 de noviembre de 2017.

En el estudio participaron 397 personas a partir de los 18 años. Los realizadores siguieron una serie de pasos para asegurar la aleatorización de la muestra, como por ejemplo de la estratificación por región y puntos de partida variables y rutas de viaje dentro de las regiones.

IRI explica que al carecer de datos confiables sobre los cuentapropistas en Cuba, el CISR no puede evaluar si la muestra lograda es representativa del sector en general. Sin embargo, con base en la comparación con otras encuestas recientes que miden la ocupación, así como con los limitados datos publicados por el Gobierno cubano, IRI confía en que la muestra represente una aproximación cercana de la población objetivo.

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