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América Latina

Venezuela: La hiperinflación se desacelera, pero sigue siendo la más alta del mundo

El salario mínimo, equivalente a tres dólares, 'solo alcanza para comprar un cartón de huevos', señala un legislador.

Caracas
Uno de los 'bodegones' que venden productos en dólares en Venezuela.
Uno de los 'bodegones' que venden productos en dólares en Venezuela. Reuters

Aunque drásticamente menor en comparación con 2018, en el recién concluido 2019 Venezuela registró otra alza de primer orden en los precios, siendo el segundo año con hiperinflación en el país.

De acuerdo con las cifras divulgadas por la Asamblea Nacional (dominada por la oposición), ante la ausencia de información oficial del Banco Central (controlado por el Ejecutivo), el índice inflacionario de 2019 se ubicó en 7.374,4%.

Ha ocurrido, sin duda, una desaceleración, si se compara con la cifra superior al millón por ciento del año anterior. Pero Venezuela sigue encabezando el ranking mundial de inflación.

De acuerdo con analistas, la desaceleración inflacionaria se debe a tres factores: se contrajo el consumo de bienes, se flexibilizó el control de cambio —lo cual permitió la importación de alimentos—, y el Gobierno de Nicolás Maduro reguló la circulación de dinero en efectivo.

El diputado opositor Ángel Alvarado, que integra la Comisión de Finanzas del Parlamento y encabeza la iniciativa de medir la inflación desde el legislativo, explicó que, pese a la caída, los precios se mantienen muy elevados y afectan los ingresos de los venezolanos.

"El nuevo salario solo alcanza para comprar un cartón de huevos", agregó el legislador. El sueldo mínimo es equivalente a unos tres dólares.

"La inflación ha generado algo negativo: la exclusión", dijo Alvarado para señalar que en el país un pequeño segmento de la población realiza pagos en divisas y la mayoría en bolívares, la devaluada moneda nacional. En el último año, los pagos en moneda extranjera son más frecuentes y numerosas tiendas ofrecen artículos en dólares.

Durante el año 2019, se popularizaron en Venezuela los llamados "bodegones". El Gobierno permitió que comerciantes hicieran importaciones directas de alimentos, en su mayoría provenientes de Estados Unidos y China. En esos locales, los productos se venden en dólares.

El discurso oficial en Venezuela anteriormente combatía al dólar estadounidense. Hoy, por la vía de los hechos, ocurre una dolarización de la vida cotidiana, aunque economistas señalan que es un proceso desordenado que profundiza las brechas sociales, ya que la gran mayoría de la población no tiene acceso a las divisas.

Venezuela acumula seis años de contracción económica, prácticamente todo el período que ha gobernado Maduro.

En 2019 Maduro relajó los controles de precio y cambio de divisas, pero tales acciones han sido tardías porque las empresas siguen operando en niveles mínimos por las menores importaciones y la baja demanda. La producción nacional está lejos de haberse reactivado.

La restricción por parte del Gobierno del dinero en circulación "paralizó la economía", dijo el parlamentario Alvarado.

Los bancos entregan a sus clientes un promedio de 20.000 bolívares por día. Eso apenas representa 0,25 dólares. Las personas van al banco y extraen dicha suma básicamente para pagar el transporte público, ya que no pueden comprar productos en efectivo con esa cantidad.

Economistas como Luis Oliveros y Asdrúbal Oliveros (sin parentesco) coinciden en que Venezuela saldrá de la hiperinflación en 2020, pero aun así seguirá teniendo la inflación más alta del mundo.

Al iniciarse 2020, Maduro en una de sus alocuciones de televisión, prometió inflación de un dígito para 2020. Eso es imposible de alcanzar, según estos dos economistas.

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