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'Elecciones' 2018

'La candidata opositora', una aptitud diferente

'Pienso postularme, porque yo sí voy a defender los intereses de mis vecinos', dice Vizmaika Amelo Jardines.

Santiago de Cuba

"La candidata opositora", así le dicen los vecinos a Vizmaika Amelo Jardines, de 40 años, quien piensa postularse para delegada en las "elecciones" de circunscripción que se celebrarán en octubre.

Vizmaika estudió hasta el noveno grado, salió embarazada y se dedicó a la crianza de sus dos hijos. Fue miembro de las Damas de Blanco por cuatro años y desde hace dos milita en el Partido Arco Progresista. Reside en Veguita de Galo, un barrio entre la avenida Trocha y Carretera del Morro, en Santiago de Cuba. Su activismo la motivó a postularse como candidata.

"Siempre he sido muy activa en la reclamación de las cosas mal hechas. No tengo pena de ir a cualquier lugar a pedir mis derechos. Por eso pienso postularme, porque yo sí voy a defender los intereses de mis vecinos".

Los vecinos se enteraron de su intención en una reunión del CDR, aunque ya desde antes sabían del interés de Vizmaika por los problemas de la comunidad.

"La presidenta, Ana María, le dijo a los vecinos que por mi activismo yo podría ser la indicada para postularme como delegada. Cuando hay alguna situación vienen a buscarme, yo he ido hasta el gobierno (local). Es una pena que casi siempre voy sola. La gente me busca para reclamar, pero no se atreven a hacerlo ellos. Hay un gran miedo".

Vismaika ha intercedido por sus vecinos en varias ocasiones, por distintos temas.

"Hace poco vinieron tres muchachas para pedirme que investigara qué pasaba con las íntimas (almohadillas sanitarias), que no llegan desde hace dos meses. Yo fui al gobierno y les pregunté. Ellos me respondieron que había falta de materias primas y que no tenían carros. Les pregunté cómo era posible que entonces en la tienda en divisas hubiera almohadillas a 1.95 CUC. Dijeron que ellos solo podían responderme por las de la farmacia".

"En una reunión del CDR planteé que nos enviaban solo unos frijoles negros que eran un fango por la cantidad de tierra que tenían, que seguro Lázaro Expósito (primer secretario del Partido en la provincia) no se los comía, que por qué se los enviaban a la población en esas condiciones. Me respondieron que llegan así porque los guajiros no los limpian. Les respondí que le dijeran a los responsables que nos enviaran frijoles colorados, porque en otras zonas los habían distribuido. Al mes siguiente llegaron frijoles colorados".

"En abril llegaron unos espaguetis que tenían sabor a cucaracha. Yo los compré y me fui con ellos para el gobierno del distrito. Allí solicité ver al director, que no quería atenderme, pero yo me planté. Cuando vino, le dije que buscara una olla y un fogón para cocinar los espaguetis y los comeríamos los dos para ver si de verdad tenían sabor a cucaracha. Él se negó a cocinarlos. Allí había un trabajador que le dijo: 'oye, es verdad que saben a cucaracha'. Él me dijo que me calmara, llamó a los almacenes y preguntó por los espaguetis. Le respondieron que esos espaguetis estaban tirados en el almacén y que ellos no sabían nada del sabor. Entonces el director me dijo que se los dejara, que iba a resolver esa situación. Al otro día recogieron los espaguetis de la bodega y a mí me trajeron mi cuota de espaguetis en buen estado".

Como consecuencia de estas gestiones, los vecinos ven a Vizmaika como alguien que puede marcar la diferencia si fuera delegada.

"Vienen a verme para resolver las cosas de las que no obtienen respuesta por la vía oficial, o por lo menos para que les contesten. La gente viene a mí porque el delegado tradicional no resuelve nada, a veces ni le interesa porque ni siquiera le pagan".

La policía política no pierde de vista a Vizmaika.

"Vivo vigilada. Me siguen a todas partes, hasta en la conga donde me gusta arrollar. Aquí mismo en el barrio tienen un puesto de vigilancia. Ya me hicieron un registro, y están haciendo campaña contra los candidatos opositores. Están yendo por los CDR advirtiéndoles que no pueden votar por nosotros. Hay riesgos".

A pesar de las inevitables presiones del Gobierno, Vizmaika opina que podría ganar las elecciones para delegada.

"Los vecinos me dicen la candidata opositora. Espero que no se dejen intimidar. Yo le ruego a Dios que esto sea posible. Alguien me dijo que yo era una contrarrevolucionaria. Le respondí que solo estaba defendiendo mis derechos y los de mis vecinos".

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