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Economía

'No vuelvo a trabajarle al Estado por 400 pesos'

Jóvenes profesionales aprovechan un concurrido parque santiaguero para ganarse la vida con diferentes negocios.

Santiago de Cuba

El Parque Comercial del Distrito José Martí de Santiago de Cuba se ha convertido en un área constantemente concurrida donde destaca la presencia de jóvenes que se buscan la vida ofertando todo tipo de servicios o productos, desde conectify y ropa importada hasta cigarros.

Debido al punto Wifi que desde hace unos meses fue instalado en el lugar, uno de las pocos alejados del centro de la ciudad, la afluencia de personas dura hasta altas horas de la noche, lo que es aprovechado por los vendedores.

Pablo, de 20 años, es uno de ellos. Se graduó de elaboración de alimentos, carrera que nunca ha ejercido, y vende caramelos importados.

"Yo vengo con mi paquete diciendo lo que traigo", declara. "Me los dan para vender. Aquí es fácil, la gente está conectada, pero siempre compran porque para buscar algo de comer hay que salir de la conexión. Yo se los traigo".

Añade que la venta le da para sacar un dinero diario y ayudar en la comida de su casa.

"Uno quiere trabajar legal, pero no hay trabajo. Hace unos días, obligado por mi mamá, fui al Ministerio de Trabajo. Lo único que había en oferta era chapeador y auxiliar de limpieza, esto último solo para mujeres. La chapea no es para mí, así que continúo aquí, que siempre cae algo", dice. "Ahora también estoy ayudando a los conectify, llamándoles clientes".

Robert, de 28 años, es uno de los tantos conectify que trabajan en la zona. Para él es un negocio lucrativo a pesar de la fuerte competencia, pues su cuenta de internet se la recarga un familiar que vive en el exterior. Ha aprendido la lección de anteriores redadas policiales y ahora mantiene sus equipos camuflados, colocados en lugares estratégicos.

"Soy graduado de mecánica y nunca le he trabajado al Estado. Después del Servicio Social no había plazas o pedían experiencia que yo no tenía", afirma. "Este negocio crece porque nosotros no somos careros como ETECSA. Yo conecto por diez pesos (moneda nacional) media hora y hasta 15 minutos. No todo el mundo tiene los 50 pesos del cupón nauta".

Robert cree trabajar para el Estado es una pérdida de tiempo. Si se hace, hay que buscar un puesto en el que se pueda "sacar algo para vender" y, "al final, si te cogen, corres el mismo riesgo o peor" que con un negocio clandestino. "Por lo menos esta plata es mía", razona.

En el área se encuentran ubicadan una Tienda Recaudadora de Divisas (TRD), una Casa de Cambio (CADECA) y un Banco Popular de Ahorro, por lo que uno de los negocios más lucrativos es el cambio de moneda.

Con eso se busca la vida Alberto. Tiene 32 años y lleva casi dos cambiando. Graduado de ingeniero mecánico, trabajó ocho años en una empresa dedicada a la fabricación de tanques.

"Perdí varios años allí, me hice máster, era tecnólogo, diseñador y planificador, todo por 475 pesos", declara.

"Yo siempre he sido un luchador, desde la universidad. Vendía cerveza cuñete (dispensada). Iba a la fábrica y sacaba un saco con 30 y pico de balitas. Yo nunca he sido de arriesgarme, así que las cogía en una casa cercana a 25 pesos, nunca en el muro perimetral. Las vendía a 35 y con eso tuve para mis gastos casi toda mi carrera. Mi mamá solo me mantuvo el primer año".

Cuando aún trabajaba para el Estado, empezó con un negocio de venta de ropa y así preparó el capital para el negocio actual. "Finalmente dejé el trabajo. Del stress que tenía allí me salieron canas", asegura.

A él todo le viene bien, no se aferra a una actividad determinada. Su filosofía es la temporalidad de los negocios en Cuba.

"Esto de cambiar dinero no es fácil, sobre todo porque hay que estar pendiente de cuando se tira la Policía", explica. "Vienen de civil, con su pulóver a rayas. Te quitan todo el dinero y te ponen una multa. Ahora estoy más alerta que nunca, la WiFi y los conectify están jodiendo esto. En cualquier momento ponen cámaras".

A la pregunta de cómo ve su futuro laboral responde sin pensarlo: "No sé como estaré buscándome la vida, de lo que sí estoy seguro es de que no vuelvo a trabajarle al Estado por 400 pesos".

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