Back to top
Venezuela

'Juego trancado': ¿ha llegado el momento de una negociación en Venezuela?

Se hace necesario 'un esfuerzo de realismo', advierten analistas.

Barquisimeto

Tres expertos en transiciones democráticas le recomendaron al unísono a Juan Guaidó que adelante negociaciones con el chavismo bajo veeduría internacional, como una vía para superar el escenario de "juego trancado" que parece prevalecer en Venezuela.

Los chilenos Ignacio Walker y Genaro Arriagada, junto al estadounidense Abraham Lowenthal, literalmente le dictaron cátedra a Guaidó en un acto celebrado en la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas, este 25 de mayo. El presidente de la Asamblea Nacional y figura reconocida como jefe de Estado legítimo por más de 50 países escuchó con atención y agradeció.

Posteriormente, de visita en Barquisimeto durante el fin de semana, Guaidó aseveró que la negociación que se ha iniciado en Noruega, de forma muy exploratoria, "es una de las opciones sobre la mesa, pero no la única para lograr el cese de la usurpación".

Representantes designados por Nicolás Maduro y por Guaidó han estado en Noruega por segunda vez en unas semanas. De acuerdo con la apreciación de Euroasia Group, "es poco probable que las conversaciones en Oslo conduzcan a un avance político en el corto plazo". La segunda ronda concluyó este 29 de mayo.

A juicio de diversos analistas, la situación en Venezuela luce estancada. Una suerte de juego de dominó trancado. Maduro sigue detentando el poder y Guaidó ha consolidado su liderazgo. El primero no tiene el poder de hacer detener al segundo, pero este tampoco tiene éxito hasta ahora en desalojar a Maduro del Palacio de Miraflores.

"Ha llegado el momento para una negociación en Venezuela", sentenció de manera tajante Lowenthal en su mensaje a Guaidó. El autor del libro más completo sobre las transiciones, junto a Sergio Bittar, advirtió que Estados Unidos no debe jugar un papel relevante en la nueva fase del conflicto venezolano.

"Estados Unidos debe ser animado por todos los otros países para apoyar un esfuerzo concertado, internacional, para que Venezuela llegue a una transición democrática en paz", sostuvo el académico.

A su juicio, una eventual intervención de Estados Unidos complicaría la situación no solo de Venezuela, sino que tendría serias repercusiones en América Latina.

Para muchos actores de oposición en Venezuela, un punto de honor es la salida de Nicolás Maduro del poder. El "cese de la usurpación", como ha llamado Guaidó a la presidencia ilegítima de Maduro, debe ocurrir antes de cualquier posible elección.

El exdiputado, exsenador y excanciller de Chile, Ignacio Walker, recordó como un error —y así se lo hizo saber a Guaidó— lo que fue una estrategia fallida en su país: pedir la salida del dictador Augusto Pinochet antes de sentarse a cualquier negociación.

"Estamos en dinámicas de movilización y negociación. No basta con la movilización. En Chile, en el período 1982-1985, la movilización nos hacía ver que Pinochet estaba caído, cosa que era falsa. Así, pedíamos que Pinochet renunciara antes de sentarnos a negociar", recordó Walker.

"Una vez que Pinochet fue derrotado electoralmente, en 1988, allí fue que vino la negociación", sostuvo el excanciller chileno en Caracas. Recordó cómo un gran cambio que vivió la oposición fue reconocer la Constitución de Pinochet, que de hecho existía, dejar la discusión sobre la legitimidad constitucional y ampararse en un artículo de dicha Carta Magna para ir al referendo que finalmente desencadenó la transición.

A propósito de lo que se vive en Venezuela y también de experiencias que observó en otros países, Genaro Arriagada aseguró que las fuerzas en el poder y las opositoras crean dinámicas de "equilibrio catastrófico. Sin que las cosas cambien".

"Las transiciones a la democracia empiezan cuando comienza lo que es inevitable: una negociación que tiene por finalidad salvar al país", sostuvo quien fue el jefe de campaña por el No en Chile en 1988.

Para defender su posición a favor de una negociación con el chavismo, Arriagada le dijo a Guaidó que se hace necesario "un esfuerzo de realismo, ya que no habrá una solución 100 por ciento satisfactoria. Pero lo que se genere será infinitamente mejor que lo que tenemos hoy".

Consultado por DIARIO DE CUBA, el analista político y asesor estratégico Oswaldo Ramírez aseguró que "negociar en este momento es tal vez la única manera de desencadenar procesos de cambios políticos, incluso de una transición democrática en Venezuela".

"Me siento ligeramente optimista sobre lo que pueda lograrse", comentó por su parte a DIARIO DE CUBA el profesor venezolano Rubén Peñalver, residenciado en Oslo desde hace ocho años.

Este espacio de negociación ha sido una jugada muy preparada por el Gobierno de Noruega, recordó Peñalver, para quien las autoridades de ese país se prepararon para este momento al tomar dos decisiones: no reconocer la legitimidad de las elecciones del 20 de mayo, con las que Maduro se auto adjudicó la reelección, y tampoco reconocer a Guaidó como presidente interino.

Para Ramírez, sin embargo, un facto ausente en Noruega es el estamento militar y su peso en cualquier escenario post-Maduro en Venezuela.

En su opinión, efectivamente, podría abrirse un escenario de cambio con militares al frente del Gobierno y un acuerdo para tener elecciones libres y justas en un plazo razonable, pero no debe obviarse el riesgo de que los militares, ante la debilidad de Maduro, se hagan directamente con el poder para mantener un régimen autoritario militarista.

Peñalver considera que quien tiene más que perder es el régimen de Maduro, pues si boicotea las negociaciones, como ya hizo en el pasado con dos intentos de diálogo con la oposición, deja en claro ante la comunidad internacional que deberán tomarse medidas más drásticas. Para Guaidó, entretanto, es una oportunidad ante la situación de juego trancado que prevalece en Venezuela.

Ramírez aseveró a DIARIO DE CUBA que un cambio sustantivo en la estrategia opositora, bajo la dirección de Guaidó, es la capacidad de "jugar en todos los tableros; no apostar exclusivamente al espacio de la negociación".

Una muestra de ello la dio el propio Guaidó este 28 de mayo, cuando en una sesión de la Asamblea Nacional, el único poder legítimo reconocido por Occidente (la gran mayoría de países americanos y europeos), cambió de manera imprevista el orden del día para introducir y aprobar la reincorporación de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un aspecto que complace a Washington y a los sectores de oposición en Venezuela que claman por una intervención estadounidense como salida a la crisis.

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.