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Sucesos

Una ciudad canadiense sufre ruidos persistentes y nadie sabe de dónde salen ni el por qué

Numerosos residentes se quejan de molestias y daños a la salud y de una búsqueda incesante de la fuente.

Ontario

Un ruido persistente de origen desconocido, a veces comparado con un camión parado o un trueno distante, ha perturbado a la ciudad canadiense de Windsor, Ontario, durante años, dañando la salud y la calidad de vida de las personas, según dan testimonio numerosos residentes.

De acuerdo con un artículo que publica este martes The New York Times, quienes lo escuchan lo han comparado con una flota de motores diésel funcionando en ralentí junto a su casa o con la pulsación de un subwoofer en un concierto. Otros incluso han reportado sacudidas de sus ventanas y sustos de sus mascotas.

Conocido como el Windsor Hum, este sonido que se produce en la urbe cercana a Detroit es impredecible en cuanto a duración, tiempo e intensidad, lo que lo hace aún más enloquecedor para los afectados.

Desde que aparecieron los informes en 2011, el zumbido ha sido estudiado por el Gobierno canadiense, la Universidad de Western Ontario y la Universidad de Windsor. También activistas han hecho su propia investigación.

Durante seis años, Mike Provost, quien ayuda a administrar una página de Facebook sobre el misterioso fenómeno, ha acumulado más de 4.000 entradas de observaciones diarias sobre la duración, intensidad y características del sonido y las condiciones climáticas en ese momento.

El zumbido no se limita a Windsor, una ciudad de aproximadamente 220.000 personas en el río Detroit. Provost dijo que había recibido informes de McGregor, Ontario, a 20 millas al sur, y del este de Cleveland, a unas 90 millas de distancia.

Tracey Ramsey , miembro de la Cámara de los Comunes de Canadá, dijo en una entrevista telefónica con The New York Times que regularmente recibe llamadas de los afectados sobre los efectos del zumbido en la salud. Los residentes se han quejado de dolores de cabeza, insomnio, irritabilidad y depresión, entre otros.

Estos síntomas recuerdan los padecimientos sufridos en Cuba por al menos una veintena de diplomáticos estadounidense y también canadienses dentro de unos incidentes aún no esclarecidos y que en principio apuntaban a ataques acústicos.

Rastrear los orígenes del ruido en Windsor se complica por quién lo escucha, cuándo y dónde.

Tim Carpenter, un ingeniero consultor jubilado que se especializó en ingeniería geotécnica y vibraciones de máquinas y es administrador de la mismo página de Facebook, dice que no todos pueden escucharlo.

"Es como si tuvieras una manguera de incendios moviéndose hacia adelante y hacia atrás y las personas que tienen el agua cayendo sobre ellos escuchan el ruido, y si estás fuera de esa corriente, no escuchas el ruido", dijo.

El Dr. Darius Kohan, del Hospital Lenox Hill y el Hospital Manhattan Eye, Ear and Throat, dijo que era poco probable que el zumbido de baja frecuencia causara daños auditivos a largo plazo, pero que podría ser tan debilitante como el tinnitus, un zumbido persistente en los oídos.

Scott Barton , profesor asistente de música en el Instituto Politécnico de Worcester en Massachusetts, dijo en una entrevista telefónica que los infrasonidos, que están por debajo de los 20 hertz, pueden crear una sensación de malestar porque es ininteligible para la audición humana pero aún detectable.

El informe de la Universidad de Windsor dijo que la fuente probable del zumbido eran las operaciones en unos hornos industriales en la isla Zug en el río Detroit. Activistas se han quejado de que United States Steel, que opera los hornos, ha sido poco cooperativa y reservada. Una portavoz de la compañía no respondió a las solicitudes de comentarios.

Se han informado casos similares a los de Windsor en al menos una docena de comunidades en todo el mundo, incluso en Australia, Inglaterra y Escocia, según el estudio. En los EEUU, se han reportado zumbidos de alto perfil en Taos.

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