El Gobierno cubano dijo este domingo que ha recuperado a casi 3.000 de los más de 8.300 médicos que tenía en Brasil cuando decidió unilateralmente finalizar la participación cubana en el programa Más Médicos.
La agencia oficial Prensa Latina informó el retorno a la Isla de otros 176 profesionales en un vuelo que enumeró como decimoquinto.
Según el reporte, los médicos llegaron por la madrugada al Aeropuerto José Martí y fueron recibidos por el presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, Rafael Santiesteban.
La agencia estatal acusó al presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, de "hostilidad" y dijo que eso fue lo que llevó al Ministerio cubano de Salud Pública a cancelar la participación en Más Médicos, un programa iniciado en 2013, durante la presidencia de Dilma Rousseff, aliada de La Habana.
"Regresamos a la patria con el orgullo del deber cumplido y dispuestos a trabajar donde nos necesiten", declaró en nombre del grupo de profesionales la doctora Lídice Hernández.
Dijo que los cubanos trabajaron en Brasil en las zonas más pobres e intrincadas.
"Para esos pacientes muy humildes fuimos muchas veces su única esperanza", añadió Hernández y afirmó lamentar el impacto "de la agresividad de Bolsonaro" en la salud de millones de brasileños.
Por su parte, la viceministra de Salud, Regla Ángulo, presentó la retirada de Más Médicos como "una cuestión de dignidad".
"Bolsonaro no sabe que Cuba no hace política con la salud de ningún pueblo", dijo.
Las autoridades de la Isla acusan al ultraderechista Bolsonaro de atacar a los cooperantes cubanos y de pretender violar lo acordado entre La Habana, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Gobierno brasileño al considerar que los médicos cubanos deben revalidar su título en el país sudamericano —como se exige a todos los profesionales— y acceder a Más Médicos a través de la contratación individual.
No mencionan que Bolsonaro ha dicho que los cubanos deberían recibir íntegramente su salario y poder tener consigo a sus familiares, como los médicos de otros países participantes en el programa.
El Gobierno cubano, que se queda con el 70% de lo que paga Brasilia por el trabajo de los médicos, mientras la OPS se embolsa otro 5%, está en una carrera contrarreloj por recuperar a sus trabajadores.
La venta de servicios profesionales, fundamentalmente médicos, constituye la principal fuente de ingresos del régimen cubano.
Bolsonaro, que asumirá la Presidencia el próximo 1 de enero, ha prometido dar asilo a los médicos de la Isla que quieran quedarse en Brasil.
Varios centenares de profesionales habrían decidido ya no plegarse a la exigencia de La Habana de volver a Cuba.
Según pudo saber DIARIO DE CUBA a finales de la pasada semana, al menos 350 médicos no habrían abordado los vuelos desde Brasil programados por el Gobierno cubano, a pesar de la redoblada vigilancia de la Seguridad del Estado y a la amenaza de no poder entrar a la Isla en al menos ocho años.
En Cuba, los funcionarios del régimen visitan a las familias de los médicos para presionarlos a regresar y prometen nuevas misiones en el exterior, la única vía para mejorar los magros salarios estatales.
La precipitada salida de Brasil ha creado malestar. Muchos de los médicos que regresen a la Isla se verán obligados a dejar pertenencias en el país sudamericano, después de que el Gobierno diera marcha atrás a la decisión inicial de permitirles llevar sus bienes a la Isla sin costo alguno y dijera la semana pasada que admitirá solo 45kg de equipaje.
