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Fotografía

Retratos de artistas por un artista

En una galería privada, se exhiben retratos de jóvenes artistas cubanos en su estudio hechos por el fotógrafo italiano Niccolò Guasti.

La Habana

En Sevilla

Cuando, en mayo de 2014, Nacho Alarcón habló con su amigo el pintor cubano Michel Pérez Pollo, que se encontraba de visita en Sevilla, ya sabía que ese tipo de viajes personalizados de turismo artístico se hacían desde Estados Unidos, pero quería llevar a cabo algo distinto, de una manera muy cercana a la cultura y a los artistas cubanos, incluso como se hacen las cosas en Cuba, y, por supuesto, hacerlo desde Europa.

A Michel le pareció bien, pero le sugirió no utilizar a artistas de renombre, sino dar un giro diferente y hacerlo con artistas jóvenes que están empezando a consolidar su obra. A Nacho le pareció genial. "Me basta con que me presentes a los artistas", le dijo al pintor, pues él, que conocía de turismo, sabía bien cómo hacer el trabajo. Ya Nacho Alarcón había estado en Cuba desde hacía años, pero no tenía ningún vínculo directo con artistas emergentes.

A Michel Pérez Pollo le pareció que aquel proyecto tendría que ver mucho con su amigo. "Un tipo medio hippie, aunque ha trabajado en la Confederación de Empresarios de Andalucía y habla tres idiomas, muy tranquilo, muy natural", así describe el artista cubano al promotor andaluz, con años de práctica en viajar con empresarios por todo el mundo. De ese modo nació la agencia Haban&co.

En Cuba

En noviembre de 2014, Nacho Alarcón trajo a Cuba al joven pero experimentado fotógrafo freelance Niccolò Guasti, florentino muy español que ha sido contratado por museos como el Reina Sofía o El Prado, y cuyo maestro italiano era especialista en la fotografía de escultura y sentía una enorme fascinación por la luz. Como son amigos, el otro aceptó hacer el trabajo sin más remuneración que el pago del pasaje y del alojamiento.

Guasti se reunió con los jóvenes artistas fichados por Nacho, pasó tiempo con ellos, conoció sus obras, estuvo en sus talleres y les tomó fotos para elaborar un catálogo de presentación de Haban&co, de manera que quedara documentado gráficamente cada uno de los creadores.

Regresaron a España y a las pocas semanas la noticia conmovió al mundo: Cuba y Estados Unidos anunciaban que restablecerían las relaciones diplomáticas. Nacho llama a Michel: "¿Esto es bueno o no? ¿Suspendemos el proyecto?". A Michel le pareció que vendrían montones de americanos, pero también querrían venir europeos.

En fin, Nacho, decidió que no podría hacer como los estadounidenses y traer a Cuba un grupo de 20 personas. "Como máximo llevo a cuatro u ocho personas, para dar una atención más personal, más cercana." Y entonces surgió la idea de hacer una exposición que sería, además de la presentación de la agencia Haban&co, la primera muestra personal de Guasti.

InCuba

Seis meses después tenemos el resultado: la exposición se llama InCuba y fue inaugurada el viernes 29 de mayo en una galería particular, en Línea y 8, en El Vedado, como otra de las exposiciones colaterales que se presentan durante esta XII Bienal. Niccolò Guasti parece satisfecho, joven entre las decenas de jóvenes que han acudido a ver los retratos de esta casi veintena de creadores jóvenes, varios de los cuales tienen un nombre ya en el paisaje —que por momentos se destiñe— de la plástica cubana actual.

Son fotos tomadas —con cámara digital y sin efectos añadidos— en el estudio, en el corazón de la vida creativa de estos artistas, que es lo que determina la composición en todos sus aspectos, y por supuesto lo que pretende decirnos la propia imagen y la manera en que aparecen los retratados: Léster Álvarez (Camagüey, 1984), Nelson Jalil (Camagüey, 1984), Darwin Estacio (Manzanillo, 1982), Luis Enrique López Chávez (Manzanillo, 1988), Osvaldo González (Camagüey, 1982), Niels Reyes (Santa Clara, 1977), Orestes Hernández (Holguín, 1981), Yunior Acosta (La Habana, 1984), Michel Pérez Pollo (Manzanillo, 1981), Alejandro Campins (Manzanillo, 1981), Adislén Reyes (La Habana, 1984), Ariamna Contino (La Habana, 1984), Álex Hernández (La Habana, 1982), Frank Mújica (Pinar del Río, 1985), Mabel Poblet (Cienfuegos, 1986), José Yaque (Manzanillo, 1985), Yornel Martínez (Manzanillo, 1981), Reynier Leyva Novo (La Habana, 1983).

Para el fotógrafo, la clave del proyecto ha sido elegir a artistas que han decidido quedarse a vivir en Cuba, aunque la mayoría ha realizado ya exposiciones en el extranjero y algunos incluso han tenido notable éxito. Dos de ellos han sido invitados oficialmente a esta Bienal y dos, también, trabajan ya para galerías importantes con contratos de exclusividad.

"Una visita de calidad debe enfocarse en la felicidad del artista", dice Guasti, "que no tiene que ser la felicidad económica", y enfatiza: "Es importante que ellos estén en sus estudios para que sea eso lo que se transmita, los detalles que la obra nunca cuenta pero que el entorno sí revela. Ahí está el valor añadido y por eso el diseño de los marcos está pensado de esa forma. Cada nombre de cada artista está grabado a láser en el marco de cartón, que se pega con imanes a la foto. Al final, las fotos se quedarán como un regalo para ellos".

En el catálogo la agencia se describe como "Haban&co, Abanico de artistas en La Habana", y describe a Cuba como "un país de agudos contrastes, una realidad que cautiva y emociona", para concluir que "es imposible ignorar la circunstancia social y política de una isla apartada de los grandes cambios que tienen lugar en todo el mundo".

No hallaremos denuncia política o social en esta exposición, porque estamos ante retratos de pintores y no hubo tal propósito, pero, de alguna manera sutil, esa imposibilidad de seguir ignorando nuestra realidad puede leerse en el conjunto de fotos.

Según Nacho Alarcón, el coleccionista que buscan no es el que viene a comprar fríamente y a divertirse, sino el que persigue información y calidad. "Me gusta mucho la foto de Osmel Herrera en el taller de grabado del ISA", dice parado frente a la peculiar instantánea: "Me parece que puede representar lo que es la Isla para muchos artistas, una barrera —formada por los grabados—, y él está ahí dentro y parece una criatura a punto de nacer".

Por su parte, en cuanto al marco general de la Bienal, Michel Pérez Pollo ve cómo los galeristas y marchantes norteamericanos vienen a comprar "y no les importa nada más, ni lo que se esconde detrás ni nada; hay principalmente mucho oportunismo, mucha especulación, pero por suerte siempre se puede encontrar algún proyecto auténtico".

Y precisamente este proyecto de Haban&co le parece a él todavía un poco romántico, que puede resultar o no, porque estas no son personas "que tienen el nivel de picardía que tienen normalmente los americanos que hacen este tipo de cosas, que conocen a todo el mundo, todos los museos. Esta gente no conoce a nadie. Tienen una idea muy romántica y piensan que la gente se va a enamorar de esa idea".

Según Nacho, "lo que estamos haciendo es mental, la red que estamos creando es mental, porque somos personas que compartimos una misma frecuencia mental".

Para ilustrar, como si hiciera una foto, Michel me dice que Nacho no tiene dinero, está desempleado y que hace esto "a corazón y bomba". Como amigo, Michel le advirtió que un proyecto en este mundo "lleva dinero". Nacho le dijo que, si sale bien, pues bien, y si no sale, bien también, pero que él soñaba con hacer algo así.

"Imagínate que vendió su carro para venir ahora", termina diciendo Michel.

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