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Precios

Las máximas autoridades de La Habana piden colaboración a los dueños de bares

'Necesitan que la juventud se siga divirtiendo por las noches, pa' que no se les tiren pa' la calle', comenta el dueño de un bar habanero.

La Habana
Un bar privado en La Habana Vieja.
Un bar privado en La Habana Vieja. Vistar Magazine

"Estoy fundío, asere", habla recostado a la barra el dueño de un bar modesto en El Vedado, que algún día soñó con ser también alternativo. Lo habían citado a él y a los dueños de negocios recreativos en La Habana, a una reunión con la primera plana del poder en la capital.

"No va a haber guaguas", enumera con la mano, "no va a haber petróleo… imagínate que si ahora mismo yo pongo esta cerveza gratis, alguien de Diez de Octubre no va a poder venir porque no tiene cómo…"

Michel, que ha construido ese bar ahorrando cada uno de los dólares para decoración, audio, climatización, bebida…, ahora piensa que va a tener que cerrarlo.

"Tengo información de primera mano, asere, de que la cosa se va a poner malísima... Imagínate que la gente que nos suministraba petróleo eran Rusia, que está en guerra, Venezuela, que tiene jodida PDVSA, y otro país ahí, que al ver la cosa como está, subió los precios... Eso nos lo dijeron a nosotros", se señala el pecho con mirada triste, "en la reunión esa, asere… a nosotros".

Los habían llamado, por primera vez, en buena onda, para pedir colaboración. " ¡A nosotros, asere!", repite Michel entre informativo y asustado, "porque con lo mala que se va a poner la cosa, necesitan que la juventud se siga divirtiendo por las noches, pa' que no se les tiren pa' la calle, supongo… Quieren que no subamos más los precios, que mantengamos abiertos los negocios.... Dicen que los inspectores hicieron un estudio de campo con 14 bares y que vieron que la cerveza que uno compra a 130, después algunos la venden a 500 o, incluso después de las 12 de la noche, a 600 o 700".

Teniendo en cuenta ese rango hay que admitir que el bar de Michel no es de los caros,  como aquellos que se le atribuyen a "El Cangrejo" o al nieto de Fidel Castro.

"La misma Fábrica de Arte ya te está tirando la cerveza a más de 400 y supuestamente no es privada… El problema es, asere", cuenta Michel que se paró un emprendedor a decir en aquella reunión, "que no es solo el precio de la cerveza: es que hay que pagar una tapicería que es importada, unas luces que son importadas, un confort que cuesta dinero… El socio les dijo que el que sale a divertirse por la noche sabe que se va a dar un lujo, y quiere un confort… les dijo el socio y tuvieron que callarse la boca".

Sin embargo, Michel no encuentra consuelo en ese triunfo.

"Voy a tener que cerrar ", repite, como viendo que se le escapa un sueño. "Dicen ellos que lo primero que van a priorizar es la electricidad, luego un poco para el transporte público y una escupía (así mismo dijeron, 'escupía') para la gasolina de los boteros y de los carros particulares".

Y, en efecto, este fin de semana en La Habana solo se hablaba de las colas inmensas en los CUPET. Colas que llegan a los mil y pico de turnos, colas que duran días, colas que empiezan a hacerse sin saber siquiera si al CUPET lo van a abastecer de gasolina. Los carros privados llegan a perseguir a los camiones cisternas cuando los ven por la calle, para posicionarse en el CUPET correcto.

"Nos dijeron que la capital funciona ahora con la tercera parte de la gasolina y el petróleo", añade Michel.

Y este fin de semana se notó también un alza de precio en los boteros.

"No sé cómo va a llegar aquí la gente",  Michel confiesa que ha estado bebiendo desde por la mañana. "Los negocios serán como una cosa comunitaria, para el que pueda llegar sin guaguas o el que tenga moto eléctrica… o carro… Voy a dar facilidades para parquear bicicletas".

 Michel empieza a producir ideas como quien se resiste a que la ilusión lo abandone.

"El problema es que el país está sin cabeza", apunta uno de los regulares que lo escucha en la barra casi vacía. Entonces todo el mundo concuerda con que el país andaba sin cabeza y ofrece argumentos y ejemplos al respecto. Se inspiran con el tópico un fervoroso rato, como ocurre todos los días en La Habana: ya no hay límites para que la gente critique ni hay nadie que defienda, como antes, a aquellos sin cabeza que tan cansados parecen tenernos.

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7 comentarios

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...no lo se rick...el "gobierno" le cuenta todas sus penurias a los dueños de los bares solo para pedirles que no suban el precio de la cerveza...no lo se rick , me parece uno de esos articulos que DDC se saca del sombrero...

----------UN POCO DE HUMOR---------- --
Mesero: ¿Sr., por qué no para de beber?
Borracho: Bebo para ahogar las penas.
Mesero: Entonces, ¿por qué llora usted?
Borracho: Porque las penas aprendieron a nadar.😄😀😃

No sé ni lo qué leí, "asere". Esto lo escribió un chama de tercer grado!?

Profile picture for user Pedro Benitez

Sin gasolina para las guaguas y los boteros; peor aún, sin gasolina para transportar a los turistas. ¡La recuperación de la industria turística empieza por la gasolina inexistente! Y con la desesperación del pueblo vienen los brotes de anarquía, después las denuncias a la comunidad internacional, y comienza el ciclo una vez más.

Profile picture for user Pedro Benitez

El país está bien posicionado para un sinnúmero de tragedias y desguaces que afectan a la familia cubana. Por eso es fundamental promover la reunión y “casar” la atención de los ciudadanos cubanos. Porque “el problema es que el país está sin cabeza"

Profile picture for user pim-pam-pum

¿Y por qué no bajan ellos los precios y tienen que decírselo a los particulares?

Profile picture for user Archivaldo Pais

Deja que aparezca el opositor Julio y Agosto, se las verán negras no, lo siguiente.