Back to top
Elecciones

¿Partido único y candidatos únicos para el Congreso de EEUU, igual que en Cuba?

Imaginemos que este 26 de marzo habrá elecciones en EEUU para elegir al presidente de la nación y a todos los miembros del Congreso.

Miami
Propaganda del PCC en una calle de La Habana.
Propaganda del PCC en una calle de La Habana. AFP

La abstracción mental para hacer comparaciones es un excelente método para conocer mejor ciertas cosas. Así lo he pensado siempre, y hoy lo vamos a aplicar a las "elecciones" del próximo 26 de marzo en Cuba.

Pero antes veamos algo de lo que al respecto está bombardeando Prensa Latina, la agencia global de propaganda castrista fundada en 1959 por el argentino Ernesto Guevara (quien impuso como director a otro argentino, Jorge Masetti).

En un artículo titulado "Elecciones en Cuba: sí, es democracia", Prensa Latina afirma que "los detractores del modelo político cubano no parecen cansarse del cliché de que en el archipiélago caribeño no hay democracia, porque insisten en identificar el término con la existencia de muchos partidos políticos (…) si se acude a cualquier diccionario, la acepción más generalizada y sencilla define democracia como gobierno del pueblo, sin hablar para nada de partidos más o partidos menos".

Perfecto, tomemos esos pilares del "gobierno del pueblo" y de "democracia de partido único", como la califica la exjefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini. Imaginemos que este 26 de marzo habrá elecciones en EEUU para elegir al presidente de la nación y a todos los miembros del Congreso, que ahora es unicameral, con 470 escaños.

Funcionarios del único partido político legal del país, así como agentes del FBI y de otros órganos de contrainteligencia, ya seleccionaron e impusieron a los 470 diputados únicos. O sea, ya de hecho fueron nombrados diputados por adelantado. No obstante, son presentados como candidatos para los 470 escaños del Congreso, todos miembros del Partido Único (PU).

Los votantes entonces son presionados por agentes del PU, y por los medios de comunicación (todos estatales) no para que voten Sí por el único candidato impuesto en su ciudad o región (incluso si no es residente en ese lugar), sino para que marquen en la boleta la casilla que dice "Por todos". Es decir, son conminados a votar por los 470 candidatos a la vez para evitar que alguno no llegue a la mitad más uno de los votos necesarios para ser electo, según la Constitución. También pueden dejar en blanco la boleta, o anularla, pero no escoger otro candidato. No lo hay.

Pueden no ir a votar, el voto no es obligatorio, pero el día de las elecciones miembros del PU organizan en cada comunidad brigadas de niños escolares llamadas "tun-tun" que tocan las puertas de cada casa y conminan a las familias a votar sí por todos los candidatos únicos, y no solo por los de su colegio electoral, so pena de sufrir represalias, incluso perder el empleo.

Pueden no ir a votar, el voto no es obligatorio, pero el día de las elecciones brigadas de militantes del Partido Único (PU), y de los Comité de Defensa del PU van casa por casa a compulsar a votar, so pena de sufrir represalias, incluso perder el empleo.

Luego, con los ya congresistas antes de los comicios, pero finalmente "electos" en las urnas, se crea una junta en Washington escogida por el jefe del PU, llamada Consejo de Estado, que "elige" a quien el jefe partidista decidió hace meses debe ser el presidente de EEUU, y su vicepresidente.

Para enmascarar el carácter antidemocrático se realiza una votación de todos los nuevos congresistas, estrictamente controlada por el Consejo de Estado, que aprueba unánimemente (salvo que alguno se vuelva loco y se abstenga) la decisión del jefe del PU. Y se anuncia el nombre del nuevo inquilino de la Casa Blanca, que es ovacionado por los congresistas puestos de pie.

El flamante "presidente" saca del bolsillo el discurso que tenía preparado hace tiempo. Lo dramatiza según lo ensayó, y es ovacionado esta vez con gritos de "¡Viva Fulano!, ¡viva Mengano!" (el vicepresidente).

En Cuba los candidatos son ya diputados antes de ser "electos"

Aterricemos ahora en Cuba. Para María Concepción Baeza, presidenta de la Comisión de Candidatura Nacional, la democracia nada tiene que ver con sus principios fundacionales enunciados, entre otros, por Jean-Jacques Rousseau y el barón de Montesquieu en el siglo XVIII, décadas antes de estallar la Revolución Francesa, y de que en EEUU se instalara la primera democracia moderna de la historia mundial, luego de ser electo en las urnas el primer presidente de una nación.

Según Rousseau, el gobierno de todo el pueblo emana del sufragio universal para elegir a los ciudadanos idóneos que servirán como gobernantes al pueblo soberano. Para Montesquieu, sin la efectiva separación del Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, no hay democracia posible.

Para la señora Baeza eso es "pluriporquería burguesa", como llamaba Fidel Castro a los sistemas democráticos pluripartidistas. La magnificencia de la democracia castrista, asegura María Concepción, se basa en que la selección de precandidatos a diputados la hacen "las masas (…) desde la base hasta la nación".

Falso. Los 4.600 precandidatos para este paripé electoral fueron rigurosamente escogidos por el Partido Comunista (PCC), y entre ellos seleccionó a los 470 más "comecandela". Y automáticamente los convirtió así en diputados al designarlos como candidatos únicos. O sea, ya son diputados antes de que se celebren las elecciones.

La Comisión de Candidatura Nacional es armada y manipulada por "cuadros" del PCC, que dirigen la CTC, los CDR, la ANAP, la FMC. Además, los 470 candidatos únicos no fueron escogidos por sus méritos, sino según el porcentaje dictado por el PCC basado en el género, edad, nivel escolar, profesión y etnia. Por ejemplo, ya se sabe que en el nuevo Parlamento habrá un 20% de jóvenes menores de 35 años, 53% de mujeres. El promedio de edad, 46 años, y el 95% son graduados universitarios.

Que los diputados castristas son representantes del "pueblo trabajador" es un embuste mayúsculo. En su inmensa mayoría son dirigentes del PCC en las distintas instancias de su parasitario aparato burocrático, directores de empresas estatales, oficiales de las FAR y el MININT, ministros del Gobierno, hijos de papá, y algún que otro artista, obrero, deportista, cooperativista, o cuentapropista, para cubrir las formas.

Ah, y ese congreso castrista se reúne solo seis días en el año, un récord histórico en todo Occidente. Los diputados en rigor son robots cuya única misión es levantar la mano sin chistar a todo lo que ordenen el dictador, su gobierno, y el PCC. Todo debe ser aprobado a mano alzada, por unanimidad. Baste saber que desde su creación en 1976, jamás se ha registrado en el Parlamento cubano un voto en contra de algo propuesto "desde arriba".

El conteo de votos es una farsa

No obstante, en este sainete de 2023 habrá malas noticias para la oligarquía gobernante. Si en 2018 hubo oficialmente un 14,3% de abstención, 5,58% de votos no válidos, 4,32% de votos en blanco, y 1,26% de votos anulados, en esta ocasión las cifras serán muy superiores. Podrían hasta ser duplicadas o triplicadas. Y estamos hablando de cifras oficiales, pues como lo fueron en 2018, ahora con más razón serán falseadas descaradamente.

Y digo lo de descaradamente, porque me consta. En las "elecciones" de 1993, mi esposa y yo anulamos las boletas y varios vecinos del mismo edificio privadamente nos dijeron que habían hecho lo mismo. Sin embargo, al cerrarse el centro de votación la funcionaria responsable de dar a conocer los resultados afirmó tranquilamente: "No hubo ninguna boleta anulada".  

El régimen sabe de sobra que esta vez la abstención será más alta, habrá más votos en blanco y boletas anuladas. Y por eso la cúpula dictatorial prepara trampas, chanchullos y truculencias para reducir al máximo un estruendoso golpe político.

Pero los tiempos cambian. Las circunstancias hoy son diferentes a las de 2018. La descomposición progresiva del mismísimo PCC y el avance de las redes sociales online permitirán saber, de una u otra forma esas trampas y fraudes que cometerá el régimen.

Por otra parte, lo que cuenta aquí es que, no importa las trampas, las verdaderas cifras serán conocidas por la crème de la crème de la sexagenaria tiranía, que puede que reciba esta vez el mensaje político anticomunista y anticastrista más abrumador en 64 años, luego del histórico 11 de julio de 2021.

Después del sainete del 26 de marzo castrista, será necesario ventilar en detalle lo sucedido. Será un buen el tema de otro artículo.

Archivado en
Más información

2 comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

Las organizaciones de masas, (creadas, dirigidas y controladas por el partido-gobierno) son las que integran las Comisiones de Candidatura.
Nada, un chiste.
La democracia, según Prensa Latina, no tiene que ver con pluripartidismo... pero ¿como hacemos cuando las opiniones del pueblo están divididas?
La arenga de trinchera de esta dictadura parte del falso postulado, repetido hasta el cansancio por los estatales medios de comunicación, de que el pueblo en masa apoya la revolución.
Otro chiste.
Lo único que hace este pueblo en masa son colas..... para el pollo, papel sanitario, para todo, o..... para migrar.
El pueblo va despertando.
Poco a poco.

Que poca vergüenza tiene esta dictadura mira que poner a esos 3 asesinos ladrones hijos de puta al lado del apostol Jose Marti.