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Emigración

Niños: víctimas directas o indirectas de la crisis migratoria cubana

¿Qué pasa con aquellos niños que permanecen en Cuba mientras sus padres o uno de ellos intenta llegar a territorio estadounidense, sin éxito?

La Habana
Ilustración.
Ilustración. Diario de Cuba

Cuba atraviesa una crisis migratoria que de septiembre de 2021 a diciembre de 2022 llevó fuera a más de 327.000 de sus hijos. Muchos de los que decidieron abandonar el país emprendieron rutas peligrosas por tierra o por mar para llegar a Estados Unidos. Varios niños a los que sus padres sacaron de la Isla para procurarles un futuro, murieron o desaparecieron en las travesías.

En diciembre de 2022, seis cubanos acudieron a la Embajada de Bahamas en La Habana y otro grupo fue al Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de La Habana para pedir información sobre familiares que llevaban meses desaparecidos desde su partida de Cuba por mar. Entre ellos había un niño de tres años llamado Kriss Ángel Exposito Landa.

Otra niña de tres años había muerto ahogada en octubre, cuando una lancha de guardafronteras hundió una embarcación en la que migrantes cubanos pretendían salir del país de manera ilegal.

Al menos siete menores cubanos desaparecieron en noviembre, luego de que una embarcación naufragara tras partir de Jaimanitas, con unos 20 balseros a bordo.

Otros niños cubanos, un poco más afortunados, perdieron a uno de sus padres o a ambos en el camino a EEUU.

¿Pero qué pasa con aquellos que permanecieron en Cuba mientras sus padres o uno de ellos intentaba llegar a territorio estadounidense, sin éxito? ¿Qué pasa si ese padre o madre desaparece en el mar y su cuerpo no se encuentra?

Lo primero que provoca el fenómeno migratorio en la mayoría de los casos es la ruptura de la unidad del núcleo familiar, base de la sociedad, según el Artículo 81 de la Constitución cubana. Este establece que "toda persona tiene derecho a fundar una familia. El Estado reconoce y protege a las familias, cualquiera sea su forma de organización, como célula fundamental de la sociedad y crea las condiciones para garantizar que se favorezca integralmente la consecución de sus fines".

Muchos psicólogos afirman que, si no se canaliza de la forma adecuada, la emigración repercute negativamente en la estabilidad emocional, desarrollo social y escolar de niños, niñas y adolescente. En Cuba, no existe hasta el momento una política dirigida a frenar las consecuencias adversas de este fenómeno. 

Con el nuevo Código de las Familias, la institución conocida Patria Potestad fue sustituida por la Responsabilidad Parental, que significa el acompañamiento de los padres a los hijos y su representación legal hasta que alcancen la mayoría de edad.

De acuerdo al nuevo Código, la Responsabilidad Parental "…incluye el conjunto de facultades, deberes y derechos que corresponden a las madres y a los padres para el cumplimiento de su función de asistencia, educación y cuidado de sus hijas e hijos menores de edad…".

Esto implica que cualquier trámite relacionado con los hijos comunes deberá contar con el consentimiento de ambos padres, desde la solicitud de expedición de pasaporte hasta la venta de un inmueble propiedad del menor.

¿Cómo puede gestionarse un trámite cuando los padres están separados por fronteras, imposibilitados de viajar a Cuba y otorgar el consentimiento o en otros casos en paradero desconocido?

Las autoridades cubanas exigen, como requisito previo, el consentimiento de ambos padres. El que no pueda brindarlo físicamente deberá otorgarlo ante notario, para cualquier trámite relacionado con menores.

Cuando los padres residen fuera, deben otorgar ese consentimiento en un consulado cubano del país viven o viajar a la Isla y hacerlo en una notaría. 

Más difícil resulta en Cuba hacer un trámite relacionado con un menor cuando uno de los padres se encuentra en paradero desconocido, pues el que ostenta la guarda y custodia deberá esperar el transcurso de más de un año y pasar por proceso judicial para lograr el propósito, tras la posible declaración de ausente del padre desaparecido.

Por otra parte, cuando los padres están separados o divorciados, la decisión de uno de ellos de viajar fuera de Cuba y llevar a los hijos comunes consigo puede ser fuente de conflicto si el otro no otorga el consentimiento para que el menor disponga de pasaporte corriente o salga del país. 

Ante la imposibilidad de acuerdo entre los padres sobre la autorización de expedición de pasaporte y salida del país, los tribunales municipales, en sus respectivas secciones de familia, tramitan los procesos judiciales sobre ejercicio de la Responsabilidad Parental. En última instancia corresponde a los jueces la decisión final de otorgar o no la autorización.

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