Este miércoles 21 de febrero, conmemorando el referendo celebrado hace dos años y en respuesta a los intentos del presidente Evo Morales de perpetuarse en el poder, numerosas organizaciones, representantes de un amplísimo espectro de la sociedad civil, han convocado un paro cívico nacional contra el Gobierno, el primero desde que el Movimiento al Socialismo (MAS) dirige el país.
El 21 de febrero de 2016 la ciudadanía boliviana rechazó en referendo una modificación de la Constitución que permitía la reelección (por dos veces continuas) del presidente del país. Una decisión que le vetaba al actual jefe de Estado postularse para un cuarto mandato consecutivo.
Sin embargo, el partido oficialista MAS hizo caso omiso de la votación y logró en noviembre del año pasado que el Tribunal Constitucional, controlado por el Gobierno, aprobara un fallo que autoriza a Morales a volver a presentarse como candidato a la presidencia del país en 2019.
En lo adelante se avizora una fase crucial para la defensa de las instituciones democráticas en el país andino. Para marcar la ocasión, DIARIO DE CUBA ha decidido sondear la opinión de uno de los analistas clave de la realidad boliviana para que nos propicie un mejor entendimiento del acontecer político en el país andino desde la llegada del MAS al poder.
Raúl Peñaranda es actualmente editor general de la Agencia de Noticias Fides (ANF) y fue fundador y exdirector de Página Siete, uno de los principales diarios bolivianos. En 2015 recibió el premio internacional de periodismo María Moors Cabot. Es también autor de varios libros, entre ellos Control remoto, una disección de los métodos empleados por el Gobierno de Morales para controlar la prensa boliviana.
En términos de libertades y derechos, ¿cuál ha sido la evolución en Bolivia desde la llegada del MAS al poder?
De manera paulatina y por etapas, las libertades democráticas en el país se han ido reduciendo. El Gobierno montó un plan para controlar algunos aspectos claves del Estado y la sociedad, específicamente el sistema judicial, los medios de comunicación y las ONG, con la idea de que no existan obstáculos en su plan de abuso de poder y eternización en el Gobierno.
Para controlar el sistema judicial, inventó un sistema de elección popular de magistrados, pero estableciendo, con su mayoría en el Congreso, quiénes serían los candidatos. Con respecto a los medios de comunicación, hizo un plan de cooptación a través de la publicidad estatal, asfixia económica, compra de medios y presiones a través de la Oficina de Impuestos.
Finalmente, gracias al control de la Justicia, logró anular el 28 de noviembre de 2017 el referéndum del 21 de febrero de 2016 que había resuelto que Evo Morales no puede ser candidato en las elecciones del próximo año para su cuarto mandato consecutivo.
La conclusión es que la democracia boliviana está en riesgo. Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral sigue demostrando autonomía e independencia.
Los índices macroeconómicos sugieren la emergencia de una nueva clase media durante la última década. ¿Se debe esto principalmente a las políticas económicas y sociales implementadas por el MAS? ¿Son estas mejoras sostenibles?
La situación económica ha mejorado sustancialmente en el país en la última década y eso se debe a ciertas políticas sociales del Gobierno, pero sobre todo a un aumento de los precios internacionales de los hidrocarburos, que definen el precio del gas que Bolivia vende a Argentina y Brasil. Ese colosal aumento de ingresos, sin embargo, debería haberse reflejado en mejoras aún mayores. La economía boliviana es hiperdependiente del precio del gas, así que las variaciones en los precios tienen impactos internos.
Desde que Argentina y Brasil experimentaron un cambio de rumbo político, ¿cuáles son las relaciones con estos socios comerciales de primer orden?
Con Argentina y Brasil las relaciones atraviesan dificultades. Está en duda cómo Bolivia negociará cuando concluya el contrato de venta de gas a Brasil, en 2019. El contrato con Argentina es de más largo plazo.
Más allá de la colaboración económica y profesional, ¿desempeña Cuba algún papel en la política boliviana?
Cuba desempeña un papel importante, de guía ideológica y política. Y existen denuncias de que funcionarios cubanos colaboran con el Gobierno en asuntos de seguimiento, inteligencia y control de actividades políticas.
¿Cuáles son las perspectivas políticas en un futuro inmediato?
Las encuestas señalan que si Evo Morales persiste en presentarse en los comicios electorales de 2019, perdería ante algún candidato opositor. Podría, incluso, perder en la primera vuelta, pero sin duda perdería en la segunda. Eso hace que algunas personas crean que no se realicen las elecciones de ese año, que el Gobierno intentará, para evitar ser derrotado en las urnas, suspender esos comicios, lo cual sería algo ilegal.