El cubano Rodolfo "Rudy" Arco, de 57 años, fue identificado como una de las víctimas mortales que dejó el tiroteo del sábado en Odessa, Texas, donde murieron en total siete personas.
Según publicó Usa Today, Arco había dejado su hogar en Las Vegas después del aniversario de un tiroteo masivo que tuvo lugar en un festival de música allí en 2017.
"Sintió que Odessa era el lugar para ir", dijo al medio su hermana María Arco. "Vendió todo en Las Vegas y se mudó allí, con la esperanza de que las cosas fueran más seguras para él y la familia".
"Rudy", dueño de una compañía de camiones en Odessa, conducía el sábado cuando dispararon tres balas contra su camioneta. Dos atravesaron el vehículo y una entró por la ventana y lo mató al instante, precisó su hermana.
La hija de Rudy, Julieanna, trabaja en Music City Mall en Odessa, Texas. Cuando se dirigía a su casa vio el camión de su padre al costado de la carretera. Julieanna fue conducida al hospital, dijo su tía.
María dijo que ella, Rudy y su hermano menor, Emilio, se mudaron con su familia a los EEUU desde Cuba en 1969 como refugiados.
Describió a su hermano como amoroso y alegre, el tipo de persona que siempre intentaba ayudar a otras personas y en una fiesta se divertía.
"Él disfrutaba la vida", añadió.
"Rudy" comenzó el negocio de camiones en Odessa y anteriormente era dueño de varias taquerías en Las Vegas. Maria Arco describió la violencia en EEUU como una "enfermedad social".
"No es un problema geográfico en este país", dijo. "Necesitamos ocuparnos de lo que esté afectando a nuestras familias en nuestra sociedad. No creo que sean armas, creo que es más profundo que eso. No se trata de una cosa física, creo que va a lo emocional", consideró.
"Creo que es demasiado (…) Nuestros legisladores pueden hacer mucho, pero creo que la sociedad es la que necesita decir, 'OK, hemos terminado aquí'", afirmó.
En la plataforma GoFundMe se la iniciado una colección de fondos para apoyar a la familia de Rudy.
Según informó a CiberCuba el esposo de otra víctima cubana del tiroteo en Texas, la habanera Marian Boado Encinosa fue también baleada el sábado en el poblado de Odessa, y se encontraba en condición grave estable.
Boado, de 27 años y natural de Boyeros, recibió tres impactos de bala mientras conducía su vehículo por una céntrica calle en Odessa. Dentro del auto llevaba a su pequeño hijo de solo diez meses de nacido.
"Le dispararon desde el lado derecho del vehículo, todos los impactos de bala fueron por ese lado", dijo al medio independiente su esposo, Hecguel Casana. "Marian estaba de compras para una sesión de fotos que le tomaríamos a nuestro hijo este lunes, cuando cumple 11 meses", precisó.
Texas fue escenario este mes de agosto del mayor atentado contra la comunidad latina en EEUU, con la muerte el día 3 de 22 personas —ocho de ellas mexicanos— en un tiroteo en El Paso, en la frontera con México, cuyo autor fue detenido.
Horas después de ese ataque se registró otro tiroteo en una popular zona de ocio de la localidad de Dayton (Ohio), que se saldó con nueve fallecidos y cuyo atacante fue abatido por la Policía.
Estos tiroteos han reavivado el debate por la necesidad de endurecer el control de armas en EEUU, donde el Congreso lleva más de dos décadas sin aprobar una ley que limite significativamente la posesión de armas, en gran medida debido a la influencia de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).