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RESUMEN 2022

2022: Un año en que la represión policial no pudo contener las crecientes protestas ciudadanas en Cuba

Aunque en 2022 no ocurrió un estallido social similar al del año precedente, las protestas y la violencia policial fueron notables.

Madrid
Una turba policial movilizada por una protesta en Cuba.
Una turba policial movilizada por una protesta en Cuba. EFE

La violencia policial en Cuba es una política de Estado que se implementa ante las manifestaciones de descontento que —cada vez con mayor frecuencia—surgen en la sociedad cubana. Este año, los ecos del estallido social del 11 de julio de 2021 han permanecido latentes en toda la sociedad cubana. Por ese motivo, cualquier manifestación de descontento ha sido reprimida sin miramientos por la Policía y paramilitares del régimen, tanto contra opositores públicos como ciudadanos comunes. 

Represión contra cubanos de a pie

En febrero perdió la vida en una riña con un policía el promotor cultural Roldy Polo Pérez, en el poblado de Vega Alta, en el municipio Baracoa, Guantánamo. Debido a la repercusión del caso en redes sociales, el Ministerio del Interior (MININT) emitió una nota en que aseguró que el policía implicado fue detenido. Posteriormente, no trascendieron más detalles públicos de que sucedió con el homicida. 

Pocos días antes de ese asesinato, había trascendido en redes sociales la violencia empleada por cuatro policías contra un joven, al detenerlo en la vía pública. El vídeo no precisa lugar y día del arresto, tampoco da nombres, pero la brutalidad de los agentes policiales hizo que la grabación se volviera viral. 

De igual modo, el asesinato del joven de 17 años Zinedine Zidan Batista Alvárez, el 1 de julio en el barrio Condado Sur, de la ciudad de Santa Clara, Villa Clara, fue otro de los sucesos de violencia policial que los cubanos conocieron a través de las redes sociales.

En diciembre de este año, la periodista Mónica Baró divulgó que la Fiscalía del régimen pidió la absolución del policía que abatió al joven, mientras que el padre del menor podría ser condenado a seis años de cárcel. Las imágenes difundidas muestran al joven tirado en el piso y esposado, mientras los policías intentaban ahuyentar a los curiosos.

Otro suceso de exceso policial fue grabado en agosto en la provincia de Holguín. Un joven fue violentamente inmovilizado por un uniformado en medio de un acalorada discusión. El policía golpeó en más de una ocasión la cara del joven, pero este último terminó detenido y acusado por el agresor de un supuesto delito de "atentado". 

La violencia policial también ha estado presente en la desesperación de los cubanos por comprar comida. En un vídeo subido a las redes sociales en el mes de julio, se aprecia como dos policías tiran al piso y golpean a un adolescente en medio de un tumulto. 

Represión contra las protestas callejeras

Este año la violencia policial se ensañó contra las protestas callejeras que pedían el restablecimiento del fluido eléctrico. El proyecto independiente de periodismo de datos Inventario contabilizó 92 protestas en 11 provincias, entre los meses de agosto y octubre. La plataforma independiente Justicia 11J  verificó 52 detenciones y 23 personas bajo arresto, al cierre del mes de octubre. 

Las fuerzas represivas y paramilitares se movilizaron especialmente contra dos de las protestas: la ocurrida en Nuevitas a finales de agosto, y la que sucedió en la noche del 1 de octubre en la calle Línea, en el Vedado habanero. 

En Nuevitas, la violencia policial llegó al extremo de agredir a tres niñas menores de diez años para intentar contener el descontento. La joven Mayelín del Prado subió a las redes sociales el testimonio de las pequeñas. El régimen no le perdonó esa contundente denuncia, y la joven fue interrogada y coaccionada para cambiar su testimonio sobre los hechos. 

En la protesta del Vedado habanero, el régimen movilizó a una turba paramilitar que arremetió con violencia en la detención de varios manifestantes. Algunos de los testimonios afirman que los detenidos recibieron golpizas. En el suceso fueron encarcelados Danilo Martínez Rojas, Rosmery Almeda Tapia (Alma Poet), Kiriam Gutierrez y Frank Artola (hijo), entre otros. Estos dos últimos aun se encuentra en prisión. 

Represión contra opositores políticos

Los más de 1.000 presos políticos que se encuentran en las mazmorras del régimen este año, la cifra más alta en décadas, sufren de un modo u otra la violencia y opresión del totalitarismo.

En las cárceles cubanas, debido a las pésimas condiciones de las celdas y ausencia total de fiscalización internacional, ocurren abusos, torturas y violencia de manera constante. Las denuncias de vejámenes contra José Daniel Ferrer García, Félix Navarro, Aymara Nieto, Sayli Navarro, Maykel Castillo Pérez, Luis Manuel Otero Alcántara, Jorge Bello Domínguez y muchos más, que harían interminable este resumen, así lo demuestran. 

Destacaríamos, entre algunos ejemplos de represión policial contra opositores en libertad, la violenta detención a la activista Saily González Velázquez el 31 de mayo por parte de un agente de la Seguridad del Estado. La joven transmitía en vivo una caminata en solidaridad con los presos políticos cuando el represor la agarró por el cuello y le impidió continuar. González Velázquez calificó las horas siguientes que estuvo detenida de ''horrorosas''. 

El opositor Enrique Figuerola, de Santiago de Cuba, sufrió un violento arresto el 4 de agosto por parte de las brigadas especiales, quienes al verlo con una mochila llena de alimentos, decidieron detenerlo. El activista fue lanzado al piso y montado en un camión hacia una estación policial. Estuvo detenido varios días hasta que fue liberado sin cargos. 

El 2023 que se inicia en unas horas se proyecta como un año donde la relativa debilidad del régimen, seguramente, se traducirá en mayor represión del disenso público. 

El gobernante Miguel Díaz-Canel expresó que las protestas en Cuba no tenían ''legitimidad''. La Fiscalía del régimen advirtió que actuaría con dureza si las manifestaciones de descontento continuaban. 

Es de prever que, para el nuevo año, el distanciamiento entre las aspiraciones del cubano común y la cúpula en el poder se acreciente de un modo insalvable. 

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5 comentarios

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Yo quisiera saber si los que escriben estos artículos se los leen y sobre todo si se los creen, mijo como se te ocurre decir que la represión no ha podido contener las protestas?, después de algo tan grande como el 11 de julio, en ese país no se ha vuelto a oír ni un peo, después de que Yunior montara su circo para dejar a todo el mundo quemao con su pira madrileña, como siempre lo único que quedo fue hacer un pasillo para que toda la disidencia que no fue "becada" se pirara y una vez mas, a pesar de que el 2022 fue un año terrible para los cubanos, sin comida, sin luz y sobre todo sin esperanzas, ese gobierno se mantenga inamovible, mientras miles de cubanos se suman a la "disidencia exterior" desde donde la comodidad y la seguridad del internet y la distancia "combatimos la dictadura" les exigimos a los que están en Cuba que hagan lo que nosotros no tuvimos los cojones de hacer y otros muchos como Otaola se forran con las desgracias de los cubanos.

Profile picture for user cubano libre

♫¡Qué manera de comer pinga, qué manera!♪
¡Pueblo Singao!

Profile picture for user cubano libre

No es cierto, el castrismo se salió con la suya, con una turba de chivatos y otra de mulas rumbo a USA, la involución se fortaleció, apaguen el tabaco, el pueblo cubano "somos" una partida de cobardes, pendejos y malnacidos...........
"2022: Un año en que la represión policial SI pudo contener las crecientes protestas ciudadanas en Cuba"
¡No se puede tapar el sol con un Peo!

Profile picture for user Ana J. Faya

Su vocabulario no es el mío, pero no deja de tener razón en su mensaje. Por mucho que nos pese, el 11J no ha tenido igual en la isla. Y las numerosas protestas por diversos motivos y por los apagones, el régimen logró acallarlas. Pienso que logró desmantelar el San Isidro, y con su nueva herramienta de las deportaciones, más las consabidas detenciones y hostigamientos ha logrado controlar la efervescencia de la protesta, al deshacerse de opositores. Eso sí; represión no implica crecimiento, estabilidad, y ni siquiera más poder. El régimen sigue ahí, aunque en muletas.

Señora Ana J. Faya, usted siempre se me adelanta. Estoy de acuerdo con usted. Represión y terror es lo que mantiene en pie a ese régimen nefasto.
Aprovecho para decirle que disfruto mucho de sus comentarios y le deseo un ¡Feliz 2023!
¡Patria y Vida!