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Escasez

La Nochemala en Cuba, otro 'logro de la revolución'

¿Cuánto cuesta comer lechón asado en Cuba en estos días de celebraciones familiares?

Miami
Calle Obispo, La Habana.
Calle Obispo, La Habana. AFP

Desde los tiempos de la colonización española, la Nochebuena es la celebración familiar más esperada en Cuba, tal y como ocurre en los países en los que el cristianismo es parte de su cultura nacional. Pues bien, este año los cubanos van a tener una Nochemala, que no buena.

Por tradición, en Cuba no se concibe la celebración de la Nochebuena sin servir en la mesa familiar el clásico lechón asado criollo. El cerdo asado es a la Nochebuena en Cuba lo que los tamales en México y Centroamérica, las parrilladas de carne bovina en Argentina y Uruguay, el pavo relleno en Brasil, o la hallaca (tamales rellenos con múltiples ingredientes) en Venezuela. Cada nación latinoamericana tiene sus platos tradicionales en estas celebraciones.

Y ahí está el detalle. En 2022, debido al comunismo, cuyo desastre ya tocó fondo, pocas familias cubanas van a poder disfrutar del tradicional cerdo asado este sábado 24 de diciembre.

La cena de cuando Cuba era "explotada por el imperialismo"

Como ocurre cuando una tiranía totalitaria se eterniza, hoy millones de cubanos jóvenes, o simplemente menores de 60 años, no tienen idea de cómo eran las cenas de Nochebuena de sus padres, abuelos o bisabuelos cuando Cuba era "explotada por el imperialismo". Y si se lo cuentan, creerán que son mentiras de viejos fantasiosos.

Veamos por arribita lo que recuerdo yo (que supero con holgura los 60 años de edad) de aquellas cenas navideñas en nuestra entrañable tierra natal:  lechón asado generalmente convoyado con arroz congrí, yuca con "mojo isleño", ensalada (preferiblemente de tomates), cerveza, o vino tinto, refrescos o jugos para los niños. Luego había turrones españoles de Jijona, yema o Alicante, así como avellanas y nueces, o dátiles. Además, podía haber flan cubano, o casquitos de guayaba con queso crema, etc. Y como sello final, un aromático cafecito cubano, de verdad, no un mejunje mezclado con chícharos tostados.

Este cuadro seguramente no está completo, pero ofrece una idea a quienes no tienen ninguna. En cuanto al inevitable argumento izquierdoso de que no todas las familias podían cenar así, les digo que es cierto, pero hay un pequeño detalle: en los años 50 eran poquísimos los cubanos que no podían cenar al menos un pedazo de puerco, mientras la abrumadora mayoría sí lo hacía. Hoy es exactamente al revés.

"Se están acabando los puercos, no da negocio criarlos"

La "revolución socialista" produce ya tan poca carne de puerco (y de cualquier otra carne) que prácticamente desapareció del mercado formal. Según cifras oficiales, en 2017 el país produjo casi 200.000 toneladas de carne de puerco, y en 2022 no llegará ni a 26.000 toneladas.

En el mercado informal, cuando "aparece", una libra de cerdo cuesta ya entre 350 y 500 pesos la libra. Por "la izquierda", por solo seis libritas de cerdo para una muy magra cena hay que desembolsar 2.400 pesos, cifra superior en un 14% a un salario mínimo (2.100 pesos).

Imaginémonos a un cubano en Miami con un salario mínimo de 1.906 (vigente actualmente en Florida) pidiendo 266 dólares prestados para pagar 2.172 dólares por ¡seis libras! de carne de cerdo en Sedano’s, Publix, Wall-Mart, BJ’s u otro supermercado.

En los últimos meses, la cúpula dictatorial en Cuba gastó miles de millones de dólares en construir hoteles de lujo para enriquecerse más, y redujo las inversiones y gastos en todo lo demás, incluyendo una drástica reducción en la importación de piensos. Además, paga precios muy bajos a los criadores privados de cerdos, obligados a entregar la carne producida al Estado. Y para colmo, mete en la cárcel a los productores privados más exitosos por criar demasiados puercos y bajo el cargo de "enriquecimiento ilícito".

La moraleja la formuló un productor en Holguín que ya abandonó ese negocio, y prefirió el anonimato: "Se están acabando los puercos, no da negocio criarlos".

Juan José, otro campesino holguinero, sigue en el negocio, pero lo deja en cualquier momento. Le dijo al periodista independiente Yoan González: "Antes yo criaba hasta 300 puercos y ahora apenas tengo 37, ¡y es demasiado!, porque ando corriendo para conseguir comida."

Otro dato. En la provincia de Sancti Spíritus, en 2018, se produjeron 17.000 toneladas de carne de cerdo, y en 2022 esperan alcanzar algo más de 1.400 toneladas, ¡12 veces menos!

El régimen, para no echar más leña al fuego político del descontento popular, comenzó a distribuir magras raciones de carne de cerdo por la "libreta", que al parecer sacó de su arsenal alimenticio secreto de guerra. Son puercos viejos con una carne muy dura, con un pésimo olor porque no han sido adecuadamente refrigerados (acribillados con apagones), y predominan en ellos la grasa, los cartílagos y el hueso.

Tampoco habrá "pollón asado" este año

Claro, no comer lechón en Nochebuena no es el fin del mundo. Lo que pasa es que esta vez muchas familias cubanas tampoco podrán sustituir tampoco el lechón con un "pollón asado", como hicieron en años anteriores.

Cuba ha reducido las importaciones de pollo congelado, pues el precio internacional ha subido en un 42%, y el país no la produce desde hace décadas. En 2021 Cuba importó 300.000 toneladas de pollo de EEUU, y en 2022 la cifra no alcanzará las 220.000 toneladas. Esa caída en las compras a EEUU no fue compensada por el suministro desde Brasil, que solo ha exportado a la Isla 2.642 toneladas de pollo.

A propósito de esto, la cúpula dictatorial castrista culpa al "criminal bloqueo yanqui" por la falta de alimentos, mientras barcos con pollos congelados de EEUU llegan a La Habana. El último fue el mercante Green Maveric, procedente de Nueva Orleans, que atracó el 11 de diciembre.

Pero hay más (o menos). No solo faltarán el cerdo y el "pollón" asados. Echemos un vistazo a recientes reportes de cuatro periodistas independientes, para tener una idea.

"No hay precedente en la historia para comparar lo que estamos viviendo en la actualidad. La carne de cerdo vale 400 pesos la libra; tres tomates te cuestan 200 pesos, y el Estado no se preocupa ni le interesa la actual situación", reportó hace unos días desde Santa Clara el periodista independiente Guillermo del Sol. Por cierto, pagar por un solo tomate 66 pesos, el 3,1% de un salario mínimo, debiera ser registrado en el Libro Guinness de Récords Mundiales

José Rolando Cásares, desde Pinar del Río, informó: "Este mes nada más dieron dos libras de arroz. Todavía la sal no llegó, y el azúcar que prometieron serán dos libras. El desabastecimiento sigue, totalmente".

Desde San Antonio de los Baños, Artemisa, Daniel Alfaro reveló que "la canasta básica este mes no trajo azúcar, y de granos lo que dieron fue un poquito de chícharos (…) no hay ni siquiera una calabaza para sancochar".

Y desde la ciudad de Camagüey, Leydis Tabares afirmó que "dieron dos libras de arroz y dos de azúcar; lo demás no llegó. Y de plato fuerte (proteína) no hay nada que comprar. Un cartón de huevos está en 1.500 pesos en la calle".

Esto último es alucinante: que 30 huevos cuesten el 71% de un salario mínimo. Es decir, cada huevo vale 50 pesos, el 2,4% de un salario mínimo. Y volvamos al absurdo: equivaldría a que en Florida un solo huevo de gallina costara 45 dólares.

Todo este triste panorama de escasez y precios de ciencia ficción es responsabilidad personal de Raúl "El Cruel", quien se niega a liberar las fuerzas productivas del campo, y todas las demás.

Lo más indignante es que él, toda la familia Castro y las de los restantes vividores comunistas que usurpan el poder en Cuba, celebrarán en grande con lechones asados por cocineros contratados para la ocasión y festejarán con champán francés, cervezas alemanas, vinos españoles y postres deliciosos, el 64 aniversario de la peor tiranía de América desde que Cristóbal Colón pisó tierra en Bariay y, maravillado por el exuberante paisaje, soltó aquella frase que a todos los cubanos nos enorgullece.

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10 comentarios

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El pueblo cubano está, lentamente, venciendo el adoctrinamiento y empezando a entender (!! por fin!!) que ese estado de cosas tiene poco que ver con un bloqueo imperialista y mucho que ver con un sistema económico que fue afuncional desde el principio.

Recuerdo en mi niños toda aaa mi familia se reunía en el patio de mis abuelos a celebrar la no che buena así como dios lo mandaba.ahora abre y necesidad

Profile picture for user Nico

Verdad que RAQ no se propone inventariar los productos navideños en la Nochebuena cubana de antaño, pero lo logra en lo fundamental. Aparte de los turrones, los dátiles e higos y la sidra que venían de España, en la mesa cubana no faltaba el dulce de frutabomba --y de toronja, si no recuerdo mal, que para eso estaban las abuelas. Puede que en los hogares más humildes o monte adentro, no contaran con todo el surtido, pero el lechón asado con congrí y yuca difícilmente faltaba. Y si no alcanzaba para un pernil o una paleta, pues se cocinaba un pollo o un guineo. Además, como era una celebración familiar, los parientes pobres se arrimaban a la mesa de un tío o cuñado más favorecido, por ejemplo. Y lo más importante, había alegría y ganas de vivir. Ceo que el autor lo dice de manera inmejorable: "en los años 50 eran poquísimos los cubanos que no podían cenar al menos un pedazo de puerco, mientras la abrumadora mayoría sí lo hacía. Hoy es exactamente al revés". Feliz Navidad.

Los cuentos que hacía mi padre de las Nochebuenas precastristas en un pueblecito del interior ahora serían como cuentos de hadas para los cubanos en la isla, sobre todo los que solamente conocen la Cuba "revolucionaria." La "revolución" fue en realidad una involución, y eso es decirlo de forma muy elegante. Gracias, Fidel (sin olvidar sus esbirros, por supuesto).

Profile picture for user pim-pam-pum

Recuerdo esas cenas de Nochebuena, tal como lo relata el periodista, y hasta los anuncios de los turrones Sanchis Mira que salían en la televisión: "Mira, mira, llegaron los turrones de Sanchis Mira". En casa éramos 6 más la señora que ayudaba en los quehaceres a mi madre, ella comía con nosotros y luego se llevaba para su casa de lo mismo que habíamos cenado. Eran días felices que no imaginábamos que algún día cambiarían por los caprichos de un loco ególatra.

Estimada pim-pam-pum, la generosidad de su familia me ha hecho recordar una olvidada tradición en los campos de Cuba: cuando se "mataba un lechón" una parte se repartía a familiares y amistades menos favorecidas. También había un intercambio expontáneo de artículos navideños, como hoy día en el resto del mundo. La inmensa atmósfera de celebración, de estar viviendo aquellos días como una fiesta muy especial, en fin como algo distinto, es imperdonable que la dictadura lo haya destruido ya que ataba martianamente los unos a los otros. Saludos.

Profile picture for user pim-pam-pum

Sr. Fortes, en mi hogar, que no era de ricos, sino de clase media baja, siempre se trató con respeto a quienes ayudaban en casa y lo menos que se podía hacer en un día tan especial era compartir la alegría de la navidad, años después, cuando yo vivía en España y la familia estaba separada, la navidad para mí era un trago amargo, mi primer empleador me llevaba a su casa para compartir con su familia, el ciclo se cerraba así de alguna manera.
Le deseo tanto a Ud. como al resto de lectores de DDC y por supuesto a su equipo redactor unas felices navidades y ojalá que el próximo año se vea cumplido nuestro sueño de ver a nuestra patria libre de la dictadura que la oprime, y aunque yo ya no regrese nunca más, sería para mí un sueño, sueño que mis pobres padres no pudieron ver cumplido.
Un saludo afectuoso.

Más de una vez los fundamentalistas del CC del PCC criticaron que la revolución marxista-leninista, atea por propia definición avituallara una celebración monoteísta. Castro siempre se opuso a eliminar la cena de navidad argumentando que estaba lo suficientemente cerca de las celebraciones de fin de año como para fundirlas e incluso asociarlas al "glorioso" primero de enero, día de la victoria. Fecha falsificada por cierto, pues fue el 6 de enero.

Fuera astucia política o por su formación religiosa, el tirano nunca permitió cancelar estas festividades, pero a partir del fatídico 1991 la navidad cubana entró en una incesante caída libre nunca antes vista. Realmente toda actividad dirigida al zolaz espiritual de los ciudadanos cubanos ha quebrado, ocupando su lugar la tristeza y el desconsuelo de la miseria. Ello tiene un temido costo político.

Gracias al señor Roberto Álvarez Quiñones por su crónica. En la víspera de la cena del señor, le deseo junto a su familia paz y felicidad.

Profile picture for user PicadillodeSoya

Muy buen recordatorio,yo crecí con el desastre después de 1959 y más o menos recuerdo que se podía hacer algo,pero,por la “Libreta”,yo crecí y hasta casi me puse viejo dependiendo de que dinosaurios comunistas decidieran que podía comer y tomar.El Fin de Año de 1959 el canalla de Fidel Castro lo pasó con los campesinos de la Ciénaga de Zapata que decían ser los más pobres de Cuba,la Cena corrió por los campesinos y ahí están las fotos con mesas abarrotadas de comidas y por supuesto de Puerco Asado.Cómo fue posible que por mayoría los cubanos se fueron detrás de un canalla como Fidel Castro y echaran por la borda 57 años de continuo desarrollo de la nación eso no tiene parangón en la historia de la humanidad porque Hitler arrastró a buena parte de los Alemanes pero estos no recogían huevos rotos en la calle para comer ni pagaban la mitad de su salario por una libra de carne.

Buen articulo, duro desgarrador, pero es que así es la realidad del cubano de a pie.El futuro de Cuba es incierto, así como parte de los 200.000 recién llegados.Gracias a sus anteriores compatriotas que tan pronto obtenían la residencia al año y un día por la " Ley de Ajuste Cubano" .Los cuales inmediatamente viajaban a la isla a especular después de beneficiarse de dicha ley ,incluso,pedían asilo político. Naturalmente que los políticos demócRatas y algunos republicanos estaban viendo esta desfachatez y los jueces de inmigración tambien.Ahora disidentes confirmados son rechazados ,mientras esbirros, hijos de papá como el del tenebroso Colomé Ibarra campean con negocios en Tampa .En fin por cobardes vamos a seguir siendo explotados, pero no solo eso ,ahora deportados. Espero lleven efectivo cuando les toque virar a las fuerza,por ley solo pueden portar 10.000 dolares así que si tienen más traten de transferirlos a MLC poco a poco.Aun así el futuro es incierto compatriotas...