El MININT desarticula una red que revendía alimentos en La Habana

Una redada dirigida por el Ministerio del Interior (MININT) en la conocida feria comercial ubicada en las calles 100 y Boyeros, en La Habana, llevó a la detención de más de 30 cubanos que revendían alimentos como huevos, pollo congelado y picadillo, publicó "La Página de Mauro Torres", un perfil de la Seguridad del Estado en Facebook.

''El operativo llegó hasta una casa muy cerca de allí, y (…) lo que sacaron de allá adentro fue un camión de cartones de huevos y un frezzer cargado de paquetes de pollo y picadillo", dijo una testigo citada por el perfil oficialista. La mujer "contó más de 400 cartones de huevo", añadió.

Sin mencionar nombres de los revendedores ni referirse a los suministradores originales de estas mercancías, el perfil de la Seguridad del Estado refirió el supuesto malestar de las personas porque los revendedores ofertaban el cartón de huevos a 2.000 pesos y el paquete de pollo a 1.500 pesos.

"Todo muy lindo (…), excelente trabajo el de la Policía, mañana el huevo estará a 3.000 el cartón", ironizó en los comentarios el usuario Rolando Fuentes Medina. "Ahora muchos niños no llevarán almuerzo a sus escuelas ni los padres comida a sus casas porque allí, debajo del puente 100, era donde único había huevo, carísimo, pero había; pollo, carísimo, pero había", añadió.

José Armando Falcón, otro usuario, comentó: "'El problema aquí no son los revendedores, esos son el último eslabón de una cadena más larga. ¿Quién o quiénes abastecen a estos elementos? Espero que lleguen al fondo del asunto porque en este negocio están metidos hasta el cuello unos cuantos funcionarios, administradores y hasta etcéteras. Si se quedan en los revendedores y no llegan a las fuentes de abastecimiento, el mes que viene habrá en 100 y Boyeros (…) la misma cantidad de revendedores", cuestionó.

Con el comienzo de la pandemia de Covid-19 y agudización de la escasez de alimentos, el régimen aumentó la publicación en la televisión oficial de reportajes en los que atacaba el enriquecimiento de revendedores y pequeños emprendedores en todo el país, sobre todo de aquellos que vendían determinados alimentos y productos de primera necesidad.

La prensa estatal no suele ahondar en las causas que provocan esos problemas, como las deficiencias y falta de control en el sistema estatal de producción y las trabas al pequeño sector campesino.