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Apagones

Apagones en Cuba: el arte de las mentiras… o de no saber contarlas

Los 'cuentos de la buena pipa' de Díaz-Canel y sus ministros sobre el sistema electroenergético nacional, dan para una antología del atraco verbal.

Caibarién
Una vela durante un apagón en La Habana.
Una vela durante un apagón en La Habana. Diario de Cuba

El Gobierno cubano exhibe uno de los índices planetarios más altos en cuanto a contar mentiras y hacerlo mal. Como si todo lo que emprendiera en su alocada carrera por ganar más tiempo concluyera dilapidándolo.

El agravamiento del programa de apagones del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) ha traído consigo más descontento popular, con las habituales piruetas desmontables del discurso oficial. Basta ver/escuchar al periodista televisivo Bernardo Espinosa, vocero de todas las "desgracias actuales que al Gobierno acaecen", para comprender la ausencia de serios sustratos bajo sus reportes entusiastas. Realidades y promesas siguen —sin tropiezo— derroteros distintos, porque de un remiendo a otro "vamos ganando".

La "coyuntura" —fijada en 2019 como un lapso que tendría algún fin— y todos esos cuentos de la buena pipa que Miguel Díaz Canel se ha puesto en boca —así como los de sus ministros obedientes—, dan para una antología del atraco verbal, aunque ni saben armarlo bien.

El viernes pasado, solo un día después de hacer su última entrada semitriunfal al SEN, "La Guiteras" salió otra vez del aire. Digo "semi" porque transcurrió sin anuncios previos, como a la espera —tal cual sucedió— de otro descalabro estrepitoso.

"La unidad de la Termoeléctrica Antonio Guiteras se encuentra operando con un alto consumo de agua por salidero en caldera, por lo que se hace necesario su salida (…) para defectar y corregir el defecto", justificó la Unión Eléctrica (UNE).

Según datos al respecto, y más que publicitados desde el incendio en la base de supertanqueros contigua, en la primera semana de agosto la central comenzó con sobreconsumo y demás adversidades. Luego se han sucedido, uno tras otro, los mismos salideros.

También las paradas y los arranques lentísimos, su reinserción al malhadado enjambre de subestaciones, las sonoras chumaceras que explotan solas, transmisiones que colapsan… Por mucho que la parchean, vuelve a averiarse. De salidero en salidero, lleva —en el entra y sale— más de un trimestre.

Si se tratara solo de esa planta, podríamos respirar tranquilos. Pero sabemos, por los partes diarios de la UNE en voz del infeliz Espinosa —hombre dispuesto para cualquier contingencia natural o provocada—, que muchas otras unidades de generación del país presentan peor o similar infortunio.

¿Cómo podrá solucionarse el asunto sin instalar nuevas calderas? ¿Cómo proseguir falseando sin inversiones millonarias?

Porque es evidente que ningún parcheo garantizará estabilidad en el funcionamiento general y, en consecuencia, ningún pronóstico de mejoría en la generación basado en estrategias de intervención urgente resultará serio ni fiable. Esa dualidad negativa estará más que probada.

El Gobierno anunció en septiembre que pretendía reducir los apagones antes de finales de este año con reparaciones y nuevas inversiones. Entre julio y septiembre solo se registraron dos días sin cortes del suministro, según los datos de la UNE. Los apagones lastran todos los ámbitos de la economía y afectan de forma notable la vida diaria de los cubanos, lo que está azuzando el descontento social. Se han registrado cerca de cien apagones masivos de setiembre 29 a la fecha, según registra un medio independiente.

A finales de agosto Díaz-Canel aseguró que, como resultado de la entrada al país, en septiembre, de piezas y componentes para el mantenimiento de las Centrales Termoeléctricas (CTE), se experimentaría cierta mejoría de la situación crítica que el servicio eléctrico había tenido hasta ese momento. Y a fines del siguiente mes, el primer ministro, Manuel Marrero, afirmó que esa mejoría sería progresiva: "Todos los meses irá mejorando la situación".

Sin embargo, la situación en que vivimos desde hace semanas representa un retroceso notorio y contradice las palabras de ambas autoridades. Estamos peor que en agosto y septiembre, con niveles de déficits y afectación superiores, que sobrepasan los 1.000MW diarios.

Y este empeoramiento no es imputable al huracán Ian, que no afectó la infraestructura de ninguna central termoeléctrica. Entonces, ¿se mantiene lo de diciembre? Ya solo faltan 70 días para Nochebuena... y el plan de apagones 2023 siquiera ha sido esbozado.

El presidente salió en televisión el 15 de junio a decir que "los apagones en provincias se habían vuelto diarios y que no terminarían en el verano", como él mismo había prometido inicialmente.

En agosto, agregó que las soluciones se retrasarían hasta fin de año. Pero no hay solución inmediata debido a que las generadoras eléctricas están absolutamente obsoletas y en urgente necesidad de mantenimiento, según expresó Jorge Piñón, investigador en política energética de la Universidad de Austin, Texas.

"El presidente no puede sacar un conejo de su sombrero. No hay tiempo ni dinero para cubrir el déficit de generación, que se encuentra al 33% de la capacidad instalada", dijo Piñón.

Los cubanos de dentro o fuera del país miramos con mezcla de sorna e impotencia las tantas mentiras que, como un catao de quitaipón, nos arrojan al rostro sin conmiseración, esperando que nos quedemos quietos.

Pero cada vez con más vehemencia sentimos supina lástima por el alambrado tendido del "power" (gubernamental o eléctrico) que no llega —ni queriéndolo— al alumbrado público. Pues en "sombras, nada más" nos han convertido, bajo tan desenergizada/desvergonzada "continuidad".

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7 comentarios

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El gobierno lleva años insinuando que habrá luz al final del túnel, pero con tantos apagones lo veo dificil.

E

Profile picture for user EL BOBO DE LA YUCA

"[...] le hizo observar cuan capciosos eran los manejos de una propaganda que se apoyaba en planteamientos ideales para crear la ilusión de una realidad alcanzada donde, precisamente, esa realidad no había sido alcanzada —en terreno donde las mejores intenciones habían tenido hasta ahora, pavorosos rebotes." -- Alejo Carpentier en El siglo de las luces.

El escritor cubano exiliado Juan Abreu, que fue amigo de Reinaldo Arenas, se refiere rutinariamente a Cuba como "la pavorosa." Razones no le faltan.

Lo pudieran hacer mejor, pero TIENEN que mentir, y no solamente sobre los apagones y sus causas, sino en general. El sistema entero, todo, se basa en la mentira, y no de ahora, desde el principio. El Mal depende de la mentira y no puede prescindir de ella--no es opcional, es obligatoria.

Profile picture for user JCAleman

Las mentiras del régimen totalitario no pretenden que los súbditos las crean, en realidad son solo parte del entretenimiento y no precisamente del populacho.

Los que disfrutan del show son los líderes del cartel de Punto Cero que desde la comodidad de sus fincas y villas se desternillan de la risa cada vez que un fantoche de la empresa eléctrica o de un ministerio asegura que todo está bien o que Ucrania y el bloqueo son los responsables de las penurias.

Lo peor de todo es que los apagones terminarán antes que el cordero adoctrinado despierte y descubra que el problema no son los apagones. Lo peor es que la electricidad llegará a tiempo a los canales de la estatal TV nacional para celebrar el triunfo sobre la oscuridad y agradecer al dios del ateísmo por habernos dado esta revolución y estos dirigentes tan brillantes.
Lo peor de todo es el triunfo de la continuidad sobre el cambio.