Los cubanos que disponen de servicio de gas licuado parecen tenerlo más fácil que quienes dependen de la electricidad para cocinar, en el contexto de los apagones que golpean el país. Pero en Las Tunas, hay que hacer "hasta cinco días" de cola, para comprar una balita de gas, como refleja un reportaje del canal televisivo local Visión Tunera.
Las imágenes del material audiovisual muestran larguísimas colas que, de acuerdo al periodista cuya voz se escucha de fondo, hacen "cientos de clientes", desde "horas bien tempranas", en un punto de venta ubicado en el Reparto Buena Vista.
"Aquí se hace una cola, una lista. Por ejemplo, la ponen hasta el 100, hasta el 150", explica un tunero al canal estatal. "Cuando se termina esa lista, empieza otra lista, con una equis cantidad de números también", añade.
"Aquí nos hemos pasado no tres o cuatro… ¡Cinco días nos hemos pasado en la misma letanía!", se queja una mujer.
"Se hace difícil porque hay poco gas y hay muchas personas", afirma otro cliente a las cámaras. Sin embargo, la disponibilidad no parece ser la causa de las interminables colas para comprar el gas licuado, al menos en Las Tunas, según las declaraciones de Raima González Ramírez, jefa del mencionado Punto 5 del Reparto Buenavista.
"En este momento, la situación del combustible se debe al déficit de generación eléctrica", dice la funcionaria. "Realmente, hay muchas afectaciones eléctricas y los clientes en estos momentos usan más el gas licuado porque realmente no tienen corriente en estos momentos para cocinar".
"Realmente, entra todo el combustible que tenemos asignado a nivel de país y se les distribuye a todos los puntos para su venta diaria. A la hora que llega, se le empieza a vender al cliente", añade.
"Si el gas llegara a la una de la tarde, se vende hasta que se termine con el último cliente que está en la cola, hasta dónde dé el gas licuado en estos momentos, por la situación que tenemos del déficit de generación eléctrica", explica González Ramírez.
En lugares cuyos habitantes no cuentan con servicio de gas y, para cocinar y calentar la comida, dependen de los equipos eléctricos vendidos a la población durante la llamada "revolución energética" implementada por Fidel Castro, los cubanos tienen que recurrir a soluciones que serían risibles si no produjeran tristeza, debido a los ya rutinarios y prolongados apagones.
Dos ancianos de Pinar del Río colocan las cazuelas directamente al sol para calentar sus alimentos, de acuerdo a una publicación en Facebook de la periodista independiente Claudia Padrón Cueto.
El Gobierno de Camagüey detiene la venta de módulos para cubanos mayores de 65 años por falta de pollo.
A los apagones y la falta de gas para cocinar se une la escasez de comida que golpea Cuba. En esta situación, resultan más afectados grupos vulnerables como los ancianos. En Camagüey, se ha suspendido la venta de módulos para personas mayores de 65 años, por falta de pollo, según una publicación en la página de Facebook del Gobierno Provincial del Poder Popular.
"El Subgrupo de Alimento del Gobierno Provincial de #Camagüey informa, que a partir de las afectaciones en el abastecimiento logístico a la cadena de tiendas CIMEX en el suministro de pollo que afecta la venta en moneda nacional (MN) se ha decidido: Primero: Detener la venta de los módulos que se ofertan a las personas mayores de 65 años a partir del presente jueves 25 de agosto en la tienda del servi Vía Blanca, los que se retomarán una vez restablecido los abastecimientos", informa el texto.
También las ventas del producto "en los módulos que se venden por CDR" quedan suspendidas, de acuerdo a la publicación.
La publicación añade que "como consecuencia de esta afectación que ha ocurrido en el presente mes por dos ocaciones (sic), afectándose la venta en más de cuatro días, según lo solicitado al centro de dirección se detienen provisionalmente la recepción de las solicitudes que se realizan a través de los teléfonos habilitados al efecto y por estos, se dará explicación de la causa de la no recepción de solicitudes, pues este listado está ya confeccionado hasta octubre del presente año".
La explicación de las autoridades de Camagüey parece llegar tarde, a juzgar por el comentario de la usuaria Rossana García González.
"Bueno. Yo vivo en Agramonte y hace más de cuatro meses no dan el módulo, supuestamente nos debían vender este sábado, pero bueno ya tenemos esa nota informativa, así que a olvidarse del pollo", escribe García González.
"Bastante había durado la miseria q le vendían al pueblo, no hay una noticia que sea buena en beneficio al pueblo, y así siguen pidiendo que el pueblo resista, hasta cuándo, por Dios", cuestiona Adams German Arcia Rosabal.
Varios usuarios comparan la situación de Camagüey con la de La Habana, donde, algunos consideran que "no falta el pollo por la libreta, perritos y más productos y más cantidad que la que nos distribuyen a nosotros".
Entre los más de 250 comentarios que acumulaba el post hasta el momento de redactar esta nota, con adjetivos como "ineptos, sinvergüenzas e incapaces" para los dirigentes de Cuba, que no pueden "ni garantizar un paquete de pollo para esos ancianos", se cuela un comentario que señala la mala ortografía del texto publicado en la página del Gobierno de Camagüey.
"No voy a opinar nada respecto a la situación del pollo, porque sería inútil, sólo me gustaría que las personas que escriben las notas informativas en nombre del Gobierno cuidaran la ortografía, 'ocasiones' se escribe con 's'. Gracias", señala Dayamnelis Aguilar.
