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Nicaragua

La Policía de Daniel Ortega asalta la sede episcopal y arresta al obispo Rolando Álvarez

Mientras el papa Francisco hace silencio sobre la escalada represiva, autoridades religiosas de América Latina la condenan.

Managua
Asedio policial contra una sede religiosa en Nicaragua.
Asedio policial contra una sede religiosa en Nicaragua. AFP

El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, un fuerte crítico del Gobierno de Daniel Ortega, fue arrestado el viernes por agentes policiales que irrumpieron a la fuerza en la curia episcopal de Matagalpa, donde estaba confinado desde hacía 15 días, en medio de una escalada de violencia estatal contra la Iglesia Católica de ese país.

De acuerdo con el reporte de EFE, la Diócesis de Matagalpa alertó a través de sus redes sociales que agentes policiales estaban ingresando a "nuestra Curia Episcopal" a llevarse a Álvarez, de 55 años, el primer obispo arrestado en Nicaragua desde que el sandinista Daniel Ortega retornó al poder en 2007.

Álvarez se encontraba en el lugar junto a ocho colaboradores desde hacía 16 días, precisó el medio argentino Infobae. Familiares del obispo denunciaron que también fue allanada la casa de los padres del monseñor.

El medio local 100% Noticias informó que antimotines rompieron los portones de la curia para llevarse preso al obispo y a sus acompañantes y confirmó luego que testigos vieron salir un convoy policial de al menos ocho patrullas, donde iban Álvarez y los demás detenidos.

La dictadura de Daniel Ortega citó a decenas de personas de Matagalpa para interrogarlas. Distintas fuentes indicaron que están buscando "testigos" que declaren en contra del religioso, a quien señalaron de "organizar a grupos violentos", "incitar al odio" y crear "zozobra".

El arresto de Álvarez se produjo luego de que el Ministerio Público de Nicaragua pidiera un plazo de hasta 90 días de prisión para ampliar una investigación contra el sacerdote Óscar Danilo Benavidez Dávila, detenido desde el domingo pasado por un caso aún no precisado, informó el jueves el Poder Judicial.

Mientras el papa Francisco sigue haciendo silencio sobre la represión que vive la Iglesia que preside en la nación centroamericana, numerosas autoridades religiosas de América Latina, entre ellos el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, y monseñor Oscar Ojea, presidente del Episcopado de Argentina, han condenado los hechos. 

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se declaró el viernes "muy preocupado" por la redada contra la sede episcopal.

A través de un portavoz, Guterres reiteró su llamamiento al régimen de Daniel Ortega para que garantice "la protección de los derechos humanos de todos los ciudadanos, particularmente los derechos universales de asamblea pacífica, libertad de asociación, pensamiento, conciencia y religión".

"El secretario general está muy preocupado por la grave obstrucción al espacio democrático y cívico en Nicaragua y por las recientes acciones contra organizaciones de la sociedad civil, incluidas las de la Iglesia católica", dijo el portavoz Farhan Haq durante una conferencia de prensa, citada por AFP.

Según Haq, la operación del viernes en el Palacio Episcopal de la Diócesis de Matagalpa no hace más que agravar estas preocupaciones.

En lo que va de año, Managua ha expulsado del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, llevado a prisión a tres sacerdotes, cerrado ocho radioemisoras católicas y sacado de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos. También ha ingresado por la fuerza y allanado una parroquia y expulsado a 16 monjas misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta.

En su mensaje en nombre del secretario general de la ONU, Haq volvió a pedir este viernes "la liberación de todas las personas detenidas de forma arbitraria".

Naciones Unidas, sobre todo a través de la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha denunciado repetidamente la represión contra la sociedad civil en Nicaragua, desde que en 2018 se inició la crisis política que vive el país.

Dicha crisis se acentuó tras las controvertidas elecciones de noviembre pasado, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta. Todo ello, con sus principales contendientes en prisión.

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2 comentarios

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Ni Somoza se atrevía a eso,pero con este antiCristo de m.... en el Vaticano que se puede esperar..

Bueno, el tipo está casado (y aparentemente controlado) por una bruja que mete miedo, aunque el violador de menores siempre fue un crápula. Con respecto a Bergoglio, no esperen gran cosa.