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México

La visita de López Obrador a Washington ratifica la distancia que separa a México y EEUU

Visitó Washington con una agenda de peticiones concretas para Biden, y los dos evitaron plantear los temas que distancian a ambos países.

Buenos Aires
Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden en la Casa Blanca.
Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden en la Casa Blanca. EFE

Aunque menos retador que en sus declaraciones desde México, el mes pasado, cuando abiertamente cuestionó la organización de la Cumbre de las Américas por parte de la Casa Blanca, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador visitó Washington con una agenda de peticiones concretas para Joe Biden, y los dos evitaron plantear los temas que distancian a ambos países en la actualidad.

La llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador puso fin a más de tres décadas de una abierta afinidad de los presidentes de México con EEUU, una era que inició Carlos Salinas de Gortari en 1988 y que se cerró con Enrique Peña Nieto en 2018. A partir de entonces la relación entre los vecinos pasa por etapas de tensión con discrepancias, en este 2022, de orden más geopolítico.

Andrés Manuel López Obrador cuestionó de forma pública la decisión de Washington de no invitar a los regímenes autoritarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela a la Cumbre de las Américas que se celebró hace cinco semanas en Los Ángeles. Este foro interamericano, que tuvo una agenda poco clara, terminó recibiendo un tratamiento periodístico centrado en las críticas de presidentes como López Obrador a la cita, más que en la ausencia de democracia en las tres naciones mencionadas, que a fin de cuentas era lo que deseaba colocar Washington de relieve.

El ejemplo de López Obrador de cuestionar públicamente al anfitrión y de negarse a estar en la reunión fue seguido por sus colegas Xiomara Castro de Zelaya (Honduras) y Luis Arce (Bolivia), mientras que otros presidentes se excusaron, pero sin ser tan categóricos como el mexicano.

Andrés Manuel López Obrador, además, en términos geopolíticos se alió con su par de Argentina, Alberto Fernández, para revivir a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y de forma más abierta que velada plantear su deseo que de que esta instancia sustituya a la Organización de Estados Americanos, con sede en Washington. Sobre este punto no han ocurrido más que discursos hasta ahora.

En la CELAC no participan las dos democracias más consolidadas del continente, EEUU y Canadá, pero sí tienen presencia activa justamente las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Antes de viajar a Washington para su reunión este 12 de julio con Biden en la Casa Blanca y también para una sesión de trabajo con la vicepresidenta Kamala Harris, López Obrador de forma sorpresiva se introdujo en otro tema que lo distancia de Washington. La semana pasada salió en defensa de Julian Assange, cuya extradición a EEUU ya ha aprobado Londres.

En aquel momento dijo que en su visita a la Casa Blanca iba a interceder en favor del fundador de Wikileaks. Y remató con una de sus provocadoras frases: "Si lo condenan a pena máxima y a morir en prisión, hay que empezar la campaña de que se desmonte la Estatua de la Libertad".

Al menos en público este 12 de julio se mostró conciliador, obvió los temas peliagudos, y por el contrario desplegó un listado de peticiones para Biden, teniendo como punto central el tema migratorio.

En un análisis simbólico de la reunión sucedida en la Casa Blanca, la experta Mary Fer Centeno destacó la ausencia de contacto físico y de cercanía corporal entre los dos mandatarios, que fueron mostrados en su reunión privada con la mirada fija en documentos que cada uno de ellos sostenían. "El presidente López Obrador claramente se ve incómodo, como si no quisiese estar allí", asegura esta experta en lenguaje corporal.

Andrés Manuel López Obrador "pidió a su homólogo estadounidense Joe Biden ordenar el flujo migratorio en la región y permitir la llegada de profesionales por medio de visas temporales de trabajo. Previo a la reunión privada en la Casa Blanca y ante medios de comunicación, López Obrador urgió a Biden tener un plan agresivo para atender lo antes posible el fenómeno migratorio", resumió el periodista mexicano Joaquín López-Dóriga.

"Es indispensable, lo digo de manera sincera y respetuosa, regularizar ya y dar certidumbre a migrantes que desde hace varios años trabajan honradamente y contribuyen al desarrollo de esta gran nación", manifestó ante las cámaras López Obrador.

Biden evitó comprometerse públicamente a su listado de peticiones: "Yo creo que trabajando con usted vamos a poder superar los desafíos de ambos gobiernos. No quiero sugerir que no hay problemas, porque sí los hay, lo que hay que tener es paciencia".

Stephanie Brewer, analista de la Oficina en Washington para América Latina (WOLA por sus siglas en inglés), sintetizó las solicitudes que casi un centenar de ONG y organizaciones de migrantes hicieron públicas en una carta dirigidas a ambos mandatarios.

Las tres principales son: a) restaurar el derecho a solicitar asilo en la frontera; b) facilitar el acceso a vías legales de migración en ambos países; y c) poner fin a los actos de violencia y otros abusos contra personas migrantes.

Además de la movilización continua y masiva de mexicanos hacia EEUU, México se ha convertido en el paso para una migración significativa de otras nacionalidades. En 2021, según las estadísticas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU (USCIS por sus siglas en inglés), el cruce de venezolanos desde la frontera de México a EEUU fue de 108.000 personas. Un año antes, solo hubo 5.000 ciudadanos en esa situación.

En 2021 unos 160.000 mexicanos cruzaron la frontera, eso incluye a trabajadores agrícolas que van por una temporada y luego regresan a México.

Esta la segunda vez que Biden y López Obrador se ven en persona. La primera fue en noviembre pasado, en el marco de una reunión trilateral a la que se sumó Canadá, para tratar los temas de interés común en la región norteamericana.

El telón de fondo de la complicada relación entre México y EEUU, además del tránsito humano por la frontera binacional, es la presencia de unos 11 millones de indocumentados, en su gran mayoría mexicanos.

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2 comentarios

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El comunistoide reprimido de AMLO abusa sin misericordia del pobre viejo. López boicoteó la pasada cumbre y todavía el viejo lo recibe en la Casa Blanca. Trumpo cometió errores en su gobierno, pero este tipejo de AMLO nunca se hubiera atrevido a hacer y decir cosas ofensivas contra USA como ha hecho, porque le cogio la baja al anciano Biden. USA necesita un presidente que inspire respeto, Biden es una desgracia y quiere reelegirse.

Lo que tiene que hacer el viejo chocho es declarle la guerra a este mico de AMLO títere de los carteles de narcotraficantes y peón del castrismo.