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Agricultura

Cultivo extensivo, hambre intensiva: Cuba se aproxima a una catástrofe malthusiana

En las condiciones cubanas, sembrar cada vez más tierras es un modo ineficiente —que termina por ser inviable— de producción de alimentos.

La Habana
Un campesino cubano con sus bueyes.
Un campesino cubano con sus bueyes. Granma

A comienzos del siglo XIX, el parlamento británico debatía sobre agricultura. En aquel contexto, el miembro de los Comunes David Ricardo destacó una extraña paradoja: aun aumentando la cantidad de tierra, trabajo y capital invertido, el rendimiento decrecía.

Ricardo razonó que ello se debía a que, aunque estaban proliferando las áreas cultivadas, no todas las tierras eran iguales. La expansión agrícola iba desde tierras más fértiles y cercanas a las urbes hasta las más alejadas e infértiles, con lo que el valor de la producción de estas últimas, tanto por cuestiones técnicas como económicas, era inferior al valor obtenido en parcelas trabajadas desde antaño.

Partiendo de esa observación, Ricardo elaboró un primer atisbo, bastante defectuoso, de la Ley de Rendimientos Decrecientes, pero su intuición sobre la agricultura extensiva sí era correcta: sembrar cada vez más tierras es un modo ineficiente, que termina por ser inviable, de producción de alimentos.

200 años después, el castrismo no se ha enterado de esto, y nos encontramos a Ydael Pérez, su ministro de Agricultura, enfatizando que "tenemos que (…) poner más personas a producir y explotar todas las tierras posibles", pues "se ha crecido en áreas cultivadas, pero aún resultan insuficientes"; por ello, hay que "trabajar con más intencionalidad con los productores, acercarse a ellos y proponerles tierras".

Pero para lograr esa economía de escala que el ministro desea —aumentar la producción aumentando el uso de un factor, logrando que el ingreso marginal se mantenga superior a los costes medios— hay que asignar con mayor eficiencia los gastos fijos, principalmente los de administración; además, se debe profundizar la especialización y afinar el aprovechamiento de la maquinaria.

Lamentablemente, por caprichos sociológicos de Fidel Castro, en Cuba mucha tierra la administran agricultores bisoños con más deseos que conocimientos o experiencia, incapaces de administrar eficientemente grandes extensiones y numerosos empleados. Para colmo, en vez de permitírseles especializarse, el Gobierno insiste en la diversificación: que cada agricultor tenga cultivos varios y alguna ganadería.

A ello súmesele que la maquinaria disponible no solo es escasa, sino que está dispersa y descoordinada, por no hablar de la crónica falta de combustibles y piezas que le impide rendir adecuadamente. Con esa base, es imposible obtener economías de escala en una agricultura donde el riego mecánico no alcanza al 10% de las tierras labradas.

Así, mientras el Gobierno continúe promoviendo el uso extensivo de la tierra, los agricultores cubanos seguirán produciendo per cápita 34 veces menos que sus homólogos norteamericanos, 25 veces menos que los franceses y 15 veces menos que los españoles.

Cada hectárea de tierra cultivada en Francia seguirá rindiendo 13 veces más que una cultivada en Cuba; en España, nueve veces más; y en Estados Unidos, seis veces más, una eficiencia que permite que de cada 100 trabajadores activos en España solo cuatro sean agricultores, en Estados Unidos lo sean apenas dos y en Francia menos de uno.

Pero en Cuba, para sostener esa agricultura extensiva, 20 de cada 100 trabajadores tienen que estar atados a labores agrícolas, mientras sectores que deberían ser más rentables y fundamentar el desarrollo, como la industria, se quedan sin mano de obra y se remuneran peor. En los últimos cinco años, el porciento de trabajadores industriales cayó del 8,1 al 7,6, mientras que su salario promedio pasó de estar 35 puntos por encima de la media nacional a estar 15 puntos por debajo.

La isla azucarera, vergel que exportaba carnes, pieles, conservas y era autosuficiente en frutas y verduras que ahora ni se conocen, es hoy un inhóspito páramo infecto de marabú gracias, entre otras cosas, a que el Gobierno destina 12 veces más recursos a turismo que a agricultura y, aunque exige que los campesinos expandan las tierras cosechadas "hasta el último pedacito", y regala regaderas en los barrios para cultivar incluso en la ciudad, en 2021 redujo a la mitad la inversión que al sector agropecuario dedicó el año anterior.

Hoteles ultramodernos para GAESA y tecnología medieval para los campesinos, paradojas de un régimen que sabe que en las condiciones cubanas un tractor es 35 veces más productivo que una yunta de buey; sin embargo, importó solo 236 tractores en 2020, que son lo más básico y necesario para "romper" tierra nueva, mientras la prensa oficial, con cínico servilismo, alecciona burlonamente diciendo que "todavía hay muchos guajiros por ahí que sueñan con los tractores y el petróleo, y se olvidan de lo bueno que es tener una yunta en la finca".

El inmenso potencial agrícola de Cuba seguirá languideciendo carente de una inversión que el Gobierno no quiere hacer, inversión que tampoco llegará desde fuera mientras la arbitrariedad estatal espante a los inversores interesados. Cuando el Gobierno crea el problema e impide su solución, el Gobierno es el problema.

Thomas Malthus, economista y amigo de David Ricardo, vaticinaba para el mundo una catastrófica hambruna porque la población crecería más rápido que la producción de alimentos. La agricultura intensiva moderna demostró que Malthus erraba, pero en Cuba, aun con una población menguante, que el Gobierno insista en la agricultura extensiva hace que los pronósticos más sombríos de aquel pesimista pensador estén espantosamente próximos a hacerse realidad.

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8 comentarios

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Profile picture for user JCAleman

Una catástrofe maltusiana al estilo camboyano pues a diferencia de 1er Subperiodo Especial de los 90s (el verdadero y abarcador período de miseria empezó en 1959) ahora 3/4 partes del planeta está en inflación y entrando en recesión, además han pasado más de 30 anos del subsidio sovietico y más de 60 de que el capitalismo prospero fuera anquilado en la isla, por lo que la ruina socioeconómica y ética se han desbordado.

A lo que se agrega un decrecimiento de la poblacional juvenil y un aumento de los retirados, la quasi extinción de la industria azucarera y tabacalera, y la imposibilidad de la economía parasitaría de encontrar un host (URSS o Venezuela) al cual adherirse.

La Opción 0 está en camino, asi que los esclavos deben prepararse para el traslado forzoso de las zonas urbanas a los campos, las caldosas colectivas ante el cierre de bodegas y agromercados y los túneles como cárceles para los descontentos.

Ahora si se logros la meta de construir el socialismo.

Milagro no puso que los afrocubanos serán los más perjudicados por esta maniobra agraria,pues conocemos la adicción de la autora a manipular la raza para crear más división entre los cubanos.

¡Excelente trabajo! Mis felicitaciones a la autora.

Lo único que se me ocurre matizar un poco (tratando de hacer el papel de abogado del Diablo) es que la melancólica aspiración del Ministro de la Agricultura de aumentar la extensión de las tierras cultivadas, si se cumpliera (lo cual, en la Cuba castrista es un "si" inmenso), debería traducirse en un aumento del volumen total de la producción, aunque las nuevas tierras sean menos feraces.

Pero (claro) las palabras del señor ministro, un buen castrista, representan lo que en inglés se denomina "wishful thinking": la expresión de un buen deseo que difícilmente podrá cumplirse.

¡Excelente trabajo! Mis felicitaciones a la autora.

Lo único que se me ocurre matizar un poco (tratando de hacer el papel de abogado del Diablo) es que la melancólica aspiración del Ministro de la Agricultura de aumentar la extensión de las tierras cultivadas, si se cumpliera (lo cual, en la Cuba castrista es un "si" inmenso), debería traducirse en un aumento del volumen total de la producción, aunque las nuevas tierras sean menos feraces.

Pero (claro) las palabras del señor ministro, un buen castrista, representan lo que en inglés se denomina "wishful thinking": la expresión de un buen deseo que difícilmente podrá cumplirse.

Profile picture for user Pedro Benitez

the law of diminishing returns;

a principle stating that profits or benefits gained from something will represent a proportionally smaller gain as more money or energy is invested in it.

Profile picture for user Pedro Benitez

La solución (inmediata) está en permitir a los campesinos que producen menos subcontratar el pedazo de tierra a los que producen más.

Los que mandan ni saben ni sirven, y bastante poco les importa. La gente de a pie está para aguantar y resolver como pueda, o buscar ayuda de afuera si la puede conseguir. Todo es fracaso, fraude y muela.

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El toque del Rey KKMidas ...