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Teatro

Osvaldo Doimeadiós homenajea a Sigfredo Ariel en su nueva obra teatral

El director y actor de 'Luz' conversa con DIARIO DE CUBA.

La Habana
Osvaldo Doimeadiós, actor y director de 'Luz'.
Osvaldo Doimeadiós, actor y director de 'Luz'.

Osvaldo Doimeadiós busca en sus obras rescatar la cubanidad, lo perdido e insólito en estos tiempos, donde lo más pop de la cultura foránea se ha impuesto en los gustos de la sociedad y los jóvenes cubanos. Luz es su última puesta en escena, en la cual dirige y actúa.

Luz es una experiencia que rompe con lo que estamos acostumbrados a ver y entender por teatro. Recurre a la performance, la música, la poesía, las artes visuales y más, para mostrarnos los vacíos del presente y remontarnos a otras épocas, más ricas en valores estéticos y culturales.

“Desde Oficio de Isla —obra que antecede a Luz— e incluso antes, tengo esa vocación de hablar sobre Cuba. Tiene que ver con una elección personal, pero también con el equipo de trabajo donde esas preocupaciones son las mismas, o sea,  la necesidad de hablar de Cuba e ir a nuestras esencias o a eso que llamamos nuestras cuestiones identitarias", expresa Osvaldo Doimeadiós a DIARIO DE CUBA.

"Y como reza un eslógan que tenemos en nuestra comunidad creativa, Luz es un lugar donde las artes, la memoria y la historia conviven en el presente".

Luz es una obra generacional, creada a partir de los poemas de Sigfredo Ariel, contemporáneo del director, y los boleros, la trova o el filin que alcanzó escuchar esa generación en su infancia y juventud. La puesta rescata canciones como "Te perdono" de Noel Nicola, "Somos novios" de Armando Manzanero, "Cuenta conmigo"de Carlos Puebla, que en la actualidad son sustituidas en las listas de reproducciones por artistas como Chocolate, Gente de Zona, Bad Bunny, y se pierden de nuestras raíces e identidad.

"Al principio queríamos hacer un espectáculo musical con actores cantando boleros. Después surgió la idea de Laidi Fernández de Juan de usar la obra de Sigfredo Ariel como soporte. A mí me pareció excelente, porque además, la relación de Sigfredo con la música era algo casi indisoluble", cuenta Doimeadiós.

La poesía de Sigfredo Ariel (1962-2020) inmersa en la dramaturgia de la obra, además de ser un homenaje al fallecido poeta, crea un enlace entre otros tiempos críticos y el sentir de sus protagonistas. Sigfredo Ariel, como un Allen Ginsberg cubano, describe las decepciones de su época; aunque a diferencia de Ginsberg y su poema "Aullido", la poesía de Sigfredo todavía es esperanzadora.

La magia de Doimeadiós se centra en lograr esos lazos generacionales, mostrar las desilusiones de su época como algo que siempre ha pasado y pasará; nos invita a romper con las barreras del desencanto para crear, buscar la brillantez y lo positivo de cada momento. En su elenco actoral confluyen varias edades, con un marcado predominio a darle visibilidad y espacio a los más jóvenes.

Sobre estos dice el director: "El trabajo con los jóvenes me estimula mucho, me obliga a replantearme muchas cosas y, esa manera de tender puentes con ellos  te enseña muchísimo y hace el espectáculo siempre vivo. Aunque yo prefiero trabajar con personas jóvenes pero que tengan cualquier edad. No me importa la edad siempre que tengan la disposición para la aventura, el riesgo, asumir el teatro de esta manera más participativa en la que dialogas con actores, músicos, artistas visuales".

Entre los actores y actrices que conforman la obra se encuentran Rebeca Rodríguez, Iván Balmaceda, Daliana González, Ariel Zamora, Johan Ramos y Camila Rodhe, que van dando vida a la poesía de Sigfredo Ariel en acompañamiento de míticas canciones nacionales e internacionales. La obra sustituye a los clásicos personajes protagónicos para darle protagonismo a algo que nos convida a todos: Cuba.

Además de la voz actoral, la Banda de Música de Rancho Boyeros juega un papel fundamental dentro de la obra. El conjunto, dirigido por Daya Aceituno, fue el encargado de montar las piezas musicales presentes en el espectáculo. Canciones seleccionadas por la propia Aceituno, Doimeadiós y el resto del equipo.  

Al final de la obra y su recorrido por la historia —las pérdidas, las ganancias y las expectativas del futuro—, tanto espectadores como actores lloran aunque intenten contenerlo. Se hace difícil no hacerlo frente a un trabajo que va de nuestra esencia y de un poeta que fue parte de nosotros, los de a pie, y se hizo un referente sin dejar de ser Sigfredo, de ser santaclareño.

Luz se mantendrá durante febrero hasta marzo en la nave de Oficio de Isla, situada en los almacenes de San José, en la Avenida del Puerto de La Habana. Quienes acudan a verla, irán a ver más que teatro; presenciarán la luz de Sigfredo Ariel, de Osvaldo Doimeadiós y su equipo de trabajo, del arte. De Cuba, y no otra cosa.

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3 comentarios

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Vi ahora las respustas a mi preguntas en la nota informativa del 26 de julio de 2020. Mis respetos a Sigfredo Ariel. Creo que el autor de la nota de hoy debió de hablar más de Sigfredo.

¿Quien es Sigfredo Ariel? ¿Qué dice en su obra? ¿De qué murió y dónde?

Mandri hay una cosa que se llama Google que aclara todas las dudas y evita preguntas bobas.
Doimeadiós es un actor increíble recuerdo que lo vi en una obra dedicada a Alfonsina Storni, si mal no recuerdo porque hace ya tal vez 20 años, una actuación impresionante.