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Honduras

Antes de asumir la Presidencia, Xiomara Castro está envuelta en una ola de crispación

El pasado domingo se juramentaron en Honduras dos juntas directivas del Legislativo, en medio de acusaciones diversas.

Caracas
Xiomara Castro en el mitín de clausura de su campaña para la presidencia de Honduras.
Xiomara Castro en el mitín de clausura de su campaña para la presidencia de Honduras. AP

Xiomara Castro de Zelaya asumirá la presidencia de Honduras este 27 de enero. Su toma de posesión estará desde ya envuelta en la crispación y polarización política, que parece no ceder en este país centroamericano, como lo ha demostrado la reciente juramentación en paralelo de dos directivas del Congreso y las implicaciones que ello tendrá para una endeble gobernabilidad.

Este domingo 23 de enero se juramentaron dos juntas directivas del Legislativo, en medio de acusaciones diversas entre diputados del izquierdista Partido Libertad y Refundación (Libre), del cual forma parte la presidenta electa y su esposo, el derrocado mandatario Manuel Zelaya.

El meollo de la crisis en el Parlamento gira en torno a la decisión de una veintena de diputados electos con el respaldo de Libre y que decidieron dar al traste con un acuerdo previo y aliarse con el conservador Partido Nacional.

Con 85 votos (de un mínimo de 65 que eran necesarios), diputados electos en las filas partidistas de la mandataria y legisladores del Partido Nacional acordaron nombrar como presidente del Congreso a Jorge Cálix, quien también milita en Libre.

La presidenta Castro ordenó la expulsión inmediata de 18 diputados de su partido y anunció que desconocía a Cálix, dado que este había roto un acuerdo político de no aliarse con el partido conservador que durante una década ha respaldado al saliente gobierno de Juan Orlando Hernández, sobre quien pesan diversos señalamientos e incluso acusaciones de haber apoyado el tráfico de drogas, según un fiscal de EEUU.

En paralelo, diputados de Libre (que son minoría en el Congreso) se reunieron y designaron a Luis Redondo, del Partido Salvador de Honduras, que es aliado de los Zelaya. Xiomara Castro anunció que trabajará con esta directiva, pero siendo una minoría legislativa, incentiva una nueva confrontación institucional, un lastre que viene afectando a Honduras desde que Manuel Zelaya fue sacado del poder con un golpe de Estado en 2009.

Todo apunta a que Xiomara Castro de Zelaya, la primera mujer en dirigir los destinos de Honduras y la primera presidencia que rompe con el tradicional control del poder de los partidos Nacional y Liberal, se juramentará este 27 de enero ante un tribunal en Tegucigalpa. El sistema de justicia, según coinciden analistas, tampoco goza de credibilidad dada la penetración —que se ha denunciado— tanto del narcotráfico como de la corrupción.

Aunque Xiomara Castro ha usado de forma reiterada la palabra traición, y sus seguidores han asomado la posibilidad de que haya sido comprada la voluntad de los diputados de Libre que se aliaron a los conservadores, Cálix reiteró que está en disposición de trabajar con el nuevo Gobierno.

"Nuestra agenda legislativa tiene como prioridad hacer realidad el plan de Gobierno de Castro", aseveró el diputado. Cálix ha trabajado estrechamente junto a los Zelaya por varios años y fue uno de los líderes políticos que se declaró en "resistencia" cuando Zelaya fue apartado de la presidencia en 2009.

Siendo la candidata presidencial más votada en la historia democrática de Honduras, Xiomara Castro inicia su mandato con un serio desafío. "Buscar los consensos con diferentes sectores económicos, políticos y sociales para asegurar una transición ordenada y la gobernabilidad durante su período. Esto será particularmente importante en el Congreso", tal como expresó en diciembre pasado el analista de Crisis Group, Tiziano Breda, al ser entrevistado por DIARIO DE CUBA.

Antes de asumir la presidencia, Xiomara Castro ya tiene ante sí un embrollo institucional que puede complicar el inicio de su gestión.

Para la periodista Thelma Mejía, Honduras debe superar el estancamiento y la fractura que se arrastra desde la crisis de 2009. Esta periodista, como muchos hondureños, le habían dado un voto de confianza a la elección de Castro.

Si el inicio de la gestión de la mandataria sucede con una crisis institucional, como la que se dibuja con la existencia de dos juntas directivas del Congreso, difícilmente se alcanzará una gobernabilidad en el país centroamericano.

De acuerdo con Tiziano Breda, la actual crisis surgida por la existencia de dos directivas del Congreso podría tener dos consecuencias. Una podría ser la profundización de la crisis institucional que se arrastra desde 2009, y esto a su vez podría alimentar el descontento popular.

Hay en Honduras una amplia expectativa de que un Gobierno de Castro establezca políticas sociales efectivas y acabe con la corrupción, pero ambas tareas serán de difícil cumplimento si el nuevo Gobierno debe, además, atender una relación complicada con el Parlamento.

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1 comentario

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Al final los castrochavistas hondureños se uniran y se impondrán ampliamente. Y Honduras sera aliada de Maduro, Castro y Ortega. Y de Boric, Alberto-Kirchner, Evo, Petro, Lula, Castillo, Lopez Obrador Tiempo al tiempo