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Represión

Las protestas no amainaron en Cuba durante noviembre pese al terror implantado por el régimen

'El Gobierno no aseguró su porvenir en noviembre, lo ha puesto aún más en peligro', advierte el Observatorio Cubano de Conflictos.

Miami
Paramilitares y funcionarios convocados para el acto de repudio ante la vivienda de Yunior García el 14 de noviembre.
Paramilitares y funcionarios convocados para el acto de repudio ante la vivienda de Yunior García el 14 de noviembre. Humberto López / Twitter

La protestas públicas crecieron en Cuba durante noviembre, a pesar de la oleada represiva que antes y después de la Jornada Cívica por el Cambio y el llamado a manifestarse el 15N desató el régimen, indicó el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) en su informe mensual sobre el tema.

De acuerdo con el proyecto del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, con sede en Miami, en el penúltimo mes de 2021 hubo en la Isla 353 protestas públicas, ocho más que en octubre, cuando se contabilizaron 345.

De ellas, al menos 79 ocurrieron el propio 15 de noviembre, a pesar de la narrativa que el régimen quiso imponer de que la convocatoria a manifestarse habría fracasado por falta de apoyo.  

Al respecto, el informe asegura que la manera de definir qué parte del conflicto salió victorioso en la pulseada del 15N no depende del "número de ciudadanos que salió a la calle en comparación con los que se manifestaron el 11 de julio, sino del número de efectivos militares, policiales, paramilitares y de recursos materiales que el Gobierno estimó imprescindible para poder conjurar un nuevo estallido social".

"Muchas personas no pudieron salir a manifestarse no por miedo, sino por estar literalmente bloqueados sus domicilios", recuerda el Observatorio.

"El 15 de noviembre ha sido la primera vez en 62 años que el Ministerio del Interior, sus fuerzas paramilitares y las FAR se vieron en la necesidad de realizar una completa ocupación de todas las zonas urbanas y de muchas rurales mediante operativos policiales, despliegue de miembros de la Seguridad del Estado vestidos de civil, actos de repudio, mensajes con amenazas y el corte selectivo de líneas telefónicas", indica el reporte.

"Como disuasivo a los potenciales manifestantes que fuesen a salir el 15N, el Gobierno continuó anunciando sentencias arbitrarias y desmedidas (incluyendo las dictadas contra decenas de menores) a manifestantes del 11 de julio, golpizas fascistas en calles y prisiones, amenazas de retirar la patria potestad sobre los hijos de posibles manifestantes, torturas psicológicas a detenidos y sus familiares, así como presiones a disidentes conocidos para que abandonen el país", agrega.

Las protestas en noviembre evidenciaron una radicalización, rasgo cada vez más acusado desde el 11J, pues "el 75% han pasado a ser eminentemente por derechos políticos y civiles", en vez de por razones económicas y sociales.

"Las protestas relacionadas con los derechos políticos y civiles (266) estuvieron motivadas por exigencias del cese de la violencia, la libertad de los presos políticos, derechos para todos los cubanos y el inicio de un proceso de cambio hacia la democracia. También ocurrieron denuncias de arbitrariedades y desamparo legal del ciudadano común e injustas condenas contra protestantes pacíficos; sobre torturas en las cárceles, actos de repudio, represiones, golpizas, prisión domiciliaria, y expulsiones de centros de trabajo", precisa el informe.

"Las protestas relacionadas con los derechos económicos y sociales (87) estuvieron motivadas por la explotación laboral a cuentapropistas y soldados (reclutas), excesivas y severas multas, feminicidios (29 en lo que va de año), malas condiciones en las prisiones, desamparo de veteranos y retirados, altos precios de la canasta básica, desabastecimiento y corrupción en las tiendas de dólares".

Según el Observatorio, desde que monitorea la situación de las manifestaciones públicas en la Isla, hace ya 14 meses, suman 3.416 protestas en Cuba. Pero el rasgo llamativo es que la conflictividad se ha triplicado en un año, si se comparan las cifras de noviembre de 2021 y el pasado mes.

"Esa ecuación de fuerzas no es sustentable para la gobernabilidad. La realidad cubana no escapa a los potenciales inversionistas e incluso a turistas que el Gobierno desea atraer. La pregunta clave después del 15N es ¿quién resulta más creíble y fuerte hoy? ¿El gobierno que apenas puede movilizar a unos pocos vecinos de los disidentes para organizarles actos de repudio? ¿O la sociedad civil cada vez más enajenada del Gobierno y del régimen de gobernanza vigente? El Gobierno no aseguró su porvenir en noviembre, lo ha puesto aún más en peligro", apunta.

Además, advierte el informe, "la noción de que una dictadura controla el poder en Cuba es hoy un consenso extendido entre la población de la Isla y la opinión pública internacional".

"El inmovilismo, la desidia, la represión y arbitrariedad de ese régimen, así como la indefensión del ciudadano común frente a él, han sido los motores de ese cambio de mentalidad ciudadano", finaliza el Observatorio.

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1 comentario

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Habría que ser más que imbécil para creer la versión del régimen sobre el fracaso de la manifestación por falta de apoyo. Todo el mundo vio la militarización de las ciudades, los actos de repudio, las amenazas y detenciones a activistas y el encarcelamiento a los opositores conocidos, la preparación durante semanas y el entrenamiento con palos y cabillas para atacar a todo el que se atreviera a salir. Cuba y el mundo entero lo saben, pero sobre todo el régimen lo sabe. Saben que son odiados, que están en el poder por la fuerza y que cuando menos lo esperen el pueblo va a salir de nuevo y esta vez sin previo aviso.