El coronel de la reserva José Ramón Silva Berroa, fundador del Partido Comunista de Cuba (PCC), murió a causa de Covid-19 la semana pasada en La Habana, según publicó el diario oficial Granma.
Natural de Santiago de Cuba, donde nació el 17 de octubre de 1933, se incorporó al Ejército Rebelde en la Sierra Maestra en junio de 1957, bajo el mando de Ernesto Che Guevara. En junio de 1958 fue ascendido al grado de capitán.
En agosto de 1958 integró la columna invasora número ocho Ciro Redondo como jefe del pelotón de retaguardia, resultando herido en el hombro derecho en el combate de Cuatro Compañeros. Continuó así al frente de su pelotón hasta Las Villas, añadió el periódico oficial.
Durante la Campaña de Las Villas fue herido de gravedad en el combate de Cabaiguán, a consecuencia de lo cual perdió el brazo derecho.
Tras enero de 1959 fue ascendido a comandante y ocupó diversos cargos políticos hasta su jubilación. Fue fundador del PCC e integró su Comité Central. Recibió numerosas condecoraciones y reconocimientos del régimen.
El cadáver de Silva Berroa fue también cremado y sus cenizas depositadas en el Panteón de los Veteranos de la Necrópolis de Colón.
También el jueves y por la misma causa del Covid-19 murió el general de Brigada cubano Diego Cobas Sanz, quien se desempeñaba como jefe de la Dirección de Preparación Combativa de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Una quincena de militares de alto rango ha fallecido desde el pasado 11 de julio, fecha a partir de la cual los medios oficiales comenzaron a informar con frecuencia de estos inusuales obituarios.
El pasado 26 de septiembre, el Noticiero Estelar de la Televisión cubana informó de la muerte del coronel Eladio Julián Fernández Cívico, director del grupo empresarial estatal GEOCUBA, también a consecuencia del Covid-19. Y el 18 del propio mes, fue el general de Brigada de la Reserva Hiraldo Antonio Mora Orozco, otra víctima del Covid-19.
El pasado 9 de septiembre falleció el coronel de la Reserva Eugenio Suárez Pérez, quien se desempeñaba como director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, y esa misma semana el coronel retirado de las FAR Eduardo Morejón Estévez, veterano de conflictos bélicos en África y Asia, aunque en su caso la prensa estatal no dio la noticia.
Dos semanas atrás, se anunció la muerte del también general de brigada de la Reserva Arnoldo Ferrer Martínez, quien había combatido al mando de Fidel Castro en la Sierra Maestra.
El fallecimiento de tantos militares cubanos de alto rango en menos de tres meses ha causado numerosos rumores, especialmente porque excepto en el caso de cinco de ellos, nunca fueron divulgados los motivos de los decesos.
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La Mafia los utiliza y cuando ya no les sirve los mandan al otro barrio. Van 15 y los siguen muriendo.