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REPRESIÓN

La poeta cubana Katherine Bisquet: 'Hamlet Lavastida ha sido liberado a cambio de nuestro exilio'

'No cabe ninguna justificación que alcance ni siquiera mínimamente a disfrazar el plan macabro que ha desplegado el poder político sobre nuestras vidas', denuncia.

Madrid
Hamlet Lavastida y Katherine Bisquet.
Hamlet Lavastida y Katherine Bisquet.

"Si ha llegado este momento y están leyendo esta nota, es porque justo ahora Hamlet Lavastida y yo acabamos de pisar el espacio Schengen. Hemos tomado la precaución de hacer pública nuestra situación a estas alturas (literalmente) por nuestra seguridad personal. La policía política nos impuso el exilio de ambos como única opción para la excarcelación de Hamlet", escribió este domingo la poeta cubana Katherine Bisquet, novia del artista contestatario, un día después de ser desterrados y tras tres meses de acoso.

En un extenso texto publicado en su perfil de Facebook, Bisquet denunció que desde el comienzo de la "insólita detención" de Lavastida, y "durante los 90 días que permaneció en privación de su libertad bajo un proceso de investigación infundado", ella ha sido "blanco de acoso, coacción, privación ilegal de libertad (prisión domiciliaria por 65 días), tortura psicológica, detenciones ilegales y amenazas de procesamiento por parte de la Seguridad del Estado".

"Sobre todo he sido víctima del chantaje a través del cual el poder me hacía saber que, cada día que transcurría sin que yo consiguiera una visa, representaba un día más de cárcel para Hamlet. Mi salida del país era la moneda de cambio para su liberación. Debo añadir, además, que a esa misma presión de intentos de chantaje estuvieron sometidas varias personas allegadas a Hamlet, tanto familiares como amigos", explicó.

Bisquet precisó que Lavastida fue "conducido por la Seguridad del Estado directamente al aeropuerto José Martí en horas de la tarde de este sábado 25 de septiembre, desde una casa de protocolo en la que se encontraba aislado desde el día 20 de septiembre y de la cual desconoce su ubicación, ya que fue transportado a ese lugar con la cabeza entre sus piernas". 

Dijo que ella también fue trasladada al aeropuerto sin la posibilidad de que su padre y familia la despidiesen.

"De la misma manera, durante el transcurso de esta última semana, fui conducida por miembros del aparato represivo a la gestión de todos mis trámites migratorios, y fueron ellos los que se encargaron de agilizar el proceso, prorrogando de manera inmediata nuestros pasaportes y las pruebas de PCR para poder viajar", agregó.

"No cabe aquí ninguna justificación que alcance ni siquiera mínimamente a disfrazar el plan macabro que ha desplegado el poder político sobre nuestras vidas. A este plan lo nombraban 'racionalidad política'", consideró.

Según el testimonio de Bisquet, ella escuchó "decir a más de un agente que a ellos no les convenía que Hamlet estuviese preso y que, debido a esta 'racionalidad política', decidían excarcelarlo bajo la condición de la salida del país de ambos". 

"Algo ha logrado la Seguridad del Estado, y es que en este reducido, incivilizado y precario espacio en el que inevitablemente tenemos que coexistir, normalizamos y asimilamos la represión de manera natural. Ya no de manera pasiva, sino de una forma bastante familiar y sin extrañezas, lo cual los convierte a ellos en una maquinaria mucho más eficiente y perdurable", agregó

"La segunda vez que vi a Hamlet estando preso fue durante el procedimiento de pruebas de PCR, el 23 de septiembre. Yo no sabía si estaba casi feliz o casi destrozada. Recuerdo haberle pedido una hora más al teniente coronel Mario para seguir sentada junto a Hamlet en un lugar que fue la primera Villa Marista y que hoy es el Museo de la Denuncia. Si Mario me hubiese concedido una hora más, tal vez hubiesen logrado petrificarnos. Pero su negativa me expulsó de golpe a la realidad, a la imperiosa necesidad de seguir moviéndome, de seguir articulando mi palabra y mi cuerpo", relató la escritora. 

Según la joven activista, salió de allí "con el deseo de echar abajo hasta su último ladrillo".

"En estos últimos meses algo ha cambiado. Un pueblo ha gritado con la voluntad de cambiar las cosas. Hoy esos cubanos han estado salvándome y han estado salvándose ellos mismos. Hoy hay más de 800 personas encarceladas o desaparecidas por manifestarse. Hoy tengo a mis amigos Luis Manuel Otero Alcántara, Maykel Osorbo y Esteban Rodríguez presos en cárceles de máxima seguridad por expresarse libremente. Hoy tengo que apelar al exilio. Hoy hay un pueblo vivo. Y en todo eso hay esperanza. Hay una fuerza por crecer. Una fuerza que se acumula en nosotros", dijo.

"En todo este proceso tortuoso he estado acompañada y he sido apoyada por muchos amigos y organizaciones internacionales a cargo de la protección de artistas en riesgo y defensores de los derechos humanos. A todos ellos nuestro eterno agradecimiento. Muy pronto, y luego de una breve recuperación, estaremos dando nuestros testimonios. Nada quedará impune. Cada acto de represión y cada vejación contra nuestras vidas tendrán traducción en una parte importante de mi literatura. Cada detalle, cada palabra, cada gesto, cada cuerpo", sostuvo.

"Y como bien dije un día, con las fuerzas que me quedaban, a las puertas de un Ministerio, 'que sea el amor y la poesía lo que unan a este pueblo'", concluyó.

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