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REPRESIÓN

Observatorio Cubano de Conflictos: Pese a la represión, agosto cierra con 297 protestas públicas en la lsla

'Cuando las personas son llevadas a una situación extrema, el terror ya no resulta eficaz para inmovilizarlas', advierte la organización.

Miami
Cubanos en La Habana en las protestas del pasado 11 de julio.
Cubanos en La Habana en las protestas del pasado 11 de julio. diario de cuba

"En el mes de agosto se registraron 297 protestas públicas en Cuba, una prueba de que la ola represiva posterior a la rebelión nacional del 11 de julio no consiguió desaparecer las demostraciones de inconformidad", señaló el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) en un informe mensual publicado este miércoles.

Según el OCC, "el mes de julio no se toma como referencia comparativa por haber sido el marco de un acontecimiento inusitado en los 62 años del castrismo en el poder: un levantamiento popular que convocó simultáneamente a 187.000 cubanos y totalizó 584 protestas públicas".

"Sin embargo, bajo la tensa calma impuesta por la represión masiva las protestas continuaron creciendo en agosto, con 48 más que en junio (249), a razón de nueve diarias. La tendencia a crecer cada mes se ha mantenido desde que el OCC comenzó a contabilizarlas en septiembre de 2020. Desde entonces se han registrado 2.109 de estos actos contestatarios", añadió el informe.

El "conflictómetro" del OCC de agosto identificó 175 demostraciones vinculadas a la exigencia de derechos económicos, sociales y culturales, y 122 relacionadas con derechos políticos y civiles.

El observatorio atribuyó "la preponderancia de las primeras al malestar de la población ante el colapso precipitado por la pandemia del muy elogiado sistema de salud pública de Cuba".

"De las 175 protestas por derechos económicos, sociales y culturales, 159 de estas fueron generadas por la imprevisión y mal manejo de la crisis del Covid-19 por parte del Gobierno", añadió.

Para el OCC, "las numerosas demandas de los cubanos alrededor de este tema encierran un alto significado político, al poner al desnudo a una oligarquía que a través del grupo militar-empresarial GAESA maneja la mayor parte del ingreso anual en divisas y no lo entrega al Gobierno para impulsar el desarrollo, la producción de alimentos y medicinas o el equipamiento y avituallamiento del sistema de salud nacional".

El informe incluyó el "amplio arsenal de medidas represivas contra la población desplegado en los últimos dos meses" que han "incluido detenciones masivas arbitrarias, desapariciones forzadas, juicios sumarísimos, retención domiciliaria, golpizas, torturas, amenazas de secuestro a activistas radicados en el exterior y de retirar la patria potestad a manifestantes en el interior, militarización de las poblaciones y restricciones a la libertad de movimiento a nivel local, municipal y provincial".

"Cuando las personas son llevadas masivamente a una situación existencial extrema en que pueden morir por falta de atención médica y alimentos, el terror ya no resulta eficaz para inmovilizarlas", consideró el observatorio.

Advirtió que "hoy la represión no es solamente contra opositores y periodistas independientes sino contra ciudadanos corrientes" y citó estas palabras del artista Ariel Maceo: "Cuba decidió ser libre y contra eso no hay decreto, persona, (o) ejército que pueda".

El informe dedicó también un acápite al Decreto-Ley 35, que calificó como una "nueva legislación represiva para ampliar los poderes del Estado para detectar y someter insumisos".

Entre sus conclusiones, el OCC expuso que "reprimir las protestas públicas sin resolver los conflictos que las generan solo ha logrado agravar y extender la confrontación con el Gobierno".

"La rebelión nacional del 11 de julio sigue viva. Los conflictos —sociales, económicos, políticos, civiles y culturales— que generan protestas son creados por el sistema vigente, no por 'malvadas fuerzas externas'. Y el gobierno sigue sin entender que la represión agudiza los conflictos, no los elimina", sostuvo.

"Ofrecer migajas para apaciguar las protestas sin hacer reformas reales para resolver los conflictos solo garantiza nuevas rebeliones populares. La oferta de algunos productos adicionales, la suspensión de los precios topados o una ley de desarrollo de la pequeña y mediana empresa que se enfoca más en el control que en el apoyo a los emprendedores solo incrementará la conflictividad nacional", afirmó.

"Otra explosión nacional no es solo posible sino muy probable, aunque la próxima vez puede que tenga otras características", concluyó.

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