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Emigración

Colombia pide una acción regional para enfrentar la crisis migratoria en la frontera con Panamá

En el norteño municipio colombiano de Necoclí hay unas 9.000 personas, sobre todo de Haití y Cuba, que buscan llegar a Panamá en su camino hacia EEUU.

Bogotá
Migrantes compran tickets para viajar a Capurganá, Panamá, en el embarcadero de Necoclí, Colombia.
Migrantes compran tickets para viajar a Capurganá, Panamá, en el embarcadero de Necoclí, Colombia. EFE

El presidente de Colombia Iván Duque reclamó el jueves respuestas regionales para evitar situaciones como la que se vive en el noroeste del país, en la frontera con Panamá, donde miles de migrantes permanecen varados a la espera de poder continuar su camino hacia Norteamérica.

Duque, en una charla virtual en el Council of Foreign Relations de Nueva York, subrayó que lo que se está viendo ahora mismo "no es nuevo", sino algo que ha venido sucediendo "de forma regular" con la llegada a esa zona de personas de países del Caribe como Cuba o Haití, pero también de África.

"Esto es más que una crisis de refugiados, a veces tiene que ver con el tráfico de seres humanos. Así que es algo que tenemos que afrontar de forma regional", dijo el presidente colombiano al ser preguntado al respecto, reportó EFE.

La semana pasada, las autoridades colombianas dijeron que más de 25.000 extranjeros, la mayoría haitianos que se dirigen a Centroamérica, han entrado a Colombia irregularmente en lo que va de año.

La situación es especialmente complicada en el municipio de Necoclí, donde miles de migrantes permanecen varados en las playas y calles a la espera de poder continuar su camino hacia Panamá, en la que es, según las autoridades locales, la peor crisis migratoria de la historia de esa región.

Duque insistió en que esto no es algo que Colombia pueda frenar en solitario, sino que es necesaria la cooperación por parte de otros países.

"Tenemos que poner más controles, tenemos que poder cooperar con Panamá y otros países, pero la gente que accede a esta frontera no se quedan allí, quieren seguir hacia el norte y terminan cerca de la frontera sur de Estados Unidos", aseguró.

"Y eso también implica que es una situación regional", insistió Duque, que consideró necesario hacer más para frenar los barcos que trasladan a estas personas desde otras partes del mundo, pero también impulsar las oportunidades económicas en países de origen, como Haití.

Recordó las inversiones que EEUU ha hecho hasta ahora en la región y consideró necesario reforzar ese tipo de iniciativas en Haití y otros países de Latinoamérica y el Caribe si se quiere reducir la "presión" en la frontera sur estadounidense.

También Duque subrayó que Colombia necesita más apoyo internacional para gestionar la llegada masiva de refugiados y migrantes venezolanos al país.

"Estamos gastando alrededor de 1.000 millones de dólares cada año para responder a esta crisis, pero cuando se trata de la comunidad internacional y de la contribución que está haciendo, lo que es preocupante es que tenemos muchas promesas, pero no muchos desembolsos", lamentó.

En ese sentido, destacó la gran diferencia entre los fondos que Colombia ha recibido por cada migrante en comparación con lo que se ha visto en otras crisis alrededor del mundo, por ejemplo, con la guerra en Siria.

"No es que estemos mendigando, es que es algo que todos tenemos que afrontar y nosotros estamos asumiendo la mayor carga fiscal", defendió durante el coloquio, que se desarrolló en inglés.

Duque, además, advirtió de que "si no hay una recuperación en Venezuela, si no hay una vía a la democracia, esta crisis va a crecer día a día y se va a hacer imposible de gestionar".

En crisis el municipio colombiano de Necoclí

El municipio colombiano de Necoclí, que hace parte del departamento de Antioquia, está colapsado por una crisis migratoria sin precedentes, pues hay unas 9.000 personas que buscan llegar a Panamá en su camino hacia EEUU.

El alcalde de este pueblo de unos 40.000 habitantes, José Augusto Tobón, decretó la calamidad pública y pidió ayuda al Gobierno Nacional ante una situación que desborda las capacidades de las autoridades locales, reportó EFE.

El funcionario aseguró a medios que esta es "la peor crisis de la historia" de su municipio porque miles de migrantes no han podido comprar los tickets para seguir su camino hacia Panamá. Los migrantes buscan llegar en bote a otras zonas costeras para poder adentrarse en el Tapón del Darién, la peligrosa selva fronteriza entre Panamá y Colombia.

"Tenemos colapsados los sistemas de salud, servicios públicos y alimentos. No sabemos qué va a pasar con nosotros, tenemos una emergencia sanitaria porque estas personas no están vacunadas y todavía estamos bajo los efectos del Covid", alertó Tobón al noticiero CM&.

La Defensoría del Pueblo ha hecho "misiones de observación" según las cuales hay un registro de 33.000 personas provenientes de Haití, Cuba, Chile, Senegal y Ghana, entre otros países, que han transitado irregularmente en lo que va del año por las fronteras de ambas naciones centroamericanas.

El defensor del pueblo, Carlos Camargo, viajó a esa localidad para verificar la situación que ocurre desde hace más de diez días porque "la salida de lanchas se ha afectado debido a que las empresas de transporte no tienen la capacidad de prestar el servicio".

"Diariamente salen cerca de 850 personas de Necoclí e ingresan 1.500 más al municipio, es decir, que todos los días aumenta el número de migrantes represados, lo que exige un plan de contingencia que permita superar la crisis", aseguró el defensor.

El director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, explicó en una conferencia de prensa que el antecedente "más relevante" de esta situación es el terremoto que devastó Haití el 12 de enero del 2010.

"A partir de ese momento se produjo una salida masiva de haitianos que fueron recibidos principalmente en Brasil y posteriormente en Chile. Debido a diferentes medidas migratorias de algunos países, han emprendido un nuevo viaje, no de retorno a Haití sino de búsqueda de alternativas principalmente en el norte del continente", detalló.

Las autoridades colombianas señalaron que los migrantes que se aventuran a pasar por el Tapón del Darién son presa de los coyotes, que cobran altas sumas por llevar por la intrincada selva y muchas veces los viajeros perecen en esa travesía.

Hasta 2016, la mayoría de quienes pasaban de Colombia a Panamá eran de Asia o África, pero entre ese año y 2020 aumentó el número de cubanos y disminuyó el de asiáticos. Desde 2018 predominan los haitianos, que viajan con sus familias completas.

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