Back to top
Religión

Autoridades cubanas acompañan al cardenal Jaime Ortega en su entierro

La Seguridad del Estado impide que activistas y periodistas independientes lleguen al funeral.

Madrid

Los cubanos despidieron este domingo al cardenal Jaime Ortega Alamino, luego de la misa de exequias que cerró el funeral celebrado en la Catedral de La Habana al que asistieron fieles, obispos, religiosos, sacerdotes y representantes del Gobierno cubano.

La Seguridad del Estado, sin embargo, impidió a algunos actores de la sociedad civil independiente llegar a las honras fúnebres, así como desplegó dispositivos de vigilancia sobre activistas y periodistas independientes.

El cuerpo del cardenal y arzobispo emérito de La Habana, vestido con la casulla roja —el color que se usa en la ceremonia funeraria del papa y de los cardenales—, así como con el anillo, la mitra y el báculo que lo identifican, estuvo tendido en su parroquia desde el viernes —día de su muerte— hasta este domingo, precisó EFE.

Allí recibió el homenaje a través de la liturgia y la oración en una docena de misas en las que rogaron por su descanso en paz, y de acuerdo con la tradición católica, las campanas doblaron en los templos del país en diversos horarios de estos tres días.

Centenares de fieles acudieron a darle el último adiós al cardenal Ortega, una figura clave en las relaciones entre el Gobierno cubano y la Iglesia Católica en el último medio siglo, fallecido a los 82 años de edad aquejado de un cáncer de páncreas por largo tiempo.

El arzobispo de La Habana, monseñor Juan de la Caridad García, ofició la última misa del funeral que fue concelebrada por el cardenal Sean O' Malley, arzobispo de Boston.

El mensaje de condolencias del papa Francisco, en el que ofreció sus sufragios por "el eterno descanso del difunto, que sirvió a la Iglesia y a sus hermanos en los diferentes encargos que la providencia le confió", fue leído por el encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica de Cuba, monseñor Jean François Simonart.

En representación del Gobierno cubano estuvieron el primer vicepresidente de la Isla, Salvador Valdés; el titular de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo, y el vicepresidente Roberto Morales, entre otras autoridades.

"Asistimos a la misa exequial y al funeral del Cardenal Jaime Ortega, quien sirvió con igual devoción y consagración a la Iglesia y a la Patria", escribió en Twitter Homero Acosta Álvarez, secretario del Consejo de Estado.

Por su parte, el líder católico Dagoberto Valdés había denunciado las amenazas directas de la policía política para que no acudiera a las honras fúnebres del arzobispo emérito de La Habana.

El artista Luis Manuel Otero Alcántara y la reportera

Iliana Hernández denunciaron en sus redes sociales operativos policiales alrededor de sus viviendas para impedirles salir.También la periodista independiente Luz Escobar recibió la visita de agentes de la Seguridad del Estado para prohibirle su asistencia al entierro.

Tras la ceremonia de exequias, los restos mortales del cardenal Ortega fueron depositados en el Panteón de los Obispos, en la Necrópolis de Colón habanera.

Nacido el 18 de octubre de 1936 en Jagüey Grande, Matanzas, Ortega fue ordenado sacerdote en 1964, aunque su ministerio se vio interrumpido un año después al ser internado en las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción, UMAP, que el Gobierno cubano mantuvo hasta 1968, donde eran concentrados jóvenes negados al servicio militar, muchos de ellos homosexuales y religiosos.

Tras ser obispo de la diócesis de Pinar del Río, en 1981 fue nombrado al frente de la Arquidiócesis de San Cristóbal de La Habana.

El Cardenal Jaime Ortega fue presidente de la Conferencia de Obispos Católicos Cubanos (COCC) en tres períodos consecutivos (1988-1998) y nuevamente de 2001 a 2004. En calidad de tal participó en la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo.

El año 2004, la Institución del Mérito Humanitario con sede en Barcelona le galardonó con la Gran Cruz al Mérito Humanitario. Ha sido laureado con doctorados honoris causa por las Universidades St Thomas y Berry en Miami, Florida; Providence en Rhode Island, St John en Nueva York, la Universidad de San Francisco, California, y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla en México. Ha sido honrado también con el Premio anual de la Fundación Bonino Pulejo, de Mesina, Italia, entre otros.

En 2011, al cumplir 75 años, pidió, como establece la legislación canónica, su renuncia al papa como arzobispo de La Habana, pero en aquel momento no fue aceptada.

Ortega inauguró en 2010 una nueva sede para el Seminario San Carlos y San Ambrosio, en la que fue la primera construcción de la Iglesia Católica en la Isla desde 1959.

Más recientemente, el excardenal de La Habana actuó como correo para entregar las cartas que el papa Francisco dirigió a Raúl Castro y Barack Obama ofreciendo el amparo de la Iglesia Católica en el proceso de acercamiento diplomático entre ambos gobiernos.

Jugó un papel esencial en el proceso por el cual más de 100 prisioneros políticos fueron enviados al exilio en España en 2010.

El 26 de abril de 2016, el papa Francisco aceptó su renuncia por edad.

Más información

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.