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Salud

'Ni la orden de ingreso hospitalario ni el alta pueden reflejar un intento suicida' en Cuba

Dos especialistas cubanos cuentan a DIARIO DE CUBA sus experiencias enfrentando el suicidio, que muestran la precariedad con la que trabajan los psiquiatras en la Isla.

Madrid
Un grafiti en La Habana.
Un grafiti en La Habana. Diario de Cuba

Durante 2021 DIARIO DE CUBA ha reportado tres suicidios en la Isla. La prensa oficial informó sobre la muerte de Claudia Canales Torres, presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la Universidad de Holguín, sin precisar la causa. Este medio confirmó a través de varias fuentes que había intentado ahorcarse y fallecido en el hospital. El suicidio constituye la décima causa de muerte en Cuba, con 13 muertes por cada 100.000 habitantes, según cifras oficiales, pero la forma en que el Gobierno lo trata lleva a desconfiar de esa estadística.

En 2014, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló a Cuba como el país de las Américas de más alta tasa de suicidio, con 16,3 defunciones por cada 100.000 habitantes, seguida por Guyana (16), Surinam (14,8), Trinidad y Tobago (12,4), Canadá (12,0) y EEUU (11,4). En la década de los 80, la tasa de suicidios en la Isla superaba los 21 por cada 100.000 habitantes.

El profesor titular de Psiquiatría Sergio Andrés Pérez Barrero, fundador de la Sección de Suicidiología de la Asociación Mundial de Psiquiatría y de la Red Mundial de Suicidiólogos, y autor de varios libros y artículos, aclara a DIARIO DE CUBA que los altos índices de suicidio en Cuba "no son post 1959".

"Cuba era uno de los países con mayores tasas de suicidio en el siglo XIX", afirma Pérez Barrero. Las tasas eran también "muy elevadas por los inmigrantes chinos", añade.

El doctor Emilio Arteaga Pérez, graduado de Psiquiatría en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, y actualmente solicitante de asilo en España, expone los principales factores de riesgo que conducen a intentos o suicidios consumados.

"Las personas de la tercera edad están más predispuestas a la depresión, que termina llevando a un comportamiento autodestructivo. Las personas que padecen patologías crónicas, como las oncológicas, que implican sufrimiento, peligro para la vida y deterioro progresivo, también son vulnerables a las acciones suicidas", afirma.

"La adolescencia es una etapa de la vida bien conflictuada. Muchos muchachos no saben manejar estos cambios, a veces con fenómenos emocionales asociados, que lindan entre la depresión, la ansiedad, y además el consumo de sustancias que pueden llevarlos a comportamientos suicidas", agrega.

Arteaga Pérez menciona asimismo otros factores desencadenantes de depresión que pueden conducir al suicidio, como la soledad por viudez o la "fragmentación familiar asociada a la emigración", las adicciones a sustancias legales o ilegales, las patologías mentales "como la esquizofrenia y los trastornos afectivos en general".

¿Por qué se quitan la vida las personas en Cuba?

"Los periodos de crisis social, financiera, económica, alimentaria" favorecen ese tipo de comportamientos, apunta el doctor Arteaga Pérez. "Ahora mismo estamos ante una crisis sanitaria que ya clasifica como crisis humanitaria. Se ve a través de un deterioro progresivo del nivel de vida de la población. Pudiéramos hablar ya de una crisis social y sanitaria, con la presencia de un virus que mata y genera estrés sostenido, que implica que se disparen las estadísticas de suicidio. Todo el mundo no tiene la misma capacidad de resiliencia para enfrentar eventos negativos y situaciones complejas. Los más vulnerables pueden terminar enfermando desde el punto de vista mental y generando procesos depresivos".

"En los últimos años, los motivos económicos de suicidio se han hecho patentes, pues antes no era un motivo", dice el profesor Pérez Barrero.

Ambos psiquiatras desconfían de las cifras oficiales cubanas respecto al suicidio. El doctor Arteaga Pérez se desengañó cuando era estudiante de Psiquiatría en los años 90, en el Hospital Hermanos Amejeiras.

Explica que para elaborar las estadísticas de salud se usan la orden de ingreso y la hoja de egreso. En la primera se escribe el motivo de ingreso, "que puede ser una patología determinada como una sicosis, una esquizofrenia. Las urgencias siquiátricas, que están bien definidas, según los instrumentos internacionales y los protocolos de acción, incluyen el intento suicida".

En una de sus primeras guardias, recuerda Arteaga Pérez, llegó un paciente que había intentado suicidarse y él preparó la documentación inicial para enviarlo a la sala. En la orden de ingreso escribió: "impresión diagnóstica: intento suicida con síndrome depresivo a estudio".

Al día siguiente, lo regañó la jefa de sala por haber escrito "intento suicida". "Me dijo 'no pongas intento suicida; pon la patología de base, lo que tú creas que tiene primeramente, antes del intento suicida'. O sea, una patología mental que dijera que había un componente clínico desde el punto de vista psiquiátrico que ameritaba un ingreso hospitalario, pero que no se registrara en la orden de ingreso el intento suicida, porque de esa forma iba a aparecer en las estadísticas", relata.

Tampoco en el resumen final del caso ni en la orden de egreso podía escribir "intento suicida", aunque el caso se manejara como tal dentro de la sala. "Esto es violación franca de la ética médica", concluye.

El profesor Pérez Barrero tampoco considera fiables las estadísticas, "pero no solo en Cuba", acota. "Por ejemplo, en Suecia disminuyen los suicidios y se incrementan las muertes por causa indeterminada". 

También él vivió una situación difícil en Cuba que influyó en su retiro anticipado. "El principal problema que tuve, y que fue uno de los motivos por los que me jubilé, fue haber remitido dos personas con riesgo suicida elevado a la guardia de Psiquiatría. Por no tener camas disponibles los enviaron con tratamiento para el hogar y se mataron".

Un programa de primer mundo para un país sin duralginas

En 1989, en Cuba se implementó el Programa Nacional de Prevención y Atención a la Conducta Suicida (PNPACS). 

El profesor Pérez Barrero considera que fue bueno, pero tenía "fallas en cómo hacer para detectar el riesgo, lo cual hizo que se me ocurriera hacer una guía práctica para la evaluación del riesgo del suicidio".

"Granma formaba en 1989, junto a Las Tunas y Holguín, el llamado 'Cinturón Suicida' de Cuba. Eran históricamente las provincias de más suicidios. Granma era la primera. Con la aplicación de ese instrumento y otros creados por mí, y la capacitación de médicos, maestros y población, logramos descender al décimo lugar", agrega.

El doctor Arteaga Pérez valora el programa como positivo y, sobre todo, respeta a sus creadores. Pero considera que este parece hecho para "una nación de primer mundo, que no es la que tenemos".

"El programa implica un sistema de atención primaria y secundaria impecable. No lo tenemos porque, a nivel primario, más de la mitad de los consultorios, policlínicos, consultas externas de seguimiento están cerrados. No hay quien haga terreno ni labores de prevención y seguimiento a nivel comunitario. El personal no es suficiente o está desbordado".

"Lo viví en 2020. Fui de vacaciones a Cuba y no había vuelos para salir, así es que me incorporé al hospital. Hice guardias de Psiquiatría cuatro meses. Llegaba cualquier cantidad de intentos suicidas de la comunidad para solo tres camas en la sala de observación de urgencias. La demanda supera la capacidad de respuesta de la estructura y del profesional".

"Eso sin hablar de la disponibilidad de fármacos para las patologías mentales de base a trabajar con un suicida. No tienes a veces con qué manejar una crisis de excitación psicomotriz, una crisis de ansiedad, una depresión aguda. No hay antidepresivos, no hay sedantes, ni antisicóticos, ni ansiolíticos. Los antidepresivos de última generación no existen allí. Los clásicos, que se usan desde la década de los 60, también están en falta".

"No se trata del programa en su estructura, la manera en que está diseñado. Yo lo respeto. Me parece efectivo. ¿Pero cómo lo implementamos si no hay una duralgina para el pueblo de Cuba?"

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4 comentarios

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País sin fronteras, volcanes, terremotos, crudos inviernos ni fuegos forestales; país con clima paradisiaco, suelo agrícola muy productivo, y las mejores playas del mundo: el paraíso perfecto hasta 1959 en que el paraíso devino en infierno. Pero Cuba pronto volverá a ser esa tierra que Cristóbal Colón definió como la tierra más hermosa que ojos humanos vieron. Ya no habrá más suicidios, la panacea que los cubanos han escogido para remediar sus males. Lejos de eso, habrá gran deseo de vivir y disfrutar todos los regalos y privilegios que Dios le dio a esta isla.
PATRIA Y VIDA
VENCEREMOS al comunismo.

A ver, si nos remontamos al pasado, hay que reconocer que los indígenas cubanos (siboneyes y taínos) se suicidaban en masa, por el trato degradante (y supresión de su libertad) a que fueron sometidos por los colonizadores españoles a su llegada la Isla (lo hacían con zumo de yucas). En la Colonia, las personas más desfavorecidas se suicidaban: especialmente esclavos, incluidos los chinos que fueron casi en calidad de tal. En la República no dejaron de existir personas con problemas económicos y sociales. Las condiciones de vida, generaban esas muertes auto-infligidas. No es que Cuba las propicie climática o endémicamente. De 1959 para acá, el número de suicidios ha crecido muchísimo, y Cuba es uno de los países con más altos índices de suicidio del mundo desde entonces. El fenómeno está estudiado dentro de Cuba en distintos momentos. Es curioso, porque a pesar de su clima soleado, que anima, se ve que el sistema político es el culpable de esa falta de esperanzas y sus consecuencias.

Profile picture for user padre Ignacio

Es por esto que nunca he creído las estadísticas que pasan por la mano del regimen vitalicio de la familia Castro.

Profile picture for user Plutarco Cuero

Extracto de Kakafuaca en pomo chato ...