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Sociedad

La población LGBTI cubana 'no está pidiendo un regalo, sino derechos que le pertenecen'

El activista Leandro Rodríguez García, creador del proyecto Mi Voz LGBTIQ+ Cuba, conversa con DIARIO DE CUBA sobre los reclamos de la comunidad de cara al nuevo Código de Familia y otras normas que deben aprobarse en la Isla.

La Habana
El activista Leandro Rodríguez, creador del proyecto Mi Voz LGBTIQ+Cuba.
El activista Leandro Rodríguez, creador del proyecto Mi Voz LGBTIQ+Cuba. Diario de Cuba

"Ser miembro de esta población me impulsa a conocer y defender los derechos que nos ha arrebatado un sistema homofóbico y dictatorial como el que lamentablemente tenemos actualmente en Cuba", sostiene Leandro Rodríguez García, de 26 años, quien realiza un activismo ciudadano desde el municipio Camajuaní, en Villa Clara, para visibilizar las problemáticas de la población LGBTIQ+ y exigir sus derechos.

"He creado el proyecto Mi Voz LGBTIQ+ Cuba donde estaremos junto al Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) y su plataforma ODE (Observatorio de Derechos Electorales), observando todo este tema del Código de Familia", cuenta a DIARIO DE CUBA. 

"Hemos expuestos ciertos puntos de vista, con los cuales creo que todos los miembros de la población LGBTIQ+ se sienten identificados. Planteamos siete aspectos, pero sabemos que hay más puntos relacionados que es necesario incluir en el Código de Familia próximo a salir".

Háblame sobre la situación de la población LGBTIQ+ en estos momentos en Villa Clara.

Lamentablemente, la población LGBTIQ+ en Villa Clara en estos momentos, por el tema de la pandemia, está viviendo las restricciones de movimiento y reunión impuestas por el Gobierno cubano. En tiempos normales la población ha buscado sus espacios para reunirse, conocerse y tener citas dentro del lugar donde radiquen los miembros. Mayormente las personas se trasladan hacia el municipio cabecera, ya que tiene más lugares para visitar. Hay lugares como El Mejunje, El Bosque, la discoteca Cubanacán, que la comunidad ha usado para reunirse y pasar ratos agradables. 

¿Cómo fueron tus comienzos en el activismo y cuáles fueron los móviles que te impulsaron?

Desde los 15 años de edad comencé en el activismo junto a mi madre y varias personas que en esos momentos nos impulsaron en relación a los temas de democracia, derechos humanos y libertad para nuestro país. Cuando tenía 20 años empecé en la Fundación Cubana por los Derechos LGBTI en Cienfuegos, de la que fui fundador. Realice varios cursos sobre lo referente a derechos humanos y activismo LGBTIQ+. Al exiliarse en España el antiguo líder de la Fundación, comencé a estar al frente de la misma. 

En estos momentos se está discutiendo lo referente al Código de Familia, sobre el que la población LGBTIQ+ ha impulsado varias propuestas para el reconocimiento de sus derechos. ¿Cómo activista, de qué forma te gustaría formar parte de este debate? 

El Código de Familia va más allá del matrimonio. Pero también se necesita un nuevo Código Penal en defensa de la población LGBTIQ+, una Ley de Identidad de Género, la protección en los centros laborales a la población LGBTIQ+, entre otras cuestiones. A mí como activista me gustaría participar en los debates, porque así uno puede presentar sus inquietudes. Y, como siempre digo, la población LGBTIQ+ no está pidiendo un regalo, sino derechos que le pertenecen.

¿Cuáles son los siete planteamientos que propone tu proyecto para este debate?

Mi Voz LGBTIQ+Cuba, amparada en los Artículos 40,41,42,43 y 44 de la Constitución de la República de Cuba, busca visibilizar peticiones enfocada en el desarrollo del estado de bienestar de la población LGBTIQ+. Tenemos como fin que sean tomadas en cuenta en el análisis de los anteproyectos del Código de Familia y el Código Penal, previstos en la próxima sesión extraordinaria legislativa de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Nuestras peticiones son:

  1. Protección del derecho al libre desarrollo de la personalidad. La sociedad cubana hoy es más plural en su vida colectiva, lo que requiere de una Ley de Identidad de Género que facilite no solo el cambio de identidad, sino sea capaz de proteger y garantizar los derechos humanos de la población LGBTIQ+, dentro de ella en especial la población transgénero. 
  2. Que se garantice el matrimonio para todas las personas sin distinción de ningún tipo.
  3. Ley de Identidad de Género en materia laboral: El actual Código de Trabajo no contempla medidas especiales o diferenciadas que protejan a determinados segmentos de la población LGBTIQ +. Reconocimiento del derecho a asistir a los centros laborales según la expresión de género de la persona. No ser discriminada por su forma de vestir o de actuar es un derecho humano. 
  4. Que se fortalezca la protección de la población LGBTIQ+ en el Código Penal ante la ocurrencia de violencias o crímenes de odio basados en la orientación sexual o la identidad o expresión de género.
  5. Que se garantice la atención de salud a los miembros de la población LGBTIQ+ y se brinde un trato ético y de calidad, en especial a las personas trans. Que se garantice también un trato digno a las mujeres lesbianas.
  6. El Estado, en su ejercicio de modernización de políticas públicas, debe garantizar medidas progresivas tendientes a cerrar las brechas de desigualdad que afectan a una parte de la población LGBTIQ+, discriminada en el disfrute de derechos.
  7. Que se garantice el acceso a las técnicas de reproducción humana asistida de la población LGBTIQ+.

Con respecto a los próximos debates sobre el Código de familia, ¿tienes alguna esperanza de que se tomen medidas que favorezcan los derechos de la población LGBTIQ+?

Sobre la esperanza de que se pongan en rigor leyes que protejan a la comunidad LGBTIQ+ hay mucha división. Hay muchos miembros de la población LGBTIQ+ que están de acuerdo con el CENESEX (Centro Nacional de Educación Sexual), que es el centro gubernamental que atiende lo relacionado a la comunidad. Estamos los miembros de la sociedad civil que también hemos trabajado por años y pensamos que aprobarán algunas leyes, aunque no todas. También hay otro sector de personas que no creen que se vaya a aprobar ley alguna, por el sistema homofóbico cubano. La evidencia son los casos y hechos que hemos visto permanentemente dentro de la Isla.

Mi criterio personal como activista y como persona, no como representante de un proyecto, es que todo es marketing político. Hay que esperar a ver lo que pasa próximamente en el nuevo Código (de Familia). Pero, como he dicho, no todo se queda en el Código de Familia, también tiene que haber cambios en el Código Penal y en lo legislativo que nos favorezcan a todos. 

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