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Finanzas

Este es el origen de los 2.700 millones de dólares que La Habana le debe a Buenos Aires

La negociación entre Cuba y Argentina para adquirir dosis de Soberana 02 y Abdala podría significar el final de una historia de casi medio siglo.

Buenos Aires
Fidel Castro y Néstor Kirchner.
Fidel Castro y Néstor Kirchner. LA NACIÓN

El Gobierno cubano debe a Argentina alrededor de 2.700 millones de dólares de una deuda contraída por Fidel Castro en 1973 y que pretende cobrar, según medios de Buenos Aires, a través de un acuerdo para surtir al país austral de las vacunas en desarrollo en la Isla contra el Covid-19.

Según una investigación del diario argentino La Nación, la Administración de Alberto Fernández consideró en marzo pasado que la suma que le debe La Habana asciende a 1.279 millones de capital a los que se suman otros 1.412 millones por los intereses. O sea, alrededor del 6% de la deuda de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

De acuerdo con el diario argentino, la deuda con la Isla comenzó a formarse el 24 de agosto de 1973, cuando Buenos Aires decidió abrir una línea de crédito de 600 millones de dólares para financiar la venta de tractores, maquinaria agrícola, camiones, automóviles Fiat 125, Renault 12, Ford Falcon, Ami 8 y Peugeot 404, entre otros.

La operación, que permitió que automóviles de EEUU volvieran a ingresar a Cuba a pesar del embargo, se facilitó gracias a la suspensión de algunas de las sanciones de Washington por la Administración de Gerald Ford en 1975, en la línea de acercamiento que protagonizó el entonces secretario de Estado, Henry Kissinger, a las que en 1982 Ronald Reagan dio marcha atrás íntegramente.

Carlos Leyba, segundo en la Secretaría de Programación Económica, dijo entonces que el acuerdo "fue la posibilidad de vender equipamiento a un país que en aquellos años tenía caja fluida por su intercambio con la Unión Soviética. Necesitaba comprar y nadie le vendía", recordó ante una consulta de La Nación.

Durante la década de 1980, el Gobierno de Raúl Alfonsín consiguió que La Habana pagara parte de lo adeudado: 102 millones en 1988 y 98,6 en 1989.

En 2003, con Néstor Kirchner en el poder, se retomaron las conversaciones. Su canciller, Rafael Bielsa, intentó cumplir la orden de Kirchner de conseguir el pago de la deuda durante el tiempo que estuvo en el Gabinete, pero no pudo.

Bielsa discutió el asunto directamente con Fidel Castro. "Tú tienes que hablar con la gente que se ocupa de eso", asegura que le dijo el dictador. Dos días después, estaba negociando con el presidente del Banco Central Cubano, Francisco Soberón.

Argentina llevó una propuesta acordada antes con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y que incluía, como parte del pago, aceptar tecnología para medicamentos y tratamiento de discapacidades y licitar en el mercado argentino bonos de deuda cubana que permitieran a sus tenedores participar del turismo en el Caribe.

Soberón, en cambio, hizo una contraoferta: "Queremos pagar en la medida de nuestras posibilidades", dijo, y pidió una quita del 75%. Buenos Aires aceptó, cancelando 475 millones que se eliminarían con un pago de los intereses en efectivo al momento de la firma del acuerdo, el envío a la Argentina de medicamentos de uso popular fabricados en Cuba, atención gratuita en la Isla para familias argentinas de bajos recursos por hasta 50 millones y la capacitación en Cuba de docentes y científicos.

Pero La Habana nunca pagó. El kirchnerismo lo intentó al menos hasta 2005. Esos políticos se suman a la lista de frustraciones en la que también están funcionarios de los gobiernos de Carlos Menem y Raúl Alfonsín. Uno de los últimos en tropezar con la tarea había sido Marcos Peña, jefe de Gabinete de Mauricio Macri. Y en 2020 lo intentó Felipe Solá, canciller de Alberto Fernández, asegura La Nación.

Según la investigación, en enero de 2020, Solá aprovechó la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en México para recordarle a Bruno Rodríguez Parrilla la existencia de una acreencia a favor de Argentina. El canciller cubano respondió que tratarían el tema en reuniones siguientes este mismo año. La pandemia las impidió, pero los contactos siguieron de manera virtual.

Ahora la negociación entre Buenos Aires y el Gobierno cubano para adquirir dosis de Soberana 02 y Abdala, vacunas en desarrollo en la Isla, podría significar el final de una historia que empezó a escribirse hace casi medio siglo.

Ambos gobiernos conversan ahora sobre la posibilidad de cancelar la deuda con la provisión de vacunas diseñadas en Cuba y que finalmente se producirían en Argentina. La negociación recién se inició y llevará unos meses cerrar un posible acuerdo, asegura Infobae.

El embajador argentino en Cuba, Luis Ilarregui, dijo hace unos días, luego del viaje a La Habana de la ministra de Salud Carla Vizzotti y la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, que las vacunas experimentales de Cuba podrían llegar a Buenos Aires en agosto, cuando La Habana termine de vacunar al 70% de su población, tal y como anunciaron las autoridades de la Isla.

"Se reunieron con las autoridades sanitarias y con el ministro de Salud cubano y firmaron una carta de intención y una carta para la confidencialidad", se limitó a comentar el embajador Ilarregui luego de esa visita. Así que todo está por verse.

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2 comentarios

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Profile picture for user Amadeus

¿Si apenas han comenzado a vacunar en el país, cómo pueden producir millones de vacunas para Argentina?

Profile picture for user Peña Tico

¿ A los argentinos les interesará el marabú ?