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Artivismo

'El arte como una herramienta para construir espacios sociales': INSTAR cumple seis años

El Instituto de Artivismo Hannah Arendt, creado por la artista Tania Bruguera, es uno de los proyectos artísticos independientes más activos y potentes del panorama cultural cubano. DIARIO DE CUBA habla con su equipo.

Madrid
Espacio de la sede de INSTAR.
Espacio de la sede de INSTAR. InstitutoArtivismo/Facebook

Cada 20 de mayo muchos cubanos recordamos el día que nació la República de Cuba en 1902. Algo que en 2015 hizo la artista Tania Bruguera con 100 horas consecutivas de lectura y discusión del libro Los orígenes del totalitarismo, de Hannah Arendt, llevada a cabo por más de 50 participantes.

Esta acción colectiva marcó la creación del Instituto de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR), que dirige Bruguera desde el corazón de La Habana Vieja desde hace seis años.

En la actualidad INSTAR se ha consolidado como uno de los proyectos artísticos independientes más activos y potentes del panorama cultural cubano. Su programa de acción abarca premios, becas de creación, labor de rescate del legado cultural excluido por cuestiones ideológicas, y también articula un puente entre el arte y el activismo.

"Queremos trabajar con la gente que se encargará día a día de la construcción de la democracia en Cuba", señala la institución en su misión. Esta implicación en las luchas recientes de la sociedad civil han provocado que Bruguera y la institución que dirige sufran constantes acciones represivas.

Eso no ha impedido que en este tiempo INSTAR se afiance como proyecto independiente de referencia dentro de Cuba. Prueba de ello son los recientes reconocimientos que han recibido, como el Premio Arnold Bode 2021, y la inclusión de INSTAR en la prestigiosa exposición de arte contemporáneo Documenta 15, que se celebrará en 2022.

"El arte como una herramienta para construir espacios sociales", esa es una de las premisas que ha aprendido la artista Camila Lobón, quien ingresó en el proyecto cuando aún estudiaba en el Instituto Superior de Arte.

"Lo que más me ha aportado INSTAR es que me ha dado una perspectiva completamente diferente sobre la cultura, y es una perspectiva que me ha servido para entender no solo mi práctica artística sino mi posición ciudadana en el contexto cubano", señala Lobón.

Además de crecer profesionalmente en la coordinación y curaduría de proyectos, ella confiesa que INSTAR le ha enseñado en materia de tolerancia y trabajo en equipo: "Ha sido una cultura de democracia y de honestidad que he incorporado a mi vida".

INSTAR "me ha enseñado a entender que sobre todas las cosas somos seres sociales, y tenemos que construir nuestros espacios de creación y generar pensamiento como comunidad".

El arte independiente, el foco de INSTAR

El proyecto se ha convertido en el espacio artístico de los que no tienen espacio. Por ello el centro de su trabajo ha girado en estos años en apoyar al arte independiente cubano.

"INSTAR se ha enfocado en dar espacio y amparo a esas prácticas que sin contar con otros espacios, reconocimientos y visibilidad, sean empedrados desde acá", explica Lobón. "Hemos intentado mantener viva y apoyar a la creación que se está realizando en Cuba bajo los principios de libertad creativa y honestidad intelectual".

"Ese es el espacio en el que se ha movido INSTAR, el gremio artístico con el que más ha trabajado, ese que no tiene otros espacios y ha sido históricamente excluido por las políticas del Estado", indica.

'Alfabetización cívica', ir más allá del arte

La labor pedagógica del proyecto pasa por promover entre la sociedad civil cubana las herramientas para su empoderamiento. "INSTAR se constituye como una institución para la alfabetización cívica", apunta la periodista Marta María Ramírez, coordinadora del PM Fondo INSTAR para audiovisuales de Cuba.

En 2017 INSTAR realizó su primer su primer taller de 'artivismo' con ponentes internacionales.

Asimismo, el proyecto se ha posicionado contra los Decretos 349, 373 y 370, que coartan la libertad de expresión e independencia creativa en la Isla, canalizando el apoyo a proyectos independientes a través de becas de creación con cuantía económica para la realización de proyectos, que de otro modo quizás se hubieran quedado en ideas. 

Otra dirección del trabajo del colectivo se enfoca en la reconstrucción de la historia cultural cubana a través del rescate de archivos que se ponen a disposición de estudiosos y público en general.

Al periodista de DIARIO DE CUBA Jorge Enrique Rodríguez y miembro del colectivo independiente le gusta "pensar a INSTAR como una especie de dique, de reducto" cuyo principal acierto "es comprender que sin una educación cívica no es posible una sociedad civil empoderada en todos sus ámbitos: económico, social, político y cultural".

Generar comunidad y espacios de encuentro: 'la poética de la complicidad'

Como muchos proyectos, INSTAR se ha tenido que ajustar a las limitaciones que la pandemia del Covid-19 ha impuesto, desplazando la creación de espacios de encuentro de lo físico a lo virtual. Así surge "Lecturas en tiempo", uno de los espacios audiovisuales que se transmiten en directo a través de los canales sociales de la institución.

"Es un espacio para compartir la poética de la complicidad", señala Rodríguez, y destaca que está fundamentalmente destinado a "aquellos artistas y escritores que, en los últimos años, toman posiciones críticas y de disenso frente a la maquinaria gubernamental".

"Es otro espacio para la resistencia cultural", concluye.

Apuesta visual

Como institución INSTAR tiene una proyección visual superior a instituciones oficiales cubanas. Para Fabiana Salgado, realizadora y encargada del área audiovisual de INSTAR, la estética del proyecto es algo que "aún está en formación y desarrollo. (…) Me gusta mucho pensar en el concepto de animal que crece, respira y evoluciona, pensando en una idea que le escuché decir a Tania Bruguera una vez".

"La estética de INSTAR tiene frescura, es liviana, pero a la vez es sobria. Me gusta ver como estos elementos definen a la vez, seriedad y profesionalidad", señala.

Los retos actuales

La pandemia ha obligado al proyecto a replantearse algunas de sus estrategias. “Los espacios de redes sociales han sido muy fructíferos”, opina Marta María Ramírez.

EsTratos, AKĐMicas y Lecturas en tiempo son prueba de ello. Pero la institución aspira a recuperar su espacio de Tejadillo como sitio de encuentro entre creadores y público, e impulsa propuestas tan novedosas como la creación de un espacio gratuito de 'coworking'.

También la institución está muy involucrada con el grupo 27N, ya que Bruguera y Lobón forman parte del colectivo que protestó en las afueras del Ministerio de Cultura el pasado noviembre.

"No conozco una institución que tenga la misión de INSTAR de alfabetización cívica desde el arte, esto para mí es algo distintivo dentro del contexto cubano", señala Ramírez.

"INSTAR es como estar en un país más cercano al país que yo quiero para mí y para mi hija", expresa la periodista independiente, madre y activista feminista. "No significa que sea perfecto, pero las desiciones se toman horizontalmente".

Otro rasgo distintivo de INSTAR es ser un proyecto que se autofinancia a través de donaciones y lo muestra de modo transparente. "Y Tania (Bruguera), en vez de comprarse un apartamento en Hong Kong o un auto, decide poner dinero a disposición de este proyecto", añade Ramírez.

INSTAR se ha convertido en una institución paraguas que apoya a proyectos independientes y crea lazos entre el arte y el activismo. Un reto constante en la Cuba de hoy, donde este jueves Tania Bruguera amanece sitiada por un coche patrulla en la puerta, y tristemente no es noticia. 

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La estructura que adopta INSTAR permite la proyección de los valores ciudadanos. Una plataforma importante, porque no admite las agendas política-religiosas e intereses que fácilmente dividen a los cubanos dentro de un marco totalitario.