Back to top
ganadería

Con la escasez de alimentos, aumenta el robo de ganado a los campesinos cubanos

'Se están acabando los puercos, no da negocio criarlos porque no hay comida. Y, como no hay puercos, roban más reses', explica un campesino.

Holguín
Vacas en Holguín.
Vacas en Holguín. ¡ahora!

En medio de la agudización de la crisis económica y social en Cuba, potenciada por la de la Tarea Ordenamiento, han vuelto a intensificarse los robos de ganado a los campesinos del este holguinero.

En las últimas semanas, varios campesinos han sufrido el ataque de los ladrones. Estos robos afectan el trabajo agrícola cuando se trata de la yunta de bueyes, el transporte en el caso de los caballos, o el desayuno de la familia si lo que se llevan es la vaca.

El más reciente robo en la zona agrícola de Guayabo, en el Valle de Mayarí, fue la yunta de bueyes de Miriam Cortina, una mujer emprendedora que ha sacado adelante una finca en usufructo con el tabaco de exportación y otros cultivos.

"La yunta estaba valorada en 25.000 pesos. Hace un mes valía 7.000 y ahora ofrecen esa cantidad. Los ladrones se vuelven locos", comentó un vecino. "La pobre Miriam y sus familiares andan siguiendo pistas por el monte, procurando encontrar los bueyes y quitárselos a los bandidos antes de que los maten".

"Les tenían el ojo echado porque estaban bien gordos. No hace ni una semana se los quitó a los ladrones en el potrero y tuvieron que soltarlos y salir corriendo. Se llevaron la soga incluso. Ella pensó que estaban seguros en la corraleta (jaula de hierro para proteger a los animales de noche), pero le copiaron la llave, parece, porque abrieron la puerta y se llevaron hasta una bicicleta que tenían allí guardada", añadió.

2021 comenzó con pocos hurtos y sacrificios ilegales, al parecer por la desarticulación por parte de la Policía de algunas bandas de ladrones durante 2019 y 2020. Pero en la medida que avanza la Tarea Ordenamiento, se intensifican la crisis, la escasez y la inflación y, como consecuencia, el dinero fruto del trabajo rinde cada vez menos. Entonces, los bajos instintos y la falta de valores afloran con mayor frecuencia.

"El robo de reses se había calmado un poco, pero cuando la vida se pone apretada, como ahora, la gente que tiene poca moral, en vez de trabajar un poco más, sale a robar. Siempre es así", comenta Fernando, un campesino de la misma localidad que recientemente sufrió el robo de un ternero.

Luis Torres, quien también ha sufrido robos de sus animales, cree que el alto precio de la carne de cerdo y su escasez pueden estar influyendo. "La carne de puerco, que hasta hace poco estaba 'a patada', a 25 pesos la libra, prácticamente ha desaparecido y ya está a 140", explica.

"Ni escondido por la izquierda aparece ya. Se están acabando los puercos y no da negocio criarlos porque si no hay comida ni para la gente, menos para los animales. Es una tentación para los ladrones y, como no hay puercos, roban más reses o lo que sea. No hay quien trabaje así, porque nos están vigilando y, al primer descuido, te roban lo tuyo", dijo.

Habitualmente los bandidos negociaban con los campesinos víctimas de robo, mediante intermediarios, para que recuperaran sus animales a cambio de un "rescate", que generalmente era un tercio del precio del animal. A pesar de la impotencia y la ira, era la vía más barata recuperar lo pérdido. Sin embargo, esta práctica va quedando en desuso con los altos precios de la carne en el mercado informal cubano y la alta demanda.

Es otro ejemplo del impacto negativo de la crisis en el campo cubano. Un obstáculo al trabajo del campesino, sobre cuyos hombros pesa la responsabilidad de producir los alimentos del pueblo, y que ya lucha contra demasiados "molinos de viento".

Archivado en
Más información

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.