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Béisbol

'Saben que soy un guerrero': Yunesky Maya quiere lanzar hasta los 45

El pelotero cubano, que con casi 40 años sigue incendiando estadios en República Dominicana, habla con DIARIO DE CUBA.

La Habana
El lanzador cubano Yunesky Maya durante un juego en República Dominicana.
El lanzador cubano Yunesky Maya durante un juego en República Dominicana. Aguiluchos.com

Yunesky Maya creció en los terrenos de pelota y aún no quiere salir de ellos. A sus 39 años y con una larga trayectoria a sus espaldas, este lanzador pinareño incendia estadios en República Dominicana.

"Siempre quiero más", dice en esta entrevista con DIARIO DE CUBA. "Mi objetivo es lanzar hasta los 45 o 46 años. Sé que con el esfuerzo lo puedo lograr".

De adolescente trabajabas en el estadio Capitán San Luis y en los juegos le suministrabas las pelotas al umpire. ¿Cómo fue que descubrieron tu talento?

Un día Alfonso Urquiola habló con el encargado de la academia y le pidió que nosotros hiciéramos las pruebas para ver si estábamos capacitados. Recuerdo que las hice con William Saavedra y nos aceptaron. Después pasamos el Servicio Militar y tomamos caminos diferentes, pero al final ambos llegamos al equipo de Pinar del Río.

Cuando comenzaste a jugar no eras lanzador…

Yo jugaba shortstop y segunda base, pero no era muy bueno bateando. Recuerdo que jugaba en la segunda categoría los domingos y, cuando el juego se cerraba, siempre me mandaban a pichear. Mis compañeros de equipo decían que tenía el talento, que cuando llegara a la Serie Nacional sería un buen lanzador.

Después, cuando llegué al Servicio Militar en Bahía Onda, hicieron un equipo entre unidades militares para conformar un conjunto que participaría en la Liga Azucarera. Me eligieron para la preselección, pero todavía era jugador de posición en ese momento. El mánager en aquel entonces era Lázaro Gómez. Un día, al verme lanzar, me dijo que sería picher. Ese año fui el mejor lanzador de la Liga Azucarera y después me reclamaron desde Pinar del Río.

¿Cómo recuerdas tu debut en la Serie Nacional de Béisbol?

En el primer año ya estaba superorgulloso por formar parte de la reserva. Después, varios jugadores salieron de la Isla y se me dio la oportunidad de entrar en el equipo principal. Mi debut en Series Nacionales fue de relevista en un juego contra Guantánamo en el Capitán San Luis. Recuerdo que entré en el partido perdiendo 6-1 en el séptimo inning y terminé llevándome la victoria gracias a un Grand Slam de Donald Duarte. Sin dudas, la primera temporada fue increíble.

¿Qué representó para tu carrera jugar en las series nacionales?

En realidad, algo muy grande; ese fue el inicio de una carrera profesional. Sin mis temporadas allá no hubiese llegado a donde estoy. Me quedé con la sed de ganar un título con mis Vegueros, pero gracias a Dios lo pude ganar en otros lugares. Siempre estaré muy satisfecho de haber jugado en la serie.

¿Cómo recuerdas tus participaciones en la Selección Nacional?

Realmente fue emocionante, ya que trabajé muy fuerte para conseguir llegar hasta allí, nadie me regaló nada. También el factor suerte influyó y, por supuesto, los conocimientos que obtienes de grandes peloteros como Pedro Luis Lazo, José Ariel Contreras, Faustino Corales y muchos otros. El esfuerzo en las preselecciones fue fundamental, allí tuve buenos coach como Michel Enrique, Ariel Pestano y el propio Lazo. Frederich Cepeda también me ayudó muchísimo y para mí siempre ha sido un gran consejero.

¿Tú mejor experiencia con la Selección Nacional?

El Clásico Mundial de 2006. Sin dudas era un gran equipo. Si lo miras detenidamente, gran parte de ese conjunto se encuentra en Estados Unidos, y muchos de los jugadores llegaron a firmar en las Grandes Ligas. Fue una experiencia única porque nadie nos daba como favoritos, pero fuimos logrando importantes victorias con el paso del campeonato. Creo que contra Japón en la final nos confiamos y las cosas no salieron como queríamos. Han pasado 14 años y todavía nos reunimos y hablamos de ese evento.

¿Cuándo decidiste jugar en un béisbol de mayor nivel?

Cuando regresamos del primer Clásico hubo varios jugadores que abrimos los ojos, como se dice en buen cubano. Pero lo que me hizo dar el paso definitivo fue cuando me devuelven de Corea y no pude ir a la Olimpiada, es una lástima porque era una de las pocas cosas que me faltaban como jugador.

¿Cómo asimilaste la lejanía de tu familia cuando te fuiste de Cuba?

Uno ahora lo ve fácil porque el tiempo lo borra todo, pero no es tan simple. Tú ves a los jugadores en Grandes Ligas y ellos pasan por mucho para llegar allí. Algunos no aguantan la presión y regresan a la Isla. Es fundamental enfocarse y esforzarse por cumplir el objetivo. En realidad, pasé momentos muy complicados, extrañé, lloré, pero lo viví y logré mi meta.

¿Cuánto te costó firmar?

Cuando me llegó la oportunidad ya llevaba como nueve meses entrenando y haciendo Showcase, además bregando con muchos papeles. Después que logras firmar dices '¡lo logré!', pero en verdad ahí empieza un nuevo camino que es más difícil.

¿Cómo fue tu debut en las Grandes Ligas?

Es lo más grande que tiene un pelotero. Para mí fue un sueño y logré ganar mi primer juego. No me pude establecer porque mi brazo no estaba en las mejores condiciones ni tampoco se me dieron las oportunidades, nunca estuve en el roster de 25. Pero bueno, al menos pude mantenerme jugando en otras ligas y hoy a mis 40 años sigo en la pelea.

¿Qué ha significado la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM) para Yunesky Maya?

Yo amo esa liga y a la República Dominicana, siempre he dicho que es mi segunda patria. Lo que no pude demostrar en MLB lo estoy haciendo en LIDOM. Ya son cinco anillos y cuatro campeonatos consecutivos más dos premios al mejor lanzador del año. Lo más importante es que sigo poniendo el nombre de Cuba en alto. Sin LIDOM no sé qué hubiese sucedido con Yunesky Maya. Tengo mucho que agradecerles a los equipos que siempre han confiado en mi talento.

¿Cómo enfrentaste todos los obstáculos del Covid-19 en el 2020?

Ha sido muy difícil globalmente y personalmente me costó mucho. Gracias al presidente de República Dominicana y al apoyo que le brindó a LIDOM pudimos tener temporada 2020-2021. Nos tuvimos que adaptar a nuevos requisitos, nuevas reglas y los protocolos, pero gracias a Dios todo salió bien. Siempre me mantuve en casa entrenando en medio de la pandemia y ayudé a muchos jóvenes de 13 a 15 años, con ellos también trabajé. Así me mantuve hasta que me avisaron que tenía que ir.

¿Envíale un mensaje a todas esas personas que siempre te siguen y se preocupan por ti?

Todas esas personas saben que soy un guerrero, soy natural y solo me resta darles las gracias por el apoyo. Eso me da mucha fuerza, los quiero. Sigan protegiéndose que todo en la vida pasa.

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