Back to top
Sociedad Civil

Animalistas cubanos denuncian ataques contra un refugio en Santa Clara

Una perrita ha muerto por envenenamiento y otra agoniza. Por las características de lo ocurrido, los activistas creen que detrás está la Seguridad del Estado.

La Habana
Omar Mena y Leidy Laura Hernández, animalistas cubanos.
Omar Mena y Leidy Laura Hernández, animalistas cubanos.

Los protectores de animales Leidy Laura Hernández y Omar Mena denuncian que su refugio, Voz Animal, el más antiguo de Santa Clara, ha recibido ataques que tiene todos los visos de ser de la policía política.

Omar Mena es un rapero contestatario cuyo activismo político ha atraído la atención de la Seguridad del Estado. Es víctima de frecuentes arrestos, constante vigilancia, y todo el paquete de represión destinado a las personas como él.

Los últimos días de enero fueron convulsos para la pareja. A raíz de la convocatoria a manifestarse en el Capitolio lanzada por Luis Manuel Otero Alcántara, Mena fue detenido durante ocho horas el día 29 de enero sin justificación alguna; solo porque "ellos" (la Seguridad del Estado) imaginaron que él podría hacer algo desde Santa Clara, denunció Leidy Laura.

Ese mismo día, cuando la joven anunció en Facebook que su esposo había sido liberado, en los comentarios apareció el siguiente texto, escrito desde un perfil falso: "La próxima vez, yo lo voy a secuestrar a él y matar a sus perros, a ver de q ping. van a vivir ustedes, como mismo lo mío es los gallos por ellos vivo y doy mi vida".

El perfil de un gallero encolerizado es poco creíble. En primer lugar, el supuesto peleador aparece en una denuncia de represión política. Más importante aún — dice Leidy Laura—, "yo nunca he hecho ningún post sobre el tema de los gallos ni nada. Yo nunca me he metido en eso… Además de que fue un perfil falso que crearon un ratico antes… el mismo día que cogieron preso a Omar".

Lo cierto es que la pareja está siendo víctima en los últimos tiempos de un acoso que va aumento y que a todas luces busca desestabilizarla.

Hace un par de semanas, por ejemplo, el número de teléfono de Omar apareció en varios grupos de compra y venta, atribuido a un vendedor de celulares y variados objetos. También la página de Hernández es objeto constante de ciberacoso desde perfiles falsos.

El refugio Voz Animal acoge ya a 40 perritos de la ciudad, pero su trabajo ha sido muy difícil desde el principio. "Desde que creamos el refugio, lo único que hemos recibido de 'ellos' ha sido amenazas", explica Leydi Laura. "A las personas que nos ayudaban con los perritos, que nos hacían donaciones, las han llamado, las han amenazado, han difamado de nosotros. A los veterinarios les han decomisado medicamentos, les han metido miedo, les han dicho que dejen de venir a ayudarnos. Lo que pasa es que esto ya es otro nivel", agrega refiriéndose a un reciente envenenamiento.

La mañana del sábado, Leidy Laura fue, como siempre, a dar el desayuno a sus animales y encontró una perrita muerta. "Era la que más me pedía", dice. Luego, se dio cuenta de que otra estaba muy decaída y llamó a un veterinario, que le confirmó el diagnóstico de intoxicación. En el momento de escribir esta nota, el animal agonizaba.

"Yo sí creo que ha sido la Seguridad del Estado", declara Leydi Laura, visiblemente preocupada ahora por la vida de los perros. "Nosotros nos llevamos muy bien con todos los vecinos. Uno de ellos nos dijo que le habían forzado una puerta de su terreno para acceder al nuestro".

"Es un ataque sicológico –apunta Omar–, pero ellos lo que no saben es lo que nosotros podemos hacer ahora, porque nosotros sí queremos a los perros y esto no va a quedar impune".

"Todo en la vida tiene una acción-reacción y tienen que esperar nuestra reacción", agrega el rapero y activista, a quien le gustaría que otros animalistas del movimiento también se pronuncien sobre este ataque en Santa Clara.

Más información

1 comentario

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

Los fascistas que tomaron el poder en Cuba y sus esbirros son asesinos por naturaleza, gozan con hacer el mal y ahora su instinto asesino y su alma negra lo descargan contra los indefensos animalitos. Yo no puedo describir el odio que le tengo cada día a cada uno de los degenerados Castro y sus asesinos, y lo que puedo decirles que mientras viva haré todo lo que estén en mis manos para que todos estos caatrofasciatas la paguen bien caro.