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Cuentapropismo

La marca cubana Clandestina saca lecciones del incidente con la española Zara

No es la primera vez que la cadena del grupo textil Inditex es acusada de copiar diseños.

Madrid

Tras la aparición de un vídeo en el que el colectivo de Clandestina, tienda de diseño 99% cubano, denuncia la supuesta copia de creaciones suyas por parte del gigante español Zara, una etiqueta se ha popularizado en las redes sociales: #Zaratienesqueparar.

Miles de personas han mostrado solidaridad con la marca cubana, fundada en 2015 por la española Leyre Fernández y la diseñadora cubana Idania del Río, cuyos artículos se venden no solo en La Habana Vieja, donde se ubica la pequeña tienda, sino en comercios minoristas de varias ciudades del mundo y en Clandestina.co.

De hecho, la polémica podría resultar en la aparición de un nuevo artículo en las tiendas de Clandestina, pues ya algunos usuarios de Facebook aseguran que, si saca un pulóver con la mencionada etiqueta impresa, lo comprarán.

Fueron justamente los clientes quienes alertaron a Clandestina del posible plagio. "Las primeras noticias nos vinieron de clientes que se alarmaron. Nosotros al principio dijimos 'Ah, bueno'. Pero después, en la medida que insistieron, dijimos 'vamos a ver qué está pasando'", cuenta a DIARIO DE CUBA Lidia Romero Moreno, gestora de ventas, quien además atiende recursos humanos y la parte legal.

"Se acabó el drama" y "País en construcción" son dos de los diseños de Clandestina que hicieron sospechar a sus clientes al encontrar similitudes en los "Delete the Drama" y "Under Construction" de Zara. Pero la gota que colmó el vaso fue el lanzamiento por compañía española de "Mentally, I'm in Havana". ¿Alguna semejanza con "Actually, I'm in Havana", el diseño más popular de Clandestina, creado por Idania del Río? La suficiente, no solo para alarmar a los clientes sino para que la tienda cubana decidiera tomar cartas en el asunto y visibilizar el problema.

"El 'Actually' es también para Clandestina un estado mental, una marca gráfica con un significado mucho más profundo. Un 'estoy aquí y ahora'", explica Idania del Río en una nota de prensa publicada el 19 de agosto.

Cuando David y Goliat se enfrentan las simpatías suelen estar con David, sobre todo si se trata de un colectivo de artistas y diseñadores jóvenes que se inspira en el "resolver" cubano y emplea material reciclado en muchas de sus creaciones.

Buena parte de los diseños se imprime en serigrafía, de manera artesanal, en el propio taller. Clandestina es la primera marca de diseño independiente de Cuba y emplea a mujeres cubanas para coser sus prendas. Hablamos además de uno de los primeros colectivos de artistas que brindó ayuda a las víctimas del tornado que arrasó varios municipios de la capital cubana el 27 de enero.

En la otra esquina tenemos a Zara, la cadena insignia del grupo textil Inditex, fundada en 1974 por Amancio Ortega y Rosa Mera. Actualmente cuenta con más de 2.250 tiendas repartidas por todo el mundo.

¿Parará Zara, como piden Clandestina y su comunidad de seguidores?

No es la primera vez que la marca española es acusada de copiar. Solo hasta 2016 había sido señalada decenas de veces, según Esther Miguel Trula, autora de "39 ocasiones en las que Zara consideró innecesario reconocer al autor original".

El 16 de junio de 2019, Teresa Redondo daba a conocer otras supuestas copias de Zara en el artículo "Los plagios a la alta cultura de Zara más evidentes".

La plataforma Shoparttheft.com, creada por el artista Adam J. Kurtz, considera a Zara el principal ladrón de arte, indica el artículo "Plataforma contra las copias de Zara", publicado en Itfashion.com.

Esos son algunos de los casos que pueden encontrarse en internet. Los artistas y diseñadores que han sido presuntamente víctimas de la copia de sus trabajos no han recibido compensación.

En 2018 ocurrió algo que podría resultar alentador para Clandestina y sus seguidores. Por primera vez, Zara perdió una batalla legal por copiar unos vaqueros y unas sandalias al grupo italiano OTB.

Pero pese a lo esperanzadora que puede resultar esa noticia, hay que tener en cuenta las diferencias entre Clandestina y OTB (Only the Brave), propietario de las marcas Diesel, Víktor&Rolf, Maison Margiela o Marni. Este peso pesado de la industria de la moda cuenta con más de 6.500 empleados y en 2018 ingresó nada menos que 1,40 billón de euros.

El colectivo de Clandestina está consciente de que sus posibilidades de demandar a Zara legalmente y ganar son remotas. Tampoco es esa su intención hasta el momento. "El ánimo es exponerlos. No tenemos el ánimo de demandar a Zara, sería muy pretencioso. Es una multinacional. Conocemos de diseñadores de Estados Unidos, firmas potentes, millonarias, que no han podido hacerlo", reconoce Lidia Romero.

Aunque la repercusión en las redes sociales es importante y el colectivo ha agradecido a sus seguidores por su solidaridad, es realista. "Nosotros tenemos nuestra famita, pero realmente no existimos ante Inditex", comenta Lidia.

DIARIO DE CUBA envió un correo electrónico al Departamento de Comunicación de Inditex, propietario de Zara, para conocer su versión sobre el asunto, pero no hubo respuesta.

Clandestina no asume como una derrota el incidente con Zara. Ha reaccionado con una indignación justa, pero también con optimismo.

Félix González, del equipo de marketing de Clandestina, considera que lo sucedido no debe verse como un problema. "Debemos analizarlo como una muestra de que el diseño cubano está cobrando fuerza internacionalmente y de que los mensajes que comunica tienen sentido para una audiencia global", afirma en la nota de prensa del 19 de agosto.

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