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Periodismo

Asociación Pro Libertad de Prensa: 15 años trabajando por la libertad de información y expresión en Cuba

DIARIO DE CUBA habla con José Antonio Fornaris Ramos, presidente de la asociación, que ha sido blanco de la represión del régimen desde su creación en 2006.

La Habana
Miembros de la Asociación Pro Libertad de Prensa.
Miembros de la Asociación Pro Libertad de Prensa. APLP

José Antonio Fornaris Ramos (1947) es el presidente de la Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP), que este 27 de enero cumple 15 años. De formación autodidacta, la mayor parte de su vida laboral estatal la hizo en la radio. En los años 80, por sus diferencias con la situación política en Cuba, las autoridades le cancelaron sucesivos contratos de trabajo, y se volvió errante su paso por emisoras. En 1989, por las presiones y la marginación laboral, salió definitivamente del Instituto Cubano de Radio y Televisión, donde había trabajado por dos décadas.

Desde 1988 José Fornaris tenía contactos con el Comité Cubano Pro Derechos Humanos y en 1989 se convirtió en su secretario de Prensa. "Ya Ricardo Bofill se había ido y en Cuba estaba Gustavo Arcos Bergnes, que era su secretario general. En el exilio Bofill, seguía siendo el presidente". En los años 90 fue fundador del Comité de Unidad Nacional (CUN), lo que significa una acentuación de su labor política. Por los días en que Juan Pablo II visita Cuba, en enero de 1998, cofunda la agencia de prensa Cuba-verdad, "fue una idea del periodista Mario Julio Viera, quien vive en el exilio en la actualidad". De esa manera, su trabajo como comunicador vuelve a ser prioritario. El 27 de enero de 2006 funda la APLP.

¿Cómo surge la APLP?

Nosotros queríamos que fuera un gremio, pero eso nunca se pudo concretar. La APLP se funda en enero y a principios de marzo me fui a inscribirla para el Ministerio de Justicia con Carlos Ríos, cofundador de la Asociación, que hoy vive en el exilio. La persona que recibía los documentos se negó a recibir nada cuando le dije el nombre de la asociación. Elizardo Sánchez me dijo entonces que fuera al ministerio con una carta solicitando la inscripción, para que ellos la recibieran y me acuñaran una copia. Era lo que él había hecho con la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. A ninguna de las dos les respondieron jamás.

¿Cómo fue ese comienzo?

La APLP no tenía ningún tipo de recursos. Empezamos a nuclear a los periodistas, hicimos un carnet. Uno de los primeros contactos que hicimos con organizaciones internacionales fue con People in Need, en la República Checa. Su apoyo fue importante para nosotros. Algunos periodistas tuvieron la posibilidad de escribir para Europa. Se publicaron artículos en Eslovaquia, República Checa, no recuerdo si en Hungría. People in Need se encargaba de las traducciones y de ponerlos en los medios.

Como en 2005 fundamos un blog con la ayuda de Yoani Sánchez, que había fundado ya Generación Y. Su director fue Juan González Febles. Este blog después se convirtió en Primavera Digital, con el apoyo de una organización sueca y ya independiente de la APLP.

¿Qué otras publicaciones han realizado?

Tenemos la revista Vocablo y publicamos por un tiempo Naturcuba, dedicada a temas de ecología.

En diciembre de 2012 entra en vigor la modificación de la Ley Migratoria y el Estado modifica, momentáneamente, su actitud tradicional de bloquear al derecho de salida de opositores y miembros de la sociedad civil. ¿Qué significa ese cambio para la APLP?

Mi primera salida al extranjero fue a Suecia en 2014, a los 66 años de edad, a propósito de ese cambio de voluntad. Salir al extranjero abrió nuestras posibilidades de trabajo. En 2015 recibimos una invitación de la Subdirectora de la UNESCO para asistir a la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa en Lituania, no se había invitado nunca antes a periodistas cubanos, ni oficialistas ni independientes. Hemos ido a muchos encuentros internacionales, estuvimos en el Parlamento Europeo, lo cual fue muy importante.

En 2018 presentamos un informe al Examen Periódico Universal (EPU). A finales de noviembre de 2017, previo a la presentación del informe, fuimos Odalina Guerrero, directora jurídica de la APLP, y yo a un evento preparatorio en Ginebra. Allí tuve la posibilidad de hablar y denuncié el caso de Karla María Pérez, la estudiante de Periodismo que había sido expulsada de la Universidad Central de Las Villas.

Era un evento sobre jóvenes y solicité que el Estado cubano autorizara la creación de asociaciones independientes que velaran por sus intereses. El representante del Gobierno de Cuba pidió la palabra para hacer un mitin de repudio. Dijo que yo era un representante del imperio, que era miembro de un grupúsculo. Eso fue a finales de noviembre de 2017. En enero de 2018 la policía política cita a Amarilis, mi esposa y miembro de la APLP, para decirle que yo había subido la parada y no iba a salir más de Cuba. Yo había regresado el 4 de diciembre de 2017 y nunca más me dejaron viajar. Cuando el EPU, en mayo de 2018, ninguno de los invitados cubanos de la Isla pudimos ir. En la actualidad la APLP tiene bloqueada la salida al extranjero de cuatro de sus siete miembros.

¿Qué otras acciones represivas has sufrido?

El 30 de mayo de 2018, poco después del EPU, fue asaltada nuestra sede por la policía política. Se llevaron los archivos, las computadoras —dos laptops y una de escritorio—, libros que no tenían nada que ver con el objeto del registro, mi teléfono, las memorias, dos discos duros, cuatro impresoras que era donde imprimíamos Vocablo. Se llevaron 100CUC y 100 pesos cubanos, que era el único dinero que teníamos. Aun así, se lo llevaron.

No dejaron un "Acta de ocupación" a pesar de que se les solicitó varias veces. Una hora y pico antes de que se acabara el registro, uno de los oficiales que estaba allí salió con una jaba, la echó en una mochila, se montó en una moto y se fue, no regresó más. De eso hay testigos. Así que podemos decir que robaron.

Me llevaron preso por varias horas. Según la ley, hay seis meses para que ellos investiguen. Pasados los seis meses, yo entregué una reclamación describiendo los hechos y reclamando el reintegro de lo que me habían llevado. Nunca recibí ninguna respuesta, a esa ni a ninguna otra gestión que hice, incluida una carta abierta a la fiscal general.

La precariedad de los cubanos hace muy difícil reunir medios materiales para trabajar, y cuando te los quitan es posible que no puedas reponerlos nunca más. La pérdida de los documentos supone un golpe. De aquella manera pretendían terminar con el trabajo de la APLP. Otras organizaciones a las que se lo han hecho han dejado prácticamente de existir o han marchado al exilio; nosotros seguimos trabajando.

¿Ha habido otras acciones de esta índole?

Muchas. Mi hijo ha sido citado numerosas veces para ser interrogado y amenazado. Él no trabaja con la Asociación, es únicamente por ser mi hijo. Poco después de ese asalto a la sede, él fue citado para un interrogatorio. Fíjate si deseaban acabar con nuestro trabajo, que el motivo de la citación era recriminarle que nos había prestado su computadora. Lo amenazaron con hacerle un registro como el que me habían hecho a mí y acusarlo por un delito común, según lo que encontraran en su casa. Le ofrecieron que trabajara para ellos "para que me cuidara".

A principios de 2018 mi esposa fue citada a la estación policial del Capri. Nos habían puesto dos multas por supuestas irregularidades cometidas durante la reparación de nuestra vivienda. Ese día le levantaron un "Acta de detención" por "desobediencia", la dejaron detenida en la estación por varias horas. Cuando la dejaron ir, le pusieron una multa de 200 pesos por esa "desobediencia" que nunca existió.  

Las amistades han sido molestadas, lo mismo con visitas que amenazas. Desde 2019 la página de la APLP, www.aplpcuba.org, está bloqueada en Cuba. Ahora nos han retirado el servicio de internet doméstico, el Nauta Hogar. Cuando fuimos a pagarlo nos dijeron que no se autorizaba la transacción y, al no poder pagarlo, pues lo hemos perdido. Nosotros llevábamos más de un año con internet en la casa. Quiero pensar que es algo fortuito, que se resolverá, pero ya tenemos una historia que nos hace desconfiar.

A todo eso llegan, no hace falta exagerar, hacen cosas tan increíbles que mentir no es necesario.

¿Qué hace la APLP en cuanto a la situación del periodismo en la Isla?

La APLP informa a los organismos internacionales las represalia que sufren los periodistas. Se manda a la ONU, a la OEA, a organizaciones de periodistas, personas en el exterior, y redactamos un informe anual sobre violaciones a la libertad de prensa e información.

En noviembre pasado enviamos el informe de medio tiempo a la ONU. Ya está disponible en la página de la organización.

Hacemos asesoría jurídica a los periodistas, es un servicio permanente de alto valor que podemos dar gracias a Odalina Guerrero, nuestra asesora jurídica. Realizamos diversas labores de asistencia a periodistas. Pudimos hacer un curso de Fotografía. Se puede hacer mucho más, pero las dificultades lo impiden.

La APLP pudo realizar varias ediciones de un premio anual

Implementamos el concurso Papel Periódico, en honor al primer periódico que hubo en Cuba, que se llamó Papel Periódico de La Habana. Fue un semanario que salió por primera vez el domingo 24 de octubre de 1772. Ese era el día del periodista antes de 1959. Quisimos recordar aquél semanario y la fecha que honraba a los periodistas. El primer premio se entregó en 2012 y el último en 2016. No hemos tenido financiamiento para seguirlo.

¿Cuál quisieras que fuera el legado de la APLP?

Que en algún momento de nuestra democracia futura alguien recuerde que la APLP trabajó en favor de la libertad de prensa y expresión en Cuba.

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