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Moda

Yilena Hernández: 'Siempre he tenido mis labios así'

De tener 'poca autoestima' a modelo internacional: así es la historia de esta holguinera conocida como la 'Barbie cubana', que este año es portada de 'Playboy África'.

Madrid

De Holguín a Nueva York, de tener "poca autoestima" a modelo internacional con más de 400 mil seguidores en Instragram: esa es la historia de Yilena Hernández, la "Barbie cubana".

Nacida en 1993, Yilena empezó a modelar a los 15 años en la ciudad de Holguín, donde ganó un premio en un concurso de belleza (La novia de Holguín).

En la actualidad, la cubana ha participado en eventos con diseñadores de alta costura como Christian Loubotin, Roberto Cavalli, Tom Ford, Willfredo Gerardo, Balmain, y con la marca Marco Migliore. Ha aparecido en revistas como Ellements Magazine FHM Australia. Su más reciente aparición es en la portada de la primera edición de 2019 de la revista Playboy África.

Como ella resalta en todas sus entrevistas, su familia es su motor impulsor. La mayor inspiración de Yilena es su abuela Nina, quien la animó a superar sus miedos y probar en el mundo del modelaje. En tanto que su madre, quien era diseñadora en Cuba, fue quien la ayudó en la decisión de marcharse de la Isla. "Ella decidió ir a perseguir mis sueños, los cuales eran ser una modelo internacional, no solo nacional", nos cuenta la holguinera, quien reside desde hace casi diez años en Estados Unidos.

¿Fue muy difícil hacerte un espacio en el mundo de la moda en Estados Unidos? 

Me fue muy difícil, pues no conocía el idioma y por mi estatura. Ya que no soy muy alta —mido 5.6 pulgadas—, muchas agencias de modelaje no me aceptaban, pues decían que era muy bajita; así que tuve que trabajar el doble para poder modelar. Tuve que empezar de cero en trabajos duros (construcción, refinerías y factorías) para poder empezar mi carrera, ya que no contaba con el apoyo de ningún patrocinador. También fui estafada muchas veces por supuestas agencias de modelaje.

¿Por qué escogiste acercarte a la estética de la Barbie? 

Siempre fui muy delgada y con problemas de autoestima, así que mi familia me daba ánimos diciéndome que me parecía a una Barbie, pues las Barbies son muy delgadas. Eso me hacía sentir mejor. 

¿Cuándo viste la primera Barbie? 

Creo que mi primera Barbie fue a la edad de ocho años.

¿Qué muñeca tenías en Cuba? 

Vengo de una familia humilde, así que mi primera muñeca fue una que mi papá me hizo de madera. Mi mamá me hacía muñecas de tela. Recuerdo que luego de que mi mamá debutara como diseñadora, mi familia empezó a tener más solvencia económica y me compraron muchas muñecas, entre ellas una Barbie que tenía el pelo rizo. Mi mamá me dijo que así iba a ser yo, pues mi pelo natural es rizo.

¿Alguna vez pensaste convertirte en una muñeca tú misma? 

No, nunca me ha pasado por la cabeza.

¿Te gustaría que un fabricante de muñecas hiciera una basada en ti? 

Sería un honor y me encantaría, aunque nunca lo he pensado.

¿Cómo es, en un mundo en el que el feminismo avanza, ser una conejita de Playboy? ¿Qué opinas sobre ese tema? 

Ser una conejita de Playboy es un gran ejemplo de feminismo. Da a las mujeres la plataforma para expresar su libertad de sexualidad de una manera respetable.

¿Qué ha significado para tu carrera desfilar en la Semana de la Moda en Nueva York y codearte con diseñadores como Tom Ford? 

Tuve el placer de ser invitada especial como influencer a su fashion show y sentarme en primera fila con muchos artistas famosos y otros influencers, tal como Cardi B. Fue una experiencia fantástica haberlo conocido y conversar con él. Y qué puedo decir de cada unas de sus piezas. Estoy enamorada de tanto arte y talento. Sería un honor modelar para él. 

Tom Ford hace cine, ¿te gustaría que te llamara para hacer algún papel, como lo hizo con el modelo español Jon Kortajarena?  

¡Por supuesto! Me encantaría. 

¿Cómo es el día a día de una modelo como tú? 

Es un día como mi mamá dice, de corre corre. Cuando tengo eventos es bien complicado. Por ejemplo, en Las semanas de la moda me levanto a las 7 u 8AM, mi maquillista y estilista me arreglan para sesiones de fotos. Luego, cuando terminamos, almorzamos, voy para los eventos, que normalmente son a las 3PM, hasta que empiezan los shows a las 6 o 7PM (cuando desfilo en los shows) hasta las 11 o 12 AM. Luego fotos en la alfombra roja. Casi siempre llego al hotel a las 3 AM.

¿Tienes mucho gimnasio? 

Hago algo de gimnasio pero muchas veces no tengo tiempo. Trato de ir un mínimo de dos veces a la semana. 

¿Qué música te gusta para tus entrenamientos?  

Me gusta escuchar pop y electrónica. Aunque también escucho reguetón. 

¿Te has operado? 

Sí, tengo mis senos hechos. Aunque muchos rumoran que tengo los labios hechos, esto es totalmente falso. Siempre he tenido mis labios así.  

¿Cómo te cuidas la piel?  

Tomo mucha agua y me hago mascarillas naturales. También cuento con el apoyo de algunas cremas como Di'MYOOR Skin, que es de caviar, y Red Gold London Usa. Voy al menos una vez al mes a tener un tratamiento facial llamado el "facial del vampiro".

¿La dieta? 

¡Como todo lo que veo! Aunque trato de mantener una alimentación balanceada, no llevo a cabo ninguna dieta estricta. Siempre he sido muy delgada y bajo muy rápido de peso, así que como bastante.

Recomendaciones para muchachas en Cuba… 

Que luchen por sus sueños, que nada es imposible. Si yo pude lograrlos, ellas también. Todo depende de tener determinación, constancia, y de no rendirse.

Aparte del modelaje, ¿qué otros proyectos tienes? 

Estoy trabajando en crear mi propia línea de ropa. Y este año vienen muchas cosas buenas en mi carrera, pero eso será sorpresa.

Hace poco comentabas que te gusta mucho leer, ¿cuáles son tus lecturas preferidas? 

Como viví una vida religiosa considero la Biblia como un libro ejemplar para todo, así que la leo mucho, y otras lecturas como El principito y Oros viejos.

¿Qué vínculos mantienes con Cuba? 

Amo mi tierra hermosa, la que me vio crecer, donde vive la reina de mi vida, mi abuela Nina. En Cuba mantengo lazos estrechos ya que tengo mucha familia y amigos. Además, cómo no mantener lazos con el país donde nací. 

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