Condenado a cadena perpetua el asesino de un cubano en el Reparto Flores, La Habana

A Itzel Valdés Roque ninguna condena le devolverá a su hijo Andy García Valdés. Tras 11 meses y nueve días del asesinato del joven cubano de 25 años en el Reparto Flores, el Tribunal Superior de La Habana sentenció a cadena perpetua al asesino confeso Orlis Rodríguez González, contó Valdés a DIARIO DE CUBA.

"Para mi tranquilidad, el 15 de diciembre me llamó el fiscal para darme la esperada noticia: había llegado ya la sentencia, siendo la misma de cadena perpetua, como todos pensábamos desde el inicio que sería lo único que nos daría un poco de paz", dijo Valdés.

"Ninguna condena hará pagar jamás a Orlis el horrendo crimen cometido contra la vida de mi hijo, pero me queda la satisfacción de saber que no podrá destruir la vida de ninguna otra persona y sus familiares, porque nunca más podrá pisar la calle", afirmó.

Andy García desapareció el 6 de enero de 2020 y su cuerpo sin vida estuvo en un tanque en casa del asesino unas 48 horas. Su familia denunció su desaparición. Orlis Rodríguez llegó a negar en un primer momento a la Policía cualquier implicación con el hecho, pero luego confesó que lo hizo "porque no le caía bien".

Ambos vivían en el mismo edificio. García en el quinto piso y Rodríguez en el segundo. 

La Policía encontró el cuerpo del joven el 8 de enero, cuando el asesino intentó trasladar el tanque en un camión de comunales con la ayuda de otras personas. Las investigaciones arrojaron que fue asesinado con unas tijeras. Rodríguez trabajaba en la campaña contra el Aedes Aegypti, pese a haber cumplido dos condenas, una "por robo con violencia y la otra por agresión y robo a otro vecino del edificio", recordó Valdés.     

Valdés, una amiga y la madre de la novia del fallecido, asistieron al juicio el 3 de diciembre. Por la parte del acusado, estuvo solo su madre, debido a la pandemia de coronavirus. Fuera del Tribunal estuvieron otros familiares y amigos, y en la sala de espera, Sheila Loyola Mérida, la novia de la víctima, y los demás testigos.

"El juicio fue duro, muy difícil tener delante al asesino de mi hijo sin reaccionar, escuchándolo justificarse, intentando minimizar las cosas, tratando de culpar a mi hijo Andy, cuando las pruebas indicaban que no hubo lucha, que no le dio tiempo a reaccionar, a darse cuenta de su macabro plan, no tuvo forma de defenderse", recordó Valdés.

"Nadie sabe a ciencia cierta cómo ocurrieron exactamente los hechos de aquel fatídico día, pero estamos seguros que Andy fue engañado por Orlis, como mismo hizo anteriormente con otras personas. Las pruebas de Medicina Legal también demostraron que su interés siempre fue verlo bien muerto, porque en el juicio quedó claro que removió las tijeras dentro hasta lograr su objetivo", contó.

La condena de cadena perpetua todavía no es firme. El acusado tiene diez días hábiles para recurrir el veredicto del tribunal, detallaron fuentes jurídicas a DDC.

Meses de lucha de una madre cubana

Valdés llegó al día del juicio con la tranquilidad de que "movió cielo y tierra" para que el tribunal sentenciara con la máxima condena al asesino de su hijo.

En un principio, la Fiscalía acusó al asesino de homicidio, lo que supondría una condena de siete a 15 años de prisión. "Jamás podría estar ni cercanamente conforme con eso, así que comenzó mi lucha en todas las instancias", apuntó Valdés.

Esta madre cubana fue a diario a ver a la instructora del caso, los jefes, el político y demás personal de la Policía de Playa. También, a la jefa de la Fiscalía de ese municipio para hablar con el fiscal. La perito volvió a ir a la casa de la víctima para encontrar más pruebas del robo. El asesino subió al piso de García para robar dinero, un par de tenis, un desodorante y una navaja roja.

Los vecinos del Reparto Flores ayudaron a Valdés con sus testimonios y algunos testificaron en el juicio.

"Orlis siempre tuvo el mismo 'modus operandi': llamaba a las personas para su casa para que lo ayudaran con algo, como una tubería rota, y sin ellos esperarlo, les caía a golpes, por suerte sin mayores consecuencias para ninguno de ellos. De hecho, un vecino de ese edificio se mudó para otra provincia, luego de pasar un buen susto con él. Sufrió un gran daño físico por lo que su familia decidió irse", dijo.

La Fiscalía elevó la acusación de Orlis Rodríguez a asesinato, pero pidió 27 años y uno más por una agresión a un oficial mientras estaba detenido en Instrucción Penal.

Valdés comenzó entonces otra carrera contrarreloj por la pandemia de coronavirus. Entregó cartas en todas las instancias posibles, "a nivel nacional casi siempre, pidiendo cadena perpetua".

"Orlis cambió varias veces su declaración y les aportamos las pruebas necesarias para desmentir sus falsas palabras. En un momento determinado hasta quiso manipular a los investigadores, queriendo hacerles creer hasta que era otra el arma usada en el asesinato, para así intentar culpar a mi hijo de algún modo. Pero los análisis de las dos armas y el informe de Medicina Legal demostraron que no podía defenderse de ningún modo", reseñó.

Mientras estuvo en casa por la crisis del Covid-19, Valdés mantuvo el contacto con los encargados del caso e insistió en si sus cartas fueron leídas "por muchas personas en la Fiscalía General, el Tribunal Provincial y el Supremo". A mediados de noviembre llegó la citación para el juicio en el Tribunal Provincial de La Habana.

"En medio del juicio, la presidente del tribunal le sugirió a la Fiscalía que tuviera en cuenta que con un delito como ese podía pedir un cambio para cadena perpetua. El fiscal siguió la sugerencia y en el juicio llegó a ser la voz de mi hijo. Cuando eso sucedió, lloré. Fueron muchos sentimientos juntos", recordó.

Los abogados consultados por DDC señalaron que "la presión de la madre ante los órganos e instituciones asociadas al poder contribuyeron a guiar a los jueces hacia la sanción de cadena perpetua". El tribunal hizo uso del artículo 350 de la Ley de Procedimiento Penal para sugerir a la Fiscalía una condena superior.

"Ahora me siento tranquila y quisiera creer que con mi lucha, mis cartas y todo el amor que siento por Andy, puse un pequeño granito de arena en la decisión final del tribunal. El dolor por la pérdida de un inigualable ser humano como era Andy, nunca pasará completamente y será recordado eternamente por todos los que lo amamos", confesó Itzel Valdés.