Un equipo de expertos en armas químicas del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), antiguamente KGB, fue el ejecutor de intento de asesinato del líder opositor ruso, Alexei Nalvany, según reveló una investigación periodística conjunta de Bellingcat, Der Spiegel y CNN.
Según estos medios, el envenenamiento de Nalvany venía preparándose desde hace algún tiempo. En 2017, 2019 y 2020, los agentes del FSB de una unidad clandestina especializada en sustancias tóxicas siguieron al opositor en sus viajes por Rusia, coincidiendo al menos 37 veces en los mismos lugares.
La investigación periodística se centró en tres operativos del FSB que pudieron ser identificados. Se trata de los médicos Alexéi Alexandrov e Iván Osipov, y del agente Vladímir Panyáev, quienes fueron apoyados por al menos cinco operativos más. Este equipo siguió a Nalvany durante toda su campaña para las elecciones regionales, incluyendo la ciudad siberiana de Tomsk, donde le envenenaron con un agente del grupo Novichok. También viajaron infiltrados con él a Omsk, donde el opositor fue hospitalizado.
El equipo opera bajo la fachada del Instituto Criminalístico del FSB, conocido también como el Instituto de Investigación-2, cuya función pública es el desarrollo de técnicas para la investigación forense, aunque investigaciones más recientes revelaron que el instituto contaba con instalaciones especializadas en armas químicas. Una de sus especialidades es el Novichok, un elemento tóxico desarrollado por la Unión Soviética entre 1970 y 1980.
Según las llamadas analizadas para la investigación periodística, quienes envenenaron a Nalvany son la parte más baja de una cadena de mando y un cruce de información obligatoria que atraviesa al Instituto Criminalístico, al Centro de Tecnología Especial del FSB, a los directores del FSB y, finalmente, a Vladimir Putin.
Otros datos revelados refieren a intentos anteriores de envenenamiento al opositor ruso. En esas ocasiones, los efectos de los químicos usados se parecieron a los que casi le cuestan la vida a Nalvany, aunque fueron de menor intensidad. Finalmente, Nalvany fue tratado en Alemania y pudo recuperarse del atentado.
Aunque en un principio solo se sospechaba que la Inteligencia rusa estuviera detrás del asunto, Mike Pompeo, secretario de Estado de EEUU, afirmó que detrás del envenenamiento estaba la mano del Kremlin. Sin embargo, esta opinión fue contradicha por el presidente Donald Trump, quien declaró no tener pruebas de que Putin estuviese involucrado. Esto último hizo que aumentaran las especulaciones sobre cierta relación de confidencialidad entre el mandatario ruso y el estadounidense.
El Zar Putin esta detrás de todas las campañas en contra de la disidencia pero como buen ex comunista siempre lo va a negar.
Ni Tump ni Putin simplemente TRUM-P-UTIN. AREITO se habrá muerto o estará embolsado y scondido?.