Back to top
Opinión

Editorial: El Estado y la violencia contra las mujeres en Cuba

Las mujeres cubanas tienen que dejar de ser las voces secuestradas por un régimen que pretente hablar por ellas.

Madrid
Represión policial contra una mujer en Cuba.
Represión policial contra una mujer en Cuba. Diario de Cuba

En noviembre de 2015, Mariela Castro Espín, directora del estatal Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), hija de Raúl Castro y una de las principales voceras del régimen, declaró que en Cuba no existían los feminicidios. Esto es "un efecto de la Revolución ", dijo. Y, en referencia a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), fundada por su madre,  comentó que "la cosa buena es que las mujeres estamos organizadas y eso da mucha fuerza".

Ayer, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Mariela Castro volvió a fungir como portavoz gubernamental, declarando que Cuba está "a la vanguardia de la lucha internacional por la no violencia" contra la mujer.

En lo que va de año, al menos 25 mujeres cubanas han sido víctimas de feminicidios. De estos hechos no habla la prensa oficial en Cuba, que no suele reconocer ni publicar reportes y datos sobre la violencia machista. Si alcanzamos a saber de ellos, caso a caso, es gracias al trabajo de plataformas feministas independientes.

En el sistema legal cubano no existe una definición explícita de la discriminación de la mujer, tanto directa como indirecta, de conformidad con el Artículo 1 de la Convención de la ONU sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).

No existe en el Código Penal vigente en Cuba la tipificación del feminicidio. Tampoco existen en la Isla el régimen cautelar previo al juicio oral que permita la protección de las mujeres y niñas (orden de alejamiento) ni centros especializados para dar refugio a las víctimas de violencia machista.

Peor aún, dentro del cronograma legislativo, en el cual el Gobierno ha priorizado al Estado en lugar de a los ciudadanos, no está contemplado trabajar en pos de nada de esto.

A más de 60 años del triunfo de una revolución que les prometió emancipación e igualdad, las mujeres cubanas están atrapadas entre una sociedad machista que las confina a roles tradicionales, un discurso oficial que se atribuye lo conseguido por ellas y un Gobierno que considera tabú buena parte de las críticas relacionadas con los problemas de género.

Cuba necesita cuanto antes una ley integral contra la violencia de género, y necesita también —entre otras cosas— transparencia en las cifras oficiales, funcionarios públicos capaces de entender los casos de violencia y discriminación, casas-refugio y políticas económicas y sociales específicas.

Las mujeres cubanas necesitan contar con representación efectiva, poder organizarse de forma independiente para exigir sus derechos y divulgar sus propuestas sin ser criminalizadas, acosadas y reprimidas como actualmente son criminalizadas, acosadas y reprimidas las plataformas feministas independientes.

En Cuba las mujeres necesitan hablar y hacerse escuchar en el espacio público, romper silencios y tabúes, y dejar de ser las voces secuestradas por un régimen que pretende hablar por ellas.

Más información

4 comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

NEGRAS HP karatecas entrenadas para reprimir y golpear. ¿Casualidad o método...? La foto es bien elocuente. Nuestros mejores deseos para SARA MARÍA FONSECA en tierras de libertad.

Mike, de las NEGRAS HP y de las BLANCAS HP. Aquí no se salva nadie. Los HP y Las HP están en todas partes. Lo que sucede es que mucha gente piensa que tienen "el monopolio del sufrimiento".

Profile picture for user Lázaro González Valdés

¡EXCELENTE EDITORIAL! Por cierto, el pie de foto debería precisar que esa activista hoy se encuentra refugiada política en USA porque los golpes que sufrió a manos de esas karatekas del MININT le causaron graves lesiones y secuelas a su salud. Su nombre: Sara Marta Fonseca, y su organización el Partido Pro Derechos Humanos de Cuba (PPDHC).

"la cosa buena es que las mujeres estamos organizadas y eso da mucha fuerza". (M. Castro)

A juzgar por la foto que sale en el articulo, ¡no digo yo!

Me parece bien todas estas leyes que propone el editorial, pero sin ahondar mucho en el tema, la misma foto nos dice que el problema es mucho mas complejo. De la misma forma que las mujeres son víctimas también pueden ser victimarias. Generalizar a todos los grupos sociales que sean víctimas de una situacion social de una forma tan absoluta, me parece una aproximación al problema poco profunda y hasta simplona. No solo las mujeres, los negros, los judíos, los gays, y otros, todos, lo mismo pueden ser víctimas que victimarios.

Homosexuales que estuvieron en campos de concentración en la Alemania nacional-socialista cuentan que, muy pocos murieron en cámaras de gas. Todos eran llamados poco a poco y murieron en horribles orgías sadomasoquistas de guardianes y oficiales de la SS también homosexuales. ( ????? )