Usar todo contra los opositores cubanos, hasta la vida íntima: el proceder de la policía política

Jancel Moreno sabía que en cualquier momento la Seguridad del Estado saldría al paso de sus publicaciones en redes sociales y en el medio independiente ADN Cuba. Pero nunca imaginó que sería de manera anónima y que la amenaza sería divulgar imágenes íntimas que envió hace años.

"Años atrás, con la inmadurez y la inocencia en temas de redes, enviaba fotos sin ton ni son a mis parejas, cibernovios y demás, y estoy seguro que algunos ex todavía guardan algunas de ellas. Pero no pensaba que llegarían con la intención de callarme y romper mi relación", dijo Moreno a DIARIO DE CUBA a través de Whatsapp.

Este fin de semana recibió un mensaje que se suma a los enviados al artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara, la curadora Claudia Genlui, la activista Iliana Hernández y el periodista Maykel González Vivero. Este último sufre esas amenazas desde 2017. 

"Me sentí desnudado. De todos modos, yo no tengo pudor cristiano y eso fue molesto, porque fue desnudarme contra mi voluntad, pero no fue trágico. La Policía me desnudó en una estación ese mismo año, 2017, y me hizo fotos. Tienen un álbum mío. Los he invitado a hacerlo público", recuerda González Vivero.

"Querer utilizar mi intimidad para desanimarme es una violación", considera por su parte Moreno en sus declaraciones a DDC tras hacer la denuncia pública en Facebook y hablarlo con su novio. "Incluso es un acto de violencia homofóbica que viene de parte de un Estado patriarcal, pero salgan esas fotos o no salgan seguiré adelante siempre".

Violación de derechos humanos

Las amenazas de publicar fotos privadas y la divulgación de esas imágenes en contra de la voluntad de los afectados, como sucedió en el caso de Otero Alcántara en agosto de este año, viola la Declaración Universal de Derechos Humanos, apuntó la abogada Laritza Diversent, directora ejecutiva del Centro de Información Legal Cubalex.

En Cuba no se cumple el Artículo 12 de esa declaración, que recoge que "nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques".

El punto de partida de la Seguridad del Estado "es que no tienes vida privada, en Cuba no existe, 'yo lo sé todo de ti'. Ellos son dueños de todo, incluso de tu vida: 'sé lo que haces, donde estás, con quién hablas, con quién sales, a dónde vas, por dónde caminas'", explicó Diversent. 

La abogada advierte que el Estado debería garantizar la protección de todos los cubanos, como establece el Derecho Internacional, pero incurre en la violación de la intimidad, la privacidad y el derecho al honor no solo con la publicación de imágenes íntimas, sino con la vigilancia constante a los activistas, periodistas y opositores independientes en su propio barrio y entorno familiar.

La legislación cubana solo recoge el delito de difamación, que es contra el honor. "La publicación de fotos íntimas es un intento de desacreditar a las personas; ya no es solo contra el derecho a la intimidad, sino contra el honor", dice. 

En el caso de Iliana Hernández, el régimen utilizó fotos de ella semidesnuda para decir que se prostituía. En el de Otero Alcántara, fue para sugerir que tenía relaciones homosexuales, señala Diversent.

Las autoridades cubanas busca dejar al individuo solo para que terminan haciendo lo que ellas quieren: "que te vayas o dejes de hacer lo que haces". En el país es muy difícil la protección de la privacidad e incluso las denuncias, pero Diversent recomienda incrementar la seguridad en internet y presentar las denuncias, aunque sea de manera anónima, para que quede constancia del proceder de la Policía.

"El Estado debería hacer la investigación y no es difícil porque tiene medios, sabe cómo espiar dando el nombre de la cuenta y el IP". Aunque las amenazas sean anónimas, los afectados "deben presentar una denuncia porque (los responsables) tienen instrumentos para el espionaje", reiteró.

Jancel Moreno, la víctima más reciente de esta práctica de la Seguridad del Estado, tacha de "algo realmente ridículo" que el Gobierno de Cuba use la sensualidad y el sexo para avergonzar a los opositores. "Es motivo de vergüenza solo en las mentes retrógradas que se esconden tras perfiles sin rostro y con nombres falsos", afirmó.

Por su parte, Maykel González Vivero señala que "el castrismo ha demostrado ser muy tradicional con estas cosas. Los cuerpos de los gays y de las mujeres y de los disidentes fueron siempre los más vulnerables de todos, expuestos a violencia, violaciones y porno-venganza estatal por último". 

"La imagen de nuestros propios cuerpos no debería servir para presionarnos. Es lo que somos", concluye.