Back to top
Religión

Los destrozos de un tornado y la crisis económica podrían llevar al fin de una orden religiosa en Cuba

'No sé cómo hacer para evitar el cierre', dice el sacerdote encargado.

La Habana
La Iglesia de los Mercedarios.
La Iglesia de los Mercedarios. aci prensa

La Orden de los Mercedarios podría verse obligada a terminar su misión en La Habana si no logra superar pronto la grave crisis económica que afronta, y que se agudizó con los daños que sufrieron el templo y la casa parroquial, donde residen los sacerdotes, por el devastador tornado que azotó la ciudad el año pasado, informa la Agencia Católica de Información (ACI Prensa).

El tornado que arrasó varias zonas de La Habana el 27 de enero de 2019 dejó cuatro fallecidos y múltiples destrozos en varias edificaciones, entre estas la parroquia de Jesús del Monte, a cargo de cinco sacerdotes misioneros mercedarios.

La iglesia, ubicada en la loma Jesús del Monte, en La Habana, es patrimonio local por ser el primer templo construido "fuera de los muros" de la ciudad.

Rodolfo Rojas, sacerdote de la Orden Mercedaria, dijo a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que la iglesia aún conserva "registros bautismales de 1689".

"Todo aquí gira alrededor del templo", señaló. Explicó que los vecinos del barrio acostumbran a ir a la parroquia para desarrollar sus actividades culturales y los niños de la zona suelen visitarla para jugar.

El sacerdote Gabriel Ávila Luna, supervisor de la comunidad, dijo que cuando ocurrió el tornado aún eran solo tres sacerdotes los que vivían en la casa parroquial, los otros dos se sumaron a la misión posteriormente.

La casa donde viven los frailes sufrió destrozos en ventanas y puertas. "Todavía hay trozos de tejas de las casas vecinas incrustadas en las paredes del templo y del convento". Además, algunos pisos se están hundiendo y, en la época de lluvia, se filtra el agua por todas partes, señaló Ávila.

"La iglesia y la casa parroquial siguen en un estado deplorable y su deterioro es cada vez mayor", lamentó. Los domingos reunimos a los fieles fuera del templo, pero "en épocas de lluvias eso no es posible", por eso es extremadamente urgente repararla, afirmó.

Ayuda a la Iglesia Necesitada se comprometió a restaurar el templo en los próximos meses. Pero según Eduardo Andrés, encargado del proyecto de reconstrucción, "el techo colonial de madera y las paredes de mampuesto sufrieron daños irreparables y casi todos los bancos, estatuas y otros objetos fueron destruidos o desaparecieron por la fuerza del viento que abrió el gran portón de la entrada principal".

Asimismo, "la cruz de hierro ubicada sobre el campanario fue arrancada de cuajo y cayó como un proyectil sobre la parte del templo ubicada cerca al coro, lo que dejó un boquete inmenso".

El tornado no solo ocasionó perjuicios materiales, sino que provocó que los vecinos, incluidos los sacerdotes, vivan con miedo de que pueda ocurrir un desastre de proporciones similares, especialmente en la época de ciclones y huracanes en El Caribe que se avecina.

Ávila, de 29 años, teme, como superior de su comunidad en Cuba, no poder solventar los otros problemas que tienen y que la crisis económica que viven afecte la permanencia de su misión en Cuba.

"Llegamos a la Isla en el 2012, después de 125 años de haber salido de Cuba. Fray Rodolfo fue uno de los primeros en profesar después de nuestra llegada. Vivimos de la providencia: la alimentación, los medicamentos o los gastos personales, todo depende de la generosidad de los fieles", subrayó.

"No es tanto por nosotros, sino que tenemos tres seminaristas, jóvenes que tienen deseos de ingresar a nuestra comunidad, pero que están en su casa por la situación de deterioro de nuestro convento", añadió a ACN.

Si bien los sacerdotes mercedarios recibieron ayuda en momentos de gran desesperación, el apoyo aún es insuficiente para evitar que dejen la Isla.

"Fue una gotita de agua que agradecemos mucho, pero las cosas en Cuba están muy mal", dijo Ávila con impotencia, según ACN. "Nuestra presencia en la Isla está en peligro".

"Al no tener economía tendríamos que emigrar a México (…). Si no pasa un milagro, tendríamos que abandonar Cuba. (…) Sería tristísimo tener que partir de nuevo, pero no sé cómo hacer para evitar el cierre de esta gran misión", concluyó.

1 comentario

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

Sería lamentable que abandonasen la Isla, como expresa uno de los mercedarios. En vista de lo que está ocurriendo y una vez que establezcan con claridad lo que va a proporcionarles y cuando Ayuda a la Iglesia Necesitada (en cifras), así como si la Oficina del Historiador de La Habana les ayudará en la reconstrucción del templo; a continuación, sería bueno que el superior de la orden exprese con claridad cuánto necesitarían finalmente, con exactitud, para terminar de reconstruir el templo y para obtener equipos que permitan salvar los documentos del archivo de la Iglesia. Podría entonces, abrirse una cuenta "en dólares" para donarles el dinero que falte a la orden y que contribuyan a ello todos los católicos cubanos en el exterior (y personas que deseen). En cuanto a la reconstrucción del techo y las imágenes perdidas, tendrían que consultar con un arquitecto. Los hay que pueden ayudar de modo desinteresado, incluso para evaluar los costes de reparación general del templo.