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Salud

Guantánamo: No hay Covid-19, pero el dengue tiene todo lo que necesita para expandirse

Cubanos residentes en las zonas con mayor número de focos se quejan de salideros y falta de saneamiento de áreas verdes.

Guantánamo
Reparto Caribe, Guantánamo.
Reparto Caribe, Guantánamo. DDC

El territorio de Guantánamo, que solo ha tenido tres casos de Covid-19 en los últimos meses (según los reportes oficiales), se enfrenta sin embargo a un estado de emergencia debido al elevado índice de focos del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, el zika, el chikungunya y la fiebre amarilla.

Para los habitantes de la provincia, esta situación obedece a la ineptitud del Gobierno local.

"A nadie parece preocuparle los salideros, no solo de las tuberías, sino de las cisternas", que crean condiciones para que crezcan los focos de mosquitos, explicó Gloria Leliebre, residente en el reparto Caribe. "Cuando un ramal se rompe, mandan una pequeña brigada, armada con ligas de cámara de carro, a emparchar. Se resuelve por una semana o más, pero luego volvemos a lo mismo".

El reparto en el que vive Eva es una de las zonas que, junto a la parte este de la ciudad y el municipio Cimanera, tienen mayores índices de infestación del mosquito, según informó ante el Consejo de Defensa Provincial (CDP), el doctor Eduardo Sánchez Lara, director del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología

Sobre la insuficiente disponibilidad de recursos para reparaciones de redes hidráulico-sanitarias, los funcionarios del Puesto de Mando de la empresa Acueducto y Alcantarillado, respondieron a una consulta telefónica que "la entidad no cuenta con los medios necesarios para dar solución definitiva al caso".

"Pero no solo las mangueras, las cisternas todo el tiempo botan agua en los días del ciclo (de suministro de agua). Hay que hacer una inversión enorme porque el sistema de llenado no sirve, la gente se ve obligada a tener barriles en sus casas para almacenar agua. y la mayoría de las veces no tienen con qué taparlos bien", consideró un vecino de Guantánamo que prefirió no dar su nombre.

En ese sentido, Ramón, jubilado que depende únicamente de su pensión, se refirió a la "necesidad de abastecer las Tiendas Industriales con mangueras, además de piezas y herramientas de plomería, pero con precios más asequibles".

"Los plomeros tienen que comprar todo eso a precios altos y casi siempre en divisa; entonces, al que 'se la aplican' es al que necesita. Por ejemplo, un metro de manguera vale 15 pesos (moneda nacional), un nudo o una unión universal salen a entre 25 y 50 pesos, y en la calle, porque no hay en las tiendas. ¿Quién puede?", se preguntó.

Otro de los factores que ayudan a la proliferación acelerada del vector, es la ausencia de grupos de chapea para el saneamiento de áreas verdes, tarea que recae en la empresa estatal Comunales.

Eva aseguró que en no pocas reuniones de rendición de cuentas de su comunidad se ha tocado el tema.

"Antes había brigadas de chapea, pocas pero había. La mayoría eran de presos que cogían para ese trabajo porque más nadie hacía eso, pero desde que comenzó la pandemia de Covid-19 parece que nadie más puede hacerlo. También se hacían trabajos voluntarios, pero al ritmo que uno lleva la vida en estos tiempos, quién está para eso", comentó.

Su esposo opinó que se "deberían retomar los trabajos voluntarios, porque los lugares esos que la gente llama jardín son un hotel para los mosquitos. Tendrían que poner una medida para regular cuáles tipo de plantas son de jardín y cuáles no", sugirió.

Las autoridades sanitarias de la provincia han recurrido "de forma exagerada" al uso de insecticidas en la fumigación a los hogares, consideró una habitante de San Justo, al este de Guantánamo.

"Lo que hace falta es que los periodos de fumigación sean más cortos en lugares que tienen una situación crítica con el dengue. Hace una semana desde la última vez que pasaron por aquí y no han venido más. El humo sacó de paso a todo el mundo por lo fuerte que estaba el producto, pero hasta ahí llegó todo", señaló.

"Aquí nadie coge lucha ya con eso. Vienen un día a echar humo tóxico de ese y se pierden", dijo por su parte Yoandris, joven que también reside en San Justo. "Mi mamá es una anciana ya con veinte mil achaques, y cada vez que fumigan hasta falta de aire le da por una semana o más. Para mi concepto, a nadie le importa este suburbio".

Por las restricciones de acceso al municipio especial Caimanera, en la frontera con la base naval estadounidense, no se pudieron obtener datos para este reporte de la situación epidemiológica en ese territorio.

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